Lo que ves encima de estas líneas es el interior del futuro S-Class de Mercedes, un coche que queda lejos del Simca 1000. El nivel de detalle en los acabados se ha llevado al extremo, y el plástico no está presente. Todo es alumino, madera y piel.
El nuevo Mercedes S-Class busca resultar cómodo pero también tecnológicamente avanzado, aunque por ahora conocemos que esa tecnologia se centra en el confort a bordo y las aplicaciones multimedia.
También mucha tecnología ... para controlar los masajes que nos da el asiento
Como coche conectado que pretende ser, el interior del S-Class de Mercedes vien con una buena dosis de tecnología. El centro de control es una pantalla táctil de 12.3 pulgadas que se aleja del formato de pantalla de navegador y busca una integración más completa con el salpicadero. La elección ha sido el formato 8:3, más elegante pero seguramente complicada de manejar por alargada.
Desde ese panel podemos por ejemplo regular al milímetro el completo sistema de los asientos, que no solo son reclinables hasta 43.5 grados, sino que incluyen reposapiernas para echar de forma cómoda una cabezadita, calefacción y reposabrazos a ambos lados del asiento.
Los asientos también permiten obtener hasta seis masajes diferentes, dos de ellos con aplicación de calor incluida.
En cuanto al sistema de personalización del aire, además de numerosos filtros para mejorar el aire del interior, hay posibilidad de dispersar de forma controlada y regulable por el conductor, una fragancia de la propia Mercedes. Solo podemos poner esa, la tienen que recargar en el concesionario y nos costará unos 50 euros al año.
A nivel multimedia, el nuevo S-Class de Mercedes incluye la plataforma mBrace2, con pantallas individuales para los cuatro pasajeros donde recibir música, vídeo o Internet de forma separada. 1500 W de potencia, bluetooth y sistema de conexión sin cables Kleer completan el interior de esta casa rodante.
¿Nos mudamos ya o esperamos a que lo presenten?
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