En su cruzada contra el coche eléctrico chino, Francia ha dejado sin ayudas a dos de sus tres coches más vendidos

  • Dacia, Tesla o Volvo dejarán de recibir ayudas a la compra en algunos de sus coches eléctricos

  • El bono medioambiental castiga duramente la fabricación china, por encima del resto de Asia

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Francia es el segundo país de Europa donde más coches eléctricos se venden, con una cuota de mercado que supera el 16% del total de ventas. Si miramos al pasado mes de octubre, el Dacia Spring fue el coche eléctrico más vendido, seguido del Fiat 500e y del MG4 Electric. Dos de ellos dejarán de recibir el bono mediaombiental que subvencionaba al coche eléctrico comprado en Francia.

Tampoco lo recibirá el Tesla Model 3, sexto clasificado entre los coches eléctricos más vendidos. Y el Tesla Model Y, se enfrenta al mismo veto si sus versiones más potentes reducen su precio. Todo es resultado de la guerra abierta entre el Gobierno francés y el coche eléctrico chino.

Un aviso y una decisión

El pasado mes de mayo fue la primera ocasión en la que Emmanuel Macron habló a las claras de dejar fuera de las ayudas a la compra a los vehículos eléctricos. El presidente galo confirmó que en el próximo bono medioambiental de ayuda a la compra de vehículos eléctricos se excluiría a algunos automóviles, pese a que éstos entraran dentro del rango de precios previsto.

La duda quedaba ahora en el tejado francés, ¿cómo se decidiría quién era subvencionable y quién no? En septiembre se aclaró el panorama: se dan puntos en función de la huella ecológica de cada modelo, teniendo en cuenta la fabricación y distribución del modelo.

De esta manera, Francia se ha reservado el derecho a eliminar de las ayudas para el coche eléctrico a los vehículos producidos en China. Según elEconomista.es, agencias como la Federación Europea para el Transporte y el Medioambiente, aseguran que la huella de carbono de un coche eléctrico es doble que la europea.

Y el Gobierno francés ha seguido este tipo de análisis para dejar fuera los vehículos allí producidos. Por ejemplo, a los coches con baterías producidas en Europa les otorgan 53 puntos pero si se ha producido en China se eleva la cifra a 68 puntos. Este tipo de puntuaciones se repiten. A la producción de aluminio se le da 8,6 puntos al europeo, mientras que el chino recibe 20 puntos.

También se tiene en cuenta la producción de otros materiales y su transformación o el transporte (por todo tipo de vías). Todo ello castiga a China, considerado un país más contaminante y cuyo transporte de vehículos deja atrás una mayor huella de carbono.

El movimiento es definitivo, mientras que la Unión Europea se debate sobre la conveniencia de imponer aranceles al coche eléctrico chino. Los defensores de esta medida, con Francia a la cabeza, señalan que China ha ofrecido importantes ayudas económicas a las marcas para vender vehículos eléctricos en Europa por debajo del coste de los mismos. Una venta a pérdidas que no está permitida en nuestro continente y que China se habría saltado cediendo terrenos o manteniendo con vida artificialmente a algunas empresas.

Esta estrategia ha sido rechazada por países por Alemania. De una manera o de otra, gran parte del trasfondo está en los intereses de los fabricantes. Los alemanes están más asentados que los franceses en el mercado chino y una respuesta dura de China hacia Europa tendría efectos más dañinos para sus empresas que en el caso galo.

Más allá del coche chino

El sistema implantado por el Gobierno francés no sólo se lleva por delante a los coches eléctricos chinos. Algunos superventas del país también dejarán de ser subvencionables. El listado con los coches eléctricos que han pasado el corte se encuentra aquí.

El caso más evidente es el del MG4 Electric. El popular modelo eléctrico chino es uno de los coches eléctricos más vendidos de Francia pero con esta reglamentación deja de ser elegible para las ayudas que, en Francia, es de 5.000 euros para los vehículos que se encuentren por debajo de los 47.000 euros.

Lo mismo le sucederá a los coches de BYD, que están llegando al mercado o el Volvo EX30. Al menos, así será hasta que el SUV eléctrico de Volvo se fabrique en Bélgica, pues como decíamos la huella de carbono caerá drásticamente.

Y esto mismo le sucede a Tesla. Su Tesla Model Y de acceso seguirá estando subvencionado porque se fabrica en Berlín. Las versiones más potentes, que llegan desde China, no podrían estarlo si, en el futuro, se posicionaran por debajo del corte de los 47.000 euros. El Tesla Model 3, otro de los superventas eléctricos en el país, también cae y dejará de estar subvencionado.

Lo mismo le sucede al Dacia Spring, otro de los modelos más vendidos, y al Polestar 2, que como la mayor parte de los modelos eléctricos de Volvo llega desde China. Los Smart #1 y Smart #3 también están afectados. Otros fabricantes como Volkswagen, que fabrica sus modelos eléctricos en el mercado local donde va a venderlos, no ve reducida su oferta.

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Foto | Dacia

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