Nos pueden gustar más o menos pero es indudable que los selfies es una de las grandes modas del momento. Ligada a la fotografía y a la telefonía móvil, es un fenómeno sociológico bastante interesante pero aquí lo que de verdad nos interesa es la tecnología y de eso vamos a hablar hoy.
Año tras años, los fabricantes de smartphones buscan crear tendencias y ajustarse a los gustos y preferencias de nosotros: los consumidores. Cambian los diseños, se mejoran las especificaciones pero hay un elemento más que ha vivido una transformación silenciosa año tras años. Se habla poco de ella para lo mucho que se utiliza: la cámara frontal.
Introducción a la evolución de la cámara frontal
Cada vez que sale un smartphone nuevo, especialmente si es un tope de gama, hacemos especial hincapié en su cámara trasera: el número de cristales, resolución del sensor, software de procesado de imagen, velocidad de enfoque, apertura mínima… Es un aspecto importante y en el que los fabricantes invierten millones por ser punteros.
Cada uno lo hace a su manera, Sony apostando por introducir el mejor sensor posible sin alterar el tamaño del terminal. Nokia lo hace a lo bestia con su 1020 y aunque le añada un poco de joroba su calidad es indiscutible. Samsung lo hace con sus móviles híbridos: el Galaxy Zoom y el K, que conocemos en los próximos días. HTC con su M8 nos ofrece un sistema de cámara dual que si bien es interesante tiene que mejorar un poco.
Hablamos también del software de procesado y los filtros que incorporan: efectos creativos de todo tipo, integración de realidad aumentada, sistemas de enfoque variable… No hay duda de que hacemos un repaso exhaustivo de las virtudes y defectos de la cámara trasera pero ¿qué ocurre con la cámara frontal?
“Ah, sí, tiene una cámara frontal de equis megapíxeles” y ahí queda el comentario muchas veces. ¿Por qué? Buena pregunta, para muchos es un elemento que debe estar ahí pero al que no le damos mucha importancia, algo que contrasta con la gran cantidad de fotos que hacemos con ella. ¿Tiene cámara frontal? Genial, y además la calidad es medianamente buena. Estupendo.
No nos engañemos ¿cuántos hacemos videoconferencias habitualmente con el móvil? Seguro que muchos lo hemos probado pero ¿lo hacemos con frecuencia? Es más cómodo usar el ordenador ya que no nos obliga a estar cogiendo el smartphone en todo momento. Perdemos libertad de movimiento, es cierto, pero para un cara a cara con alguien muchas veces eso no es tan importante.
En iOS me atrevería a decir que el porcentaje es sensiblemente más alto por Facetime pero en Android tengo la percepción de que no es así. La cámara frontal se utiliza más para hacer autorretratos, o selfies, para luego utilizar todo tipo de aplicaciones. La tendencia ha cambiado y cada vez más nos hacemos esas fotos aberrantes y utilizo este adjetivo por la perversión que hay detrás de estas imágenes: hay una deformación buscada y consentida bastante chabacana.
De la videoconferencia al selfie, ¿qué ofrecen las compañías a día de hoy?
Como decía al principio del texto, la transformación y evolución ha sido silenciosa. En parte eclipsada por otros aspectos más atractivos como el tamaño de la pantalla, la resolución, el diseño o el estrellato de su hermanísima: la cámara trasera. Si nos fijamos en los aspectos técnicos, vemos que ha dado un salto importante. Para visualizarlo mejor, echad un ojo a estas tablas.
