Las provincias de Zamora y Palencia se preparan para recibir de nuevo a un inquilino olvidado: el lince ibérico

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Poco a poco se van sentando las bases para el regreso del lince ibérico (Lynx pardinus) al norte de la Península. Las provincias de Zamora y Palencia podrían protagonizar nuevas sueltas de este animal aún en peligro de desaparecer de nuestro entorno.

Rumbo al norte. La La Junta de Castilla y León avanza con los trabajos técnicos para valorar dos áreas en la Comunidad Autónoma con capacidad de albergar nuevas poblaciones de lince ibérico. Las áreas en cuestión son los cañones del Duero (Zamora) y el Cerrato (Palencia).

Los primeros trabajos han servido para delimitar estas dos áreas y constatar que cumplen con los requisitos mínimos para la reintroducción del mamífero. Aquí son dos los factores clave: el terreno y la alimentación.

El primer requerimiento es que el área cuente con una extensión continua de al menos 10.000 hectáreas (100 km2). El segundo requerimiento es la existencia de una población de conejos suficientemente abundante como para permitir el asentamiento del felino.

También en Aragón. Las poblaciones de lince ibérico se encuentran hoy por hoy limitadas al sur y suroeste peninsular, pero quizás pronto se expandan no solo por la meseta norte sino también por el valle del Ebro.

Aragón cuenta con una docena de posibles emplazamientos que cuentan con aproximadamente medio millón de hectáreas (5.000 km²). Los planes de reintroducir el lince en esta Comunidad Autónoma datan de 2017, pero no ha sido hasta este año que el aumento en la población de conejos ha traído de vuelta este ambicioso plan.

Más de 1.600 ejemplares ya. Los esfuerzos por recuperar al lince ibérico avanzan poco a poco. El último censo, publicado en primavera de este año, hablaba de 1.668 ejemplares de lince ibérico censados en 2022. Esto es un incremento con respecto al censo previo (en 2021), que contabilizó 1.365 ejemplares.

El largo camino desde 2002. Cuando comenzaron los trabajos para recuperar esta especie en 2002 el número de linces ibéricos no llegaba al centenar. En dos décadas el crecimiento de las poblaciones de estos felinos ha sido de algo más del 1.670%. Aún no es suficiente.

El camino por delante. La supervivencia de uno de los animales más emblemáticos de la península Ibérica aún no está garantizada. La práctica desaparición de la especie supuso un “cuello de botella” biológico que aún amenaza a este felino.

Según datos del último estudio de CSIC, la población de linces aún tendría que aumentar entre un 50% y un 200% para garantizar la viabilidad genética de la especie. Esta viabilidad podría ser garantizada, explica el organismo, si la población de hembras reproductivas ascendiera de las 326 contadas por el último censo hasta las 1.100, tres veces más.

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Imagen | Konrads Bilderwerkstatt, CC BY 2.0 DEED

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