Clubhouse se ha disparado en bolsa gracias a Elon Musk. Pero la Clubhouse equivocada

Elon Musk y la red social Clubhouse.
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Hace unos meses poca o muy poca gente había oído hablar de Clubhouse, la red social de mensajes de audio que ha llenado los titulares de muchas publicaciones tecnológicas en las últimas semanas. Una de las razones de su viralidad, como no podía ser de otra manera, ha sido Elon Musk, quien en Twitter anunció que iba a hablar en la plataforma sobre varios asuntos, consiguiendo una audiencia récord. Como todo lo que toca el empresario, y algunos ya han denominado "el efecto Elon", las inversiones en la compañía empezaron a subir.

Nadie imaginaba entonces que otra empresa llamada igual, Clubhouse Media Group, y que no tiene nada que ver con la app de audio iba a sacar tajada de esta locura inversionista. Pero lo hizo. Sí, la gente lleva días metiendo su dinero en la empresa equivocada, que se ha disparado en la última semana y los propietarios no se explican lo que está pasando.

El error. Todo comenzó con este tuit: "En Clubhouse esta noche a las 10 pm hora de Los Ángeles". Elon citaba a sus seguidores allí, en la plataforma donde hablas como si lo hicieras en una conversación telefónica. ¿El resultado? Las acciones de Clubhouse Media Group se dispararon en más del 45% en las primeras operaciones del día siguiente, según Markets Insider. Hablamos de la Clubhouse equivocada, claro.

A los dueños se les hacían los ojos chiribitas al ver cómo una empresa que llevaba años con un nivel de inversión relativamente bajo despegaba de la nada. "No estamos afiliados a la aplicación. No queremos confusión alguna con ellos", decía un portavoz de la compañía en un comunicado. "No entendemos por qué está ocurriendo todo esto. Puede haber sido Elon Musk, pero no tenemos idea", comentaban.

Clubhouse Media Group. Bien, entonces, ¿dónde han estado los inversionistas metiendo su dinero concretamente si no era en la red social? Según Bloomberg, Clubhouse Media Group Inc. es una empresa que "brinda tratamiento médico, investigación científica, enseñanza, prevención y servicios de salud". Se trata de una empresa de atención médica que solía llamarse Tongji Healthcare Group y que tiene su sede en Guangxi, China. ¿Y por qué una empresa china de atención médica se llama Clubhouse Media Group?

Pues resulta que según un comunicado de prensa de la compañía, Tongji Healthcare adquirió en agosto West of Hudson Group Inc, propietario de The Clubhouse, una colección de casas destinadas a influencers donde crear contenido, ubicadas en las pintorescas mansiones del sur de California.

No hay conexión. Ni la atención médica ni las mansiones de influencers tienen nada que ver con el Clubhouse lanzado en 2020 donde participó Elon Musk el otro día. Esta última es una empresa privada valorada en 85 millones de euros en mayo después de que el empresario Andreesen Horowitz invirtiera en ella. Y la realidad más plausible es que todos estos inversores de las últimas semanas no saben lo que están haciendo y no se han dado cuenta de que en realidad sus miles de euros están yendo a parar a China.

El “efecto Elon”. Realmente, lo sucedido aquí no es más que una consecuencia de lo que el Financial Times llama “el efecto Elon”. Llevamos tiempo viendo como sus publicaciones en Twitter y otras plataformas incendian las redes y las transacciones en bolsa. Basta que teclee una palabra para que se disparen las acciones en Bitcoin, Tesla, Dogecoin, GameStop, Etsy y hasta Cyberpunk.

Volviendo la vista atrás, el valor de Bitcoin creció más del 20% después de que Musk cambiara su biografía personal de Twitter a #bitcoin, alimentando la especulación de que había comprado más criptomonedas. Menos de 24 horas antes, el multimillonario impulsó indirectamente las acciones de CD Projekt, la desarrolladora de Cyberpunk 2077, alrededor de un 12% tras afirmar en Twitter que el nuevo modelo de coche de Tesla permitiría a los pasajeros jugar al juego. Y más tarde esto: "Con Cyberpunk, incluso las revisiones tienen literalmente revisiones, pero ... gran juego".

También echó más leña al fuego tuiteando "¡Gamestonk!" —una combinación de GameStop y "stonks", que es un término del argot para las acciones— y un enlace al hilo de WallStreetBets en Reddit. El tuit pareció ayudar a que la valoración de GameStop se disparara aún más, consiguiendo operaciones de más de 10 mil millones de dólares. Y su “me encanta Etsy”, hizo que las acciones en el mercado de decoración subieran un 9% en un día.

Las consecuencias. Que una frase del magnate, y ahora el hombre más rico del mundo, tenga un impacto tan grande los mercados financieros pone sobre la mesa el debate de si es realmente ético. Vincent Flood, presentador del podcast VideoWeek, que analiza el mercado publicitario, decía que los tuits de Musk pueden "tener consecuencias devastadoras para los inversores minoristas, mientras que él y sus amigos se enriquecen a expensas del pequeño". El ex-Googler Rich Pleeth, emprendedor e inversor en tecnología en Londres, está de acuerdo y señala que Musk puede llegar a "enriquecerse con un solo tuit". "Es un innovador, pero eso no significa que esté por encima de la ley", decía.

Si bien es cierto que Elon Musk ha repetido en varias ocasiones que estos tuits no son nada más que bromas, al mercado no parece importarle si está de cháchara o no. Y lo estamos viendo recientemente. Mientras, los inversores de turno esperan ansiosos el nuevo comentario en el timeline de Twitter del CEO de Tesla. Solo les basta un par de clicks para mover su dinero de un sitio a otro.

Qué será, qué será...

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