Evolución cámara Samsung Galaxy S
Modelo | Samsung Galaxy S | Samsung Galaxy S II | Samsung Galaxy S III | Samsung Galaxy S4 | Samsung Galaxy S5 |
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Resolución cámara frontal | VGA | 2 megapíxeles | 1,9 megapíxeles | 2 megapíxeles | 2 megapíxeles |
Evolución cámara iPhone
Modelo | iPhone 3GS | iPhone 4 | iPhone 4S | iPhone 5 | iPhone 5S |
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Resolución cámara frontal | No tiene | VGA | VGA | 1,2 megapíxeles | 1,2 megapíxeles |
Evolución cámara HTC
Modelo | HTC Desire S | HTC Sensation | HTC One X | HTC One | HTC One M8 |
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Resolución cámara frontal | VGA | VGA | 1,3 megapíxeles | 2,1 megapíxeles y gran angular | 5 megapíxeles y gran angular |
Evolución cámara Sony Xperia
Modelo | Sony Xperia S | Sony Xperia T | Sony Xperia Z | Sony Xperia Z1 | Sony Xperia Z2 |
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Resolución cámara frontal | 1,3 megapíxeles | 1,3 megapíxeles | 2,2 megapíxeles | 2 megapíxeles | 2,2 megapíxeles |
Como vemos, la evolución de los megapíxeles notable entre las diferentes generaciones. Es cierto que en algunos casos, como el de HTC, la diferencia es más palpable pero siendo justos no debemos de quedarnos sólo en el número de megapíxeles. No sólo se trata de resolución sino de la calidad que da el sensor. La calidad que da cualquiera de estos tope de gama a día de hoy es realmente buena.
Hay un detalle que llama mucho la atención en esta lista: el gran angular de los HTC One y One M8. Los taiwaneses son los que más esfuerzo han hecho en crear una cámara frontal con mayor ángulo de visión y que nos permita sacar algo más que nuestra cara: el fondo o, cómo no, más gente.
Lejos de las propuestas que hacen las principales compañías nos encontramos pequeñas curiosidades que demuestran que no es sólo el sensor sino en la forma en la que se utiliza la cámara. Por ejemplo, el LG G Pro 2 incluye un modo autorretrato donde se añade un marco blanco a la pantalla mientras hacemos una foto. De este modo tenemos una iluminación extra aprovechando el gran tamaño del terminal. Muy ingenioso.
Oppo también tiene un par de soluciones muy interesantes. Por un lado en su Oppo N1 vemos que tenemos una sola cámara que podemos girar. La idea es buena pero como vimos en nuestro análisis este fabricante chino todavía tiene que mejorar en este apartado. Otra propuesta de esta compañía es el Ulike 2, que por desgracia no llegó a estas tierras.
Lanzado a finales de 2012, antes del HTC One, este smartphone introdujo cinco megapíxeles en la cámara frontal con un enfoque claro: cuidar nuestros autorretratos. No sólo a través del hardware sino con aplicaciones y filtros estéticos que entre otros “prodigios” nos permitía estilizar más nuestros rasgos.
En parte la evolución de la cámara frontal obedece a ese axioma que domina la electrónica de consumo a día de hoy: mientras más mejor, cada nueva generación tiene que suponer un paso importante. Es cierto, pero los fabricantes saben bien nuestros gustos y meter mejores sensores a las cámaras no sólo obedece a ese mantra.
En términos de marketing, las compañías están haciendo un buen ejercicio englobando el uso de los smartphones dentro del día a día. Es más fácil vendernos el móvil así, como un cacharro que nos permite recoger nuestros mejores momentos, que un dispositivo especializado en hacer selfies. En fotografía hemos visto algún intento con las pantallas abatibles o unos minúsculos paneles frontales que buscan actuar como espejo digital. No han terminado de cuajar.
Todo este debate lo hacemos dejando de lado la parte de software que daría perfectamente para otro artículo. Desde aplicaciones de fotografía convencionales como Instagram a herramientas de comunicación basadas en este tipo de imágenes, véase Snapchat por ejemplo. Hay casos curiosos que nos permiten combinar la foto de ambas cámaras.
Mientras, seguiremos haciéndonos autorretratos, o viendo cómo otros lo hacen: solos o con amigos. Un ejercicio de creación de identidad bastante curioso. Recordad amigos, este tipo de fotos y el ángulo que usan a veces son bastante engañosos aunque para imágenes poco reales, las que Tinder cuela como perfiles falsos para atraer público.
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