Dejar de ser CEO en la empresa que fundaste: el caso de Marc Randolph en Netflix y de otros directivos que abandonaron el liderazgo de su propia compañía

Dejar de ser CEO en la empresa que fundaste: el caso de Marc Randolph en Netflix y de otros directivos que abandonaron el liderazgo de su propia compañía
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La historia de que Blockbuster rechazó hacerse con Netflix por 50 millones de dólares es conocida. Una gran pérdida para la gigante franquicia de videoclubes cuyo modelo de negocio quedó obsoleto en tiempos de Internet.

Pero en los inicios de Netflix hay otra historia curiosa: Marc Randolph, creador de la marca junto con Reed Hastings, y el que fue el primer presidente ejecutivo de la empresa, acabó dejando su puesto. ¿El motivo? Unos años más tarde confesó que fue por su “incapacidad” para llevar a cabo ciertas tareas que un líder debe hacer. Fue su compañero y ahora CEO de Netflix, Reed Hastings, quien le dijo estas verdades a su socio.

El mismo Randolph ha llegado a decir que “soy la cara invisible de Netflix” por lo poco que se conoce su huella en la gran firma de series y películas online. Según palabras del propio Marc Randolph en una entrevista a la BBC, "Reed estaba preocupado. Veía mi incapacidad para tomar decisiones difíciles, mi incapacidad de pensar estratégicamente hacia dónde debía ir la compañía".

Esto al directivo de aquellos momentos le generaba mucha inseguridad, aunque admite que también se puso muy a la defensiva con su compañero de proyecto. De hecho, reconoce que le costó comprender que uno puede ser bueno para montar una empresa con una idea, pero no para desarrollar ese negocio con miras al futuro.

En 1999 Marc Randolph decidió dejar su posición como CEO de Netflix, puesto que pasó a ocupar Hastings, hasta ahora. En sus memorias "That Will Never Work: The Birth of Netflix and the Amazing Life of an Idea" dice el emprendedor que "a medida que envejeces, si tienes suerte, te das cuenta de dos cosas: lo que te gusta y también en lo que eres bueno". Coincide que lo que le gusta y en lo que es bueno es en el desarrollo inicial de una empresa, "el caos" de los inicios y darle forma a las ideas, de acuerdo con sus palabras. Ahora, de hecho, Randolph se dedica a ser mentor de emprendedores desde hace años.

Aunque no supiera liderar su negocio, profesionalmente no le ha ido mal. A día de hoy forma parte de muchos consejos de administración de startups y trabaja como coach para emprendedores, además de impartir charlas tecnológicas en escuelas.

Otros casos en los que los fundadores de empresas acabaron dejándola por diversos motivos

Marc Randolph no es la única persona que tuvo que apartarse de la empresa que él mismo creó. Muchos son los emprendedores y directivos que han sabido dar forma a una idea de manera exitosa, pero luego no han podido o no han querido mantener el liderazgo de sus negocios.

Por ejemplo, el fundador de Groupon, Andrew Mason esribió un día de 2013 a los empleados de la empresa de descuentos online un correo que decía: "Fui despedido hoy. Si se preguntan por qué, es porque no habéis estado prestando atención”. Se refería a la gran caída de las acciones que la empresa estaba sufriendo. Mason reconoció sus errores. En ese mismo mail dijo que como CEO era responsable de lo que estaba sucediendo.

Otro caso es el de Sandy Lerner. Ella es una de las fundadoras de Cisco. Aunque no llegó a ejercer como CEO, sí que tenía mucho poder y, de hecho, fue una de las impulsoras de John Morgridge como director de la empresa en 1988. Dos años más tarde, en 1990, fue despedida de esa misma firma que creó. La causa fueron las desavenencias con otros miembros del consejo de administración.

El creador de Research in Motion, o RIM, empresa fundadora de BlackBerry también protagonizó uno de estos casos, pero él fue quien decidió irse y en este caso no es que no se le diera bien el trabajo, sino que le agotó.

Mike Lazaridis dijo en una entrevista tras el anuncio de su dimisión que llevaba años queriendo irse de su puesto de CEO para hacer algo diferente. ¿Por qué tantas ganas? Según las propias palabras de Lazaridis, "apartarse después de 27 años fue un acontecimiento emocional" y para toda la familia ya que su posoción requería trabajo muy duro: "mi mayor arrepentimiento fue no tener suficiente tiempo para mi familia. Necesito corregir eso en los próximos años. Mis hijos aún no han ido a la universidad, así que espero corregirlo antes de que se vayan", aclaró.

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