Hace poco volvieron a ser noticia los estudios sobre las muertes de las aves por impactos en cristales. Ocurrió a raíz del megalómano proyecto de The Line en Arabia y esa inmensa fachada de espejos que se proyectaba… sin tener en cuenta que por ahí pasaban miles de millones de aves. Lo cierto es ya sabíamos que esta es una de las principales causas de muerte de los animales, pero un nuevo trabajo ha descubierto algo que se nos había pasado por alto hasta ahora.
El estudio. Publicado en la revista PLOS One, los investigadores partieron de los datos de todos los trabajos anteriores. En todos se daban unas cifras realmente altas, pero había un detalle que siempre se pasaba por alto: solo tenían en cuenta las aves que morían en el lugar de una colisión, pero la cifra real podría superar los mil millones de muertes por año. La clave: las muertes que se producen, no tras el impacto, sino poco después.
Al parecer, en los estudios anteriores existía "una metodología defectuosa" basados en contar el número de cadáveres recogidos en los lugares de los accidentes. Eso significa que solo se contaron las que murieron en el impacto o que sufrieron heridas mortales que las dejaron incapaces de abandonar el área antes de morir.
Las aves moribundas. Cuentan en el trabajo que, si bien los científicos que estudian las aves creían anteriormente que alrededor del 80% que choca con un edificio muere en el impacto, algunas investigaciones recientes indican que este puede no ser el caso. Un estudio de 2022 descubrió que menos del 10% de las aves que se "empotraron" contra un edificio murieron en el acto, y el resto estaban aturdidas o sufrieron lesiones que no fueron inmediatamente fatales.
Con todo, el equipo del nuevo estudio reconoce que es imposible saber exactamente cuántas de las aves supervivientes volaron y murieron poco después. ¿Qué hicieron? Intentaron cerrar esa brecha observando la tasa de mortalidad de las aves heridas que fueron llevadas a centros de rehabilitación.
Punto ciego. A este respecto, Ar Kornreich, un investigador de la Universidad de Fordham que dirigió la investigación, explicaba que existe un gran punto ciego en las aves que chocan contra edificios y sobreviven, “al menos durante un tiempo, y observar los datos de rehabilitación puede ayudar a eliminar ese punto ciego y ayudarnos a tomar decisiones más informadas sobre la conservación y la prevención de colisiones contra ventanas para las poblaciones de aves”.
Calculando una cifra. Lo primero que hizo el equipo de la universidad fue examinar más de 3.000 casos que involucraban aves de 152 especies diferentes. ¿Qué descubrieron? Que solo el 40% se devolvieron a la naturaleza, y la mayoría de las aves restantes murieron durante el tratamiento o se sacrificaron. Así, cuando aplicaron esa proporción al número de colisiones cada año, calcularon el número de muertes por año: más de 1.09 mil millones.
Doblando cifras. En contexto, no hablamos de un ligero cambio. Literalmente, estábamos equivocados en miles de millones. De hecho, el nuevo recuento de muertes era casi el doble de algunas estimaciones anteriores. Por ejemplo, un trabajo de hace unos años concluyó que las colisiones con edificios causaban 599 millones de muertes de aves al año en Estados Unidos.
Según ese mismo trabajo, los gatos son, con diferencia, la principal causa antropogénica de muerte de aves en EEUU, con más de 2400 millones al año. En comparación, las turbinas eólicas son responsables de 570.000 muertes de aves al año.
Esperemos que, por el bien de las aves, el proyecto de The Line, de llevarse a cabo, modifique ese plan inicial de incorporar una inmensa fachada de espejos. Estarían amenazadas 2.100 millones de aves migratorias de más de 100 especies cada año.
Imagen | Tambako The Jaguar, Visit Saudi 1
En Xataka | The Line va a tener una inmensa fachada de espejos. Nadie pensó que por ahí pasan miles de millones de aves
En Xataka | Hay cientos de aves en el mundo nombradas en honor a reconocidos racistas. Así que se lo van a cambiar
Ver 1 comentarios