La casa que os enseñamos no está hecha de madera, tampoco hay ladrillos u hormigón en su estructura, y es que el material principal en su construcción es el cartón. La otra cosa llamativa del proyecto Wikkelhouse es su modularidad.
Como una barra de pan cortada en rebanadas, así se presentan los módulos de esta singular casa. Los segmentos se colocan uno al lado del otro descansando sobre un chasis, y es expandible en opciones y tamaño, pero siempre de forma longitudinal, ya que el alto y ancho es el mismo en cada módulo.
Cada uno de esas secciones pesa alrededor de 500 kilos, y nos encontramos desde cocina a baño, pasando por espacios con ventanas, y finales y comienzos de la obra. Como os comentábamos unas líneas más arriba, todo descansa sobre un chasis, una especie de vía que se puede mover si así lo necesitáramos: cambiar orientación, mudarnos, etc.
Cada segmento de la casa se presenta como una rebanada de pan de molde, cada con 1,2 metros de ancho
El sistema para crear cada sección, no es tan sencillo, cada uno está compuesto por 24 capas de cartón corrugado, u ondulado, y en el interior hay una delgada capa de madera que hace al conjunto más resistente y duradero. Por último tenemos un tratamiento impermeable en el exterior, con un acabado en madera que lo hace más atractivo.
El cartón y derivados del papel se están haciendo populares entre los diseñadores, especialmente en proyectos enfocados en la sostenibilidad y los costes. Sus creadores aseguran que la Wikkelhouse puede tener una vida de 50 años y seguir en buenas condiciones.
Los creadores de Wikkelhouse son un colectivo de diseño llamado Fiction Factory, afincados en Amsterdam. Os quedará más claro el proyecto visitando su web, o viendo la galería y el siguiente vídeo:
Más información | Wikkelhouse
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