Istana Nurul Iman: la mansión más grande del mundo tiene 200.000 m2 y pertenece al sultán de Brunéi

Re87
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Ironías del fasto. Brunéi es un país de dimensiones modestas, con una extensión menor que la de Palestina o Chipre que lo sitúan en el TOP 35 de las naciones más pequeñas del globo, pero eso no le impide albergar el palacio más suntuoso que existe. Al menos si nos fijamos en su tamaño. Desde mediados de la década de 1980 acoge una descomunal mansión, el Istana Nurul Iman, que hace palidecer a Buckingham, Versalles o La Zarzuela y está reconocida incluso por Guinness World Records como el palacio residencial más grande existente.

Sus dimensiones desde luego quitan el hipo.

El Istana Nurul Iman cubre nada menos que 200.000 m2, una superficie que supera con creces los 77.000 m2 del palacio de Buckingham o 67.000 de Versalles. No es el único dato que da una idea de su desmesura. Por su interior se reparten 1.788 habitaciones, 257 baños, un gigantesco salón para celebrar banquetes de hasta 5.000 comensales y una amplia mezquita para un millar y medio de fieles.

¿Impresionado? Pues la lista suma y sigue.

Lujo formato XXXXL

Más allá de sus habitaciones, salones, baños, jardines e inmensos corredores, el lujo se extiende por el Istana Nurul Iman hasta llegar a las mismísimas cocheras subterráneas, con capacidad para 110 vehículos. Para el común de los mortales sería un espacio descomunal. No es el caso del inquilino de la mansión, a quien su amor por los excesos le ha llevado a hacerse con una colección que incluye 600 Rolls-Royce, 574 Mercedes-Benz, 452 Ferrari, 382 Bentley y 179 Jaguar.

Si aún así quisiera dedicar su tiempo a otra afición, más allá de los automóviles, tampoco tendría problemas. Istana Nurul Iman dispone de un establo climatizado pensado para acoger 200 caballos. En caso de que seas uno de sus invitados y no te apetezca cabalgar o que te paseen en un lujoso Ferrari o un Rolls-Royce por las calles de la capital de Brunéi tampoco tendrás problema. Tiene un helipuerto.

El palacio no solo destaca en dimensiones. El lujo va más allá de su descomunal planta y se deja ver en pequeños y carísimos detalles: a la hora de diseñarlo, sus arquitectos echaron mano de granito de Shanghái, cristal inglés, seda china, 38 tipos diferentes de mármol e incluso manillas de oro para las puertas.

Todo para dar forma a une peculiar construcción formato XXL que combina el estilo islámico y malayo y en la que participó, entre otros, Khuan Chew, quien dejó su huella en el emblemático Burj Al Arab de Dubái. El palacio dispone de su propia colección de arte, en la que se incluye un Renoir comprado por 70 millones.

re Patio del palacio.

La pregunta del millón llegados a este punto es… ¿Quién es su dueño? ¿Quién disfruta de sus lujos? A grandes palacios, grandes fortunas y poderes. Su residente es el 29º sultán de Brunéi, Hassanal Bolkiah, en el poder desde hace décadas y a quien en 2008 Forbes le estimaba un patrimonio de 20.000 millones de dólares, una generosa fortuna amasada gracias a las reservas de petróleo y gas del país.

Su fastuoso palacio se finalizó en 1984 —el mismo año en que Brunéi logró su independencia como protectorado británico— tras una inversión estimada en unos 1.400 millones de dólares. Desde entonces se alza a orillas del río Brunéi, a varios kilómetros al sur de la capital de la nación asiática, Bandar Seri Begawan.

Aunque el inmueble es la residencia del sultán sirve también como sede del gobierno de Brunéi. En 2021 Istana Nurul Iman fue de hecho el lugar que escogió Hassanal Bolkiah para celebrar su 75 cumpleaños. Pese a la pandemia, entonces aún en un momento crítico, acogió una recepción para 3.000 personas.

Si quieres conocer en persona el fastuoso palacio, eso sí, deberás planificar tu viaje con cierta antelación. Como detalla la guía Lonely Planet, el palacio solo se abre al público durante las festividades de Hari Raya Aidil Fitri, al final del Ramadán.

A lo largo de tres días el sultán permite un tour que, al menos por las cifras de afluencia, parece bastante demandando. En 2018 acudieron al palacio durante las jornadas de puertas abiertas más de 110.800 visitantes. Solo el primer día de la festividad de 2019 desfilaron por sus instalaciones cerca de 35.000 personas.

Si no consigues figurar entre ese selecto club de afortunados siempre puedes subirte a un barco y disfrutar de sus impresionantes vistas desde el río.

Al fin y al cabo puede que no sea el palacio más antiguo del mundo, ni el más pintoresco o el de mayor tradición; pero sí lo es digno del Guinness.

Imágenes: Istana Nurul Iman y Wikipedia

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