Es el primer año desde que saltamos de la generación de PS2 en el que la batalla entre FIFA y Pro Evolution Soccer parece estar más reñida. Si ya en la temporada pasada vimos cómo la comodidad de EA parecía querer hacer justicia a las críticas sobre los lanzamientos anuales con escasos cambios de una edición a otra, el lanzamiento de FIFA 16 y el de PES 2016 vuelven a abrir la Caja de Pandora.
Las diferencias en la jugabilidad de uno y otro siguen siendo la excusa para que FIFA siga siendo la opción preferida por delante de su competidor, pero parece que ese es un peligro que EA no ha alcanzado a ver este año, manteniéndose firme en su política de novedades con algunos cambios mediáticos pero poco trascendentales (el del fútbol femenino es el mejor ejemplo) y metiendo la cabeza en el agujero que sigue siendo esa mina de oro llamada FIFA Ultimate Team.
La nueva era de FIFA Ultimate Team
De hecho es ahí donde encontramos una de las principales novedades del juego y una de las banderas de este FIFA 16 que llega hoy a las tiendas, el modo FUT Draft que toma la idea de las selecciones de jugadores de NBA o NFL para que creemos el equipo soñado eligiendo entre distintas opciones para cada posición del campo.
No podemos evitar pensar en ello como un guiño a otro de los grandes negocios de monedas y sobres de cartas del mundo del videojuego, el del modo Arena de Hearthstone. Allí, pagando con monedas del juego o reales, podemos acceder a una selección de cartas aleatoria donde se nos presentan tres opciones de las que deberemos descartar dos para ir formando, carta a carta, nuestro mazo. Tras ello toca enfrentarnos a otros jugadores y poder acceder a suculentos premios dependiendo de hasta dónde lleguemos en el reto.
Lo que consigue FUT Draft es añadir una vertiente similar que consiga convertirse en una excusa más para acercarnos a FIFA Ultimate Team, al vicio que proponen sus piques online y, por descontado, que tarde o temprano caigamos en la trampa de recurrir a nuestro bolsillo en vez de a las monedas virtuales que vamos acumulando.
Una nueva oportunidad de negocio
El sistema es igual de sencillo que el del juego de Blizzard, proponiéndonos formar nuestro equipo eligiendo entre grupos de cinco jugadores para cada posición del campo tras un pago de 15.000 monedas o una ficha de FUT Draft de las que podemos encontrar en los sobres que vamos ganando conforme avanzamos en el juego.
La idea abre dos puertas muy interesantes de cara a fidelizar jugadores y enganchar a los nuevos. A los primeros les propone un reto con el que ganar más sobres y monedas si consiguen superar los cuatro partidos que tienen por delante, mientras que a los segundos les dan la opción de ganar premios mientras juegan con un equipo aleatorio donde podrían caer estrellas capaces de ensombrecer a su equipo FUT de principiantes
De hecho puede que FUT Draft sea la única opción para muchos jugadores de poder crear un equipo de ensueño con cracks como Messi o Cristiano en el mismo equipo, así como los jugadores leyenda que llegarán a Xbox One de forma exclusiva con la intención de que unir a Pelé y Maradona en nuestro equipo no sea un problema.
Tal vez su peor fallo es obligar al jugador a que encare el reto como un todo o nada en el que la competitividad online podría acabar limando sus posibilidades. Recuperando la idea de la Arena del citado Hearthstone, allí el pago inicial siempre es más alto que el de un sobre de cartas normal, pero todas las posiciones en la tabla del desafío tienen premio, incluida la primera dando lugar a conseguir un sobre por algo más de dinero de lo habitual pero sin tener que marcharnos con las manos vacías.
La historia de FIFA Ultimate Team
¿Cómo un modo adicional de un lanzamiento a todas luces secundario para el mercado como el de UEFA Champions League 2006-2007 puede acabar convirtiéndose en la principal baza de una saga que siempre ha funcionado a las mil maravillas y no necesitaba nada más para seguir en la cresta de la ola?
Básicamente los ingresos por micropagos son los principales culpables, tanto los reales que ayudan a que los resultados del año fiscal de EA sigan subiendo año tras año como la espuma (más de 1.000 millones de dólares durante el año pasado) como los potenciales, gracias a esa cifra de más de 20 millones de jugadores que han pasado por FIFA Ultimate Team desde su lanzamiento en FIFA 09.
Allí llegó como una adaptación de lo mostrado en UEFA Champions League, añadiendo la idea de la economía virtual al mítico hobby de coleccionar jugadores mediante un DLC de pago. El poco crecimiento del millón de jugadores que tenían en FUT en FIFA 09 a los 1,3 millones de FIFA 10 consiguió que el carácter free-to-play del añadido se materializase por completo en la siguiente edición.
Ya en FIFA 11 vivimos la llegada de FUT de forma gratuita viendo cómo el número de aficonados al nuevo modo de la franquicia subía hasta los cuatro millones, y el hecho de publicarlo en el mismo disco en vez de ofrecerlo como contenido descargable adicional consiguió que en FIFA 12 la cifra casi se duplicase.
Los cambios en las reglas de este negocio han sido mínimos desde entonces, permitiendo a los jugadores seguir jugando torneos para conseguir dinero con el que comprar nuevos sobres y mejorar tu equipo mientras se añadían cosas como la customización de la equipación, tablas de puntuación, los jugadores Leyenda exclusivos de un acuerdo con Microsoft o, como no podía ser de otra forma, todo lo que huela a que el usuario pueda dejarse dinero también desde la aplicación web o la de su smartphone (iOS y Android).
¿Se comerá FUT a FIFA?
Más allá de los cambios jugables que hemos podido ver en nuestro análisis de FIFA 16, está claro que la niña bonita de EA y la apuesta principal de la franquicia es FUT así que, ¿no sería más fácil limitarse a trabajar en ese campo con una edición que se vaya actualizando año tras año en forma de free-to-play?
Para una empresa pequeña está claro que sería un pelotazo sin precedentes que, además, le ahorraría el dolor de cabeza de una distribución física y permitiría que el equipo de desarrollo se encargase de mejorar cada vez más el sistema de monetización de FIFA Ultimate Team y el enganche que puede suponer para el usuario, pero estamos hablando de EA.
Aunque la idea no deja de tener cada vez más sentido en un entorno en el que el giro hacia lo virtual y el abandono de lo físico parece cada vez más inminente, la clave a esa pregunta está en las ventas que sigue cosechando FIFA año tras año, no sólo destrozando las listas en su semana de lanzamiento, también manteniéndose a muy buen ritmo durante el resto del año.
Para hacernos una idea, en España el mes de agosto fue uno de los clave para FIFA 15 pese a llevar un año en las tiendas y estar a las puertas de una nueva edición. Ahora no sólo nos limitemos a sumarle el resto de países donde habrá vivido una situación similar, también metamos en el saco lo que arrastran los modos Ultimate Team de NBA Live, NHL o Madden NFL (el juego más vendido en Estados Unidos durante el mismo mes) y las ventas de sus ediciones físicas para ver, por si queda alguna duda, que EA tiene un negocio en sus manos que ya lo quisiera cualquier otra compañía.
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