¿Cuánto se puede ganar en España como donante de semen u óvulos? Hablamos con quienes lo han probado

Sperma
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En tiempos de crisis, la donación de semen y óvulos se ha convertido en una buena alternativa para miles de jóvenes en nuestro país con necesidad económica que buscan conseguir unos ahorros sin muchas complicaciones. No requiere de titulaciones previas, no obliga a experiencia alguna y, a priori, todo el mundo está capacitado para hacerlo, en especial si se es joven. No obstante, existe una falsa creencia de que se puede ganar dinero con el mero hecho de ir a la clínica y pasar por caja. Y lo cierto es que no se trata ni de un proceso rápido ni sencillo.

La cuestión es, ¿realmente te puedes ganar la vida llenando un bote de esperma semanalmente? A priori suena demasiado fácil. Para entender las limitaciones de tal planteamiento debemos conocer primero algunas cuestiones básicas: desde cuántas veces puede donar cada persona, ya sea hombre o mujer; hasta cuánto se paga, los requisitos a los que obligan las clínicas y la existencia o no de varias donaciones a la vez en diferentes clínicas, cuestión clave para realmente generar ingresos.

Fabio Blanco, residente de Benidorm, ofrece un ejemplo paradigmático. Se encontraba hace cuatro años en su etapa universitaria y decidió hacerse donante de semen para ganarse unos eurillos y costear algunos gastos típicos que cualquier joven tiene hoy en día. "Yo era estudiante en ese momento, no trabajaba y siempre está bien ganarse un dinero. ¿Lo hubiera hecho si no me hubieran pagado? No lo sé, quizás sí", nos cuenta.

Blanco acudió a una de las clínicas IVI (Instituto Valenciano de Infertilidad) de su provincia. Desde que cruzó la puerta del laboratorio para informarse hasta que pudo donar pasaron casi tres meses, un periodo bastante prolongado al que obligaba el estricto protocolo del instituto. "Estuve semanas haciéndome pruebas: dos análisis de sangre, uno de orina y tuve que entregar tres muestras de semen de manera periódica. Después hay que pasar una entrevista psicológica. Todo salió correcto y pude empezar a donar", relata Blanco.

En su clínica el máximo de donaciones de semen que se puede hacer son 25 durante un año. Y uno de los requisitos es mantener abstinencia sexual durante los tres días previos a la donación. Aunque la normativa vigente sobre técnicas de Reproducción Asistida indica que las donaciones han de ser altruistas, la mayoría de clínicas ofrece una compensación económica por las "molestias causadas".

"En mi caso me pagaron 45€. Ibas a donar y si la muestra era de buena calidad te daban 30€. Si no eran de buena calidad no te daban nada. A mi siempre me pagaron. Una vez completado todo el proceso te dan la acumulación de esos 15€ restantes seis meses después de haber terminado. Es una manera que tienen de asegurarse de que termines todo el proceso (las 25 donaciones) y acudas todas las veces", desarrolla. Es un montante digamos discreto, pero al cabo del año relativamente generoso: unos 1.125€ si se acude a todas las sesiones y las muestras son buenas.

Convertirse en donante de semen no es un proceso rápido ni una labor de coser y cantar. La doctora Eva García, responsable del Programa de Donación de Semen del Grupo Instituto Bernabeu, señala que "apenas un 30% de los hombres que acuden a donar lo consigue".  Primer escollo para ganarse la vida con ello. "En el caso del semen hay que valorar la calidad de este y muchos de ellos no cumplen los requisitos o la calidad seminal no es la adecuada. Estamos viendo en los últimos años que la calidad seminal ha bajado mucho", explica.

Requisitos para ser donante de semen.

Además, García señala que existen otros requisitos esenciales, como tener una edad comprendida entre los 18 y los 35 años o cumplir ciertas condiciones físicas. "La media de edad en los chicos donantes suele ser de 25 años. También se tienen en cuenta detalles del genotipo o la altura y el peso del donante", añade.

Lo que está claro es que 45€ extras a la semana por entregar un bote de semen pueden hacer de la vida de un joven algo mucho más fácil. Si está dispuesto, claro está, a someterse a un buen puñado de pruebas y análisis primero. Y si has tenido la absurda idea de compaginar varias clínicas para ganar más, olvídate. Las clínicas no permiten que la persona se someta a diferentes procesos de donación. Aún así, 180€ extra al mes sin realizar muchos esfuerzos para un estudiante no está nada mal, tal y cómo está la situación económica en España.

David Mateo, alicantino y donante de semen, ofrece un ejemplo claro de lo anterior. Explica que empezó a donar a los 21 años motivado por una necesidad económica. "Estaba estudiando y no encontré muchos trabajos. Como siempre había sido deportista y no bebía mucho ni fumaba pensé que podía tener suerte y, así, de paso, también me hacía un chequeo", cuenta.

En su caso, también pasó más de un mes desde que fue a informarse al centro hasta que donó su primera muestra. A esta le siguieron cuatro más al cabo de unos meses. "En mi caso, me pagaron 45€ por donación válida, aunque existía un bonus que te daban si hacías varios meses seguidos donaciones positivas. Además, si traías a alguien a la clínica para donar te llevabas un plus de otros 45€", relata Mateo. "No doné demasiadas veces porque es bastante difícil de llevar cuando tienes pareja y tienes que guardar un reposo de al menos cinco días en mi caso", concluye.

Donar óvulos: un proceso más complicado pero mejor pagado

En el caso de las mujeres donantes de óvulos, la tasa que consigue donar óvulos en las clínicas se sitúa también alrededor del 30%. Eso sí, cada donación se retribuye con una media de 1.000€ en las clínicas españolas, bastante más generoso que para el caso de los hombres. La diferencia estriba en la dificultad: el procedimiento es mucho más arduo y complejo.

