El 18 de enero de 1817, Antonin Cárame, chef de las cocinas reales del Gran Duque de Rusia, preparó para el príncipe regente de Inglaterra una receta novedosa que incluía una capa crujiente, una base de patatas picadas y mezcladas con salsa bechamel y huevo. Pese a que esta receta no llegó a la península hasta finales del siglo XIX, España es hoy en día el país croquetero por excelencia.
Y las cifras dan prueba de ello. Para que os hagáis una idea de las dimensiones de la industria de la croqueta en nuestro país, hay que mencionar que en España se consumen 7.162 millones de croquetas al año y, de acuerdo con la Asociación Española de Fabricantes de Platos Preparados (Asefapre), el consumo anual crece un 9,4%. Eso quiere decir que comemos casi 20 millones de croquetas al día, 240 cada segundo.
El año pasado en España cada ciudadano comió una media de dos kilos y medio de croquetas, es decir, en torno al centenar. Y otro dato importante es que esta comida supone el 5,9% del total de las ventas de platos preparados congelados, según Asefapre, quienes señalan que se consumen en nuestro país alrededor de 12.200 toneladas de croquetas congeladas con un valor de 41,8 millones de euros.
Para explicar el fenómeno hay que entender cómo ha impactado la incursión del delivery en la escena gastronómica. La pandemia aceleró este sector de consumo a domicilio. Pero, más allá de la típica comida rápida, la cocina tradicional también supo hacerse de oro. De hecho, según el último informe elaborado por Glovo sobre las tendencias de consumo de los platos más emblemáticos de la gastronomía española, la reina indiscutible de nuestra cocina es la croqueta.
El delivery es la clave de su éxito
El estudio muestra que en España se pidieron casi 550.000 unidades de croquetas durante 2021, un 90% más que en 2020. Eso significa que durante 2021 de media se han entregado 1 croqueta cada minuto. Almería, Alicante, Madrid y Barcelona lideran los territorios que piden a domicilio este tipo de comida. Más alucinante es saber que aquel año se realizaron 40.500 búsquedas en Internet de la palabra "croqueta".
Tampoco es de extrañar que recientemente llegara la noticia de que Solo de Croquetas, la startup centrada en la venta online de este producto, alcanzó una facturación superior al millón de euros en 2022. Como consecuencia, ha conseguido una ronda de inversión de 267.000 euros, sumados a los 250.000 euros gestionados a través de la organización Enisa, ente encargado de financiar emprendimientos innovadores.
La tendencia ha hecho que en la actualidad, reconocidos chefs de todo el mundo abracen esta receta y quieran reconvertirla en una pieza gourmet, introduciendo nuevos productos y sabores fusión. Pero es indiscutible que entre las favoritas de los españoles se encuentran las clásicas de jamón ibérico, que suelen ser el 60% de todas las que se consumen, la de cocido madrileño, seguidas de las de trufa, bacon y parmesano y las de puerros.
Otras propuestas fusión están llegando al mercado, que incluyen las de bacalao y ajoarriero, de calabaza y parmesano, de pollo y curry, de arroz negro y alioli o de cochinillo y manzana. En cuanto a tamaños también cambia la cosa. Las más consumidas son las de ración (65%), de unos 25 gramos, y los croquetones, alrededor de 40 gramos, (24,96%). En menor medida las de cóctel, que pesan unos 15 gramos (3,4%).
Sea el sabor que sea o el tamaño que tenga, lo que está claro es que la croqueta ya es prácticamente patrimonio nacional de España. Y, dado la tendencia de consumo al alza, seguirá siendo uno de los platos más populares de la gastronomía española en los años venideros.
