Bajar los precios ha afectado negativamente a Tesla. Elon Musk tiene una solución: bajarlos todavía más

  • La reducción de los precios ha provocado una caída en los márgenes de beneficios

  • El mercado se enfrenta a un enfriamiento, así que la solución son "coches más asequibles"

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Los resultados del tercer trimestre de 2023 no fueron del todo buenos para Tesla. Aunque Elon Musk se mantiene firme en la intención de entregar 1,8 millones de vehículos a final de 2023, las cifras apuntan a que el resultado final será inferior, pues necesitaría un mes de récord para alcanzar esta cifra. Pese a ello, los 1.32 millones de unidades entregadas en lo que llevamos de año ya es superior a la cifra de todo 2022.

Con todo, los inversores se han mostrado desconfiados de las cifras de la compañía. La caída en los beneficios netos ha sido de un 44% respecto a 2022, pasando de 3.292 millones de dólares a 1.853 millones en el tercer trimestre de 2023. Esta, junto a las polémicas declaraciones sobre el Tesla Cybertruck, que empieza a convertirse en un verdadero quebradero de cabeza para la compañía, han tenido sus consecuencias en bolsa.

La reducción en los precios de los automóviles ha llevado a Tesla a comerse gran parte de su margen de beneficios. Si hace un año éste era completamente excepcional en la industria del automóvil, ahora está dentro de los márgenes habituales de su competencia.  En julio ya contamos que la compañía estaba dilapidando su margen de beneficios y, en el tercer trimestre de 2023, la tendencia se agudiza, situando su margen bruto en un 17,9%, cuando hace un año superaba el 25%.

Parte de estos datos son consecuencia de las continuas bajadas de precios que sus coches han ido experimentando en 2023, especialmente en Estados Unidos y China. En estos momentos, el ticket medio de un coche de Tesla es de 37.500 dólares, según anunció Elon Musk durante la presentación de resultados. En Estados Unidos, los precios se han reducido más de un 4%, pero esto no está siendo suficiente.

Según apuntan algunos analistas, la demanda del coche eléctrico se está enfriando. Si comparamos con los datos del año pasado, los datos de Tesla son espectaculares, con crecimientos en las entregas por encima del 22%, pero la compañía ha perdido ritmo respecto al segundo trimestre del año.

A medida que los early adopters de la tecnología completamente eléctrica empiezan a perder fuerza, serán los compradores generalistas los que tienen que seguir engordando el volumen de ventas. Este crecimiento, por tanto, debería ser más comedido de lo que ha sido hasta ahora y las empresas empiezan a reajustar sus previsiones. Volkswagen es una de las que más fuerte está sintiendo este enfriamiento pero no es la única, Ford también apunta en la misma dirección.

La respuesta de Elon Musk es clara y sencilla: hay que bajar los precios.

Necesitamos coches más asequibles

"Tenemos que hacer que nuestros productos sean más asequibles para que la gente pueda permitírselos". Esta fue la respuesta que Elon Musk dio durante la última presentación de resultados de Tesla.

Según Musk, es la mejor estrategia para seguir vendiendo vehículos en grandes volúmenes y, con ello, alcanzar los resultados esperados. De hecho, la compañía está invirtiendo por primera en publicidad. "Informar a la gente de que un coche es genial pero que no lo pueden pagar no ayuda mucho. Eso es lo que se debe vender,  conseguir que el coche sea asequible".

Aunque la compañía haya introducido en el mercado modelos más accesibles y haya reducido los precios de los vehículos (entrando en los créditos a la compra en Estados Unidos), Musk también apunta a que los tipos de interés se han comido gran parte de esta reducción del precio.

En sus palabras, el crecimiento de los tipos de interés ha provocado que el cliente de Tesla esté pagando lo mismo que antes por sus Tesla Model 3 y Model Y, pese a que los precios iniciales de venta son mucho más moderados.

Pese a todo, Tesla puede mirar con cierto optimismo al futuro. Sí es cierto que sus datos no son tan espectaculares como antaño y que ha perdido parte de su ventaja competitiva, igualando el margen bruto de venta. Sin embargo, estos datos coinciden con cierres temporales en sus plantas para adaptar la línea de producción a los nuevos Tesla Model 3 y al futuro Tesla Cybertruck.

Es en este último modelo donde la compañía está teniendo más problemas. Según sus cálculos, a finales de noviembre deberían empezar las primeras entregas pero creen que tardarán entre 12 y 18 meses en conseguir que la producción de la pick-up empiece a tener un impacto positivo en las cuentas de la compañía. De momento, seguimos sin precios y sin presentaciones oficiales de un modelo completamente terminado.

Si las fábricas vuelven a funcionar a pleno rendimiento y las nuevas plantas empiezan a reducir el coste por unidad producida, Tesla puede seguir en su camino de reducir precios y poner contra las cuerdas a los fabricantes tradicionales que están sufriendo con cada reducción de precios de la compañía de Musk pues sus márgenes en el coche eléctrico son muy inferiores a los de Tesla.

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Foto | Xataka

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