"El proceso de donación implica un proceso de selección previo muy exhaustivo. Las donantes tienen que someterse a cuatro fases de pruebas: entrevista psicológica para descartar enfermedades mentales y adicciones; evaluación ginecológica; evaluación analítica con serologías para determinar enfermedades sexuales; y un estudio genético para descartar alteraciones en el número de cromosomas”, explica el doctor Jaime Guerrero, responsable del Programa de Donación de Ovocitos del Grupo Instituto Bernabéu.

Noelia Anaya, residente en Madrid, donó óvulos hace cuatro años por necesidad económica. "Tenía un trabajo a media jornada y necesitaba algo de dinero", cuenta. "Para donar óvulos tuve que tomar la píldora y ponerme inyecciones con hormonas durante 12 días. Cuando empiezas a pincharte tienes que ir a la clínica un día sí y un día no prácticamente, para que te vayan haciendo ecografías", añade.

Sperm Donation

"En la donación de óvulos, las donantes tienen que estar con fármacos inyectable durante al menos nueve días, tomando hormonas. Hay que hacer un par de ecografías para ver la evolución del tratamiento y determinar el momento óptimo para organizar la recogida. La recogida de los ovocitos se realiza en quirófano bajo sedación general. Es rápido y sencillo con complicaciones mínimas, más allá de molestias que se resuelven con un mínimo de analgesia", explica Guerrero.

En el caso de Anaya no tardaron más de 11 días en crecer y fue intervenida en la misma clínica con anestesia general en menos de 30 minutos. "Me pagaron 900€ la primera donación y 1.000€ la segunda. El precio iba subiendo a medida que donabas hasta alcanzar el máximo de veces permitidas, que eran seis donaciones”, explica. 1.900€. Pasados unos días de la intervención le llamaron para ver que todo estaba correctamente y le pidieron que no cogiera peso ni hiciera ejercicio excesivo los días posteriores. "Dejé de donar porque ya no necesitaba seguir haciéndolo por temas económicos", concluye.

La necesidad económica es casi siempre el motivo que lleva a muchas jóvenes a donar en clínicas. Pero cuando entran a los centros de donación una preocupación les acompaña gran parte de las veces. La donación del gameto femenino se ha convertido, debido a su laboriosa obtención y difícil conservación, en un tema muy controvertido por los aspectos éticos que involucra. Hay quienes ya plantean el derecho de la donante a opinar sobre el destino de sus ovocitos, lo que respetaría en forma integral la autonomía de los donantes y descartaría la concepción de "paternidad irresponsable".

Y luego está el pago. Que no es una suma precisamente pequeña y que ha llevado a multitud de colectivos a decir que esta práctica es un negocio que se aprovecha de la debilidad de las donantes. Aunque se podría argumentar que las donantes merecen este pago por sus servicios a las parejas infértiles, como una especie de "compensación" económica. Sin embargo, este pago, muchas veces jugoso, puede considerarse también un "tipo" de coerción económica que limitaría la autonomía de las donantes de ovocitos.

La donación tanto femenina como masculina es anónima, altruista y voluntaria. "En cualquier momento pueden abandonar el proceso de donación y los centros están obligados a preservar la identidad de los donantes", explica el Dr. Jaime Guerrero.

(Martha Dominguez de Gouveia/Unsplash)

Cuestión al margen es el impacto en la salud de la donante. Cuando las pacientes estudian la posibilidad de someterse a un procedimiento médico, les pueden decir que "no se conocen efectos a largo plazo". Pero a menos que se hayan estudiado sistemáticamente dichos efectos, eso no quiere decir que no existan. Algunos estudios han reflejado en los últimos años que los extensos tratamientos de hormonas a los que se someten las donantes pueden estimular el crecimiento de cáncer.

Se trata de algo complicado de evaluar, pues nadie lleva registros del destino médico y psicológico de las donantes de óvulos. Una vez que salen del consultorio, esencialmente están perdidas para la historia médica. Esto subraya que donar óvulos no es lo mismo que la donación de esperma, que no requiere inyecciones de hormonas y pone sobre la mesa la necesidad de que a las donantes de óvulos se les debería tratar como a cualquier otro donante de órganos y monitorizar su salud a largo plazo.

Alex Jurado, una residente en Barcelona, empezó a donar al ver un vídeo de las clínicas IVI. "Necesidad económica urgente no era, pero sí que era una gran ayuda porque en casa no íbamos muy bien de dinero y yo en ese momento no trabajaba”, explica. Jurado registró todo el proceso en un hilo de Twitter, donde mostraba fotografías de las inyecciones y de las ecografías. "Doné tres veces y me pagaron 1.000€ en cada ocasión.  Entre donación y donación pasaron unos meses porque tienen que cuadrar la menstruación con el calendario para realizar la operación (...) No es un proceso fácil ni rápido. Para mí esos 1.000€ no son compensados, por todo lo que pasas en el proceso y los gastos derivados".

Todo esto nos lleva a pensar en la falsa creencia de que donar semen u óvulos puede convertirse en ese golpe de suerte que los jóvenes necesitan para salir del paso. Si te preguntabas si entregando una muestra de semen semanalmente ibas a poder pagar un alquiler o mantener una familia, la respuesta es no. Pero si necesitas unos euros extra no parece, a priori, una mala idea, contemplando el hecho de que con ese gesto ayudarías también a muchas personas que no pueden tener hijos.

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