El último descontento de los habitantes de Hong Kong no tiene nada que ver con China: tiene que ver con Messi

El jugador argentino se pasó el partido más esperado de los fans en el banquillo. Y eso ha enfadado hasta al Gobierno

messi hong kong
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Carteles de Messi adornando toda la ciudad, un barco de Adidas navegando por el puerto, pantallas gigantes instaladas en los aledaños del estadio, tiendas temporales inspiradas en el jugador argentino…todo estaba dispuesto en Hong Kong para la llegada del ocho veces ganador del Balón de Oro, Lionel Messi, y de su equipo de la MLS, el Inter Miami, quien iba a enfrentarse en un partido de exhibición a un equipo local.

Legiones de fans llevaban meses esperando al jugador, hasta el punto de agotar las entradas en las primeras horas para lo que iba a ser una parada especial de la primera gira internacional del Inter Miami. ¿El precio de las entradas? Entre 113 y 4.880 euros. Según el organizador del evento, la empresa Tatler, el partido tenía como objetivo "elevar el estatus de Hong Kong como ciudad mundial de Asia".

También era parte de una estrategia turística de las autoridades de Hong Kong, que habían dedicado más de dos millones de euros en subvenciones al evento. Y, cuando por fin había llegado el día y miles de hongkoneses se agolpaban en las gradas del estadio del Hong Kong XI, Messi no salió al campo.

El que es considerado el mejor jugador de todos los tiempos se pasó todo el partido en el banquillo. Y claro, eso ha enfadado a muchos. Durante los primeros minutos del encuentro, los cánticos pasaron de "queremos a Messi" a "¿dónde está Messi?". Para más tarde convertirse en "¡Reembolso!".

“Esto no es sólo una decepción. Esto es una humillación para toda la comunidad de Hong Kong”, comentaba un fan en Instagram. "Seamos honestos, nadie iba a comprar una entrada si supiera que Messi no iba a jugar. Si está lesionado, no hay problema, lo entendemos. Pero anúncialo", le decía a la NBC un conocido comediante estadounidense residente en Hong Kong que incluso ha organizado una protesta en el distrito central de negocios de Hong Kong, sosteniendo un cartel que rezaba: "la mayor estafa".

Más tarde el entrenador del Inter Miami, Gerardo Martino, tuvo que salir a dar explicaciones y defendió su postura de no sacar al argentino al terreno de juego por no empeorar una lesión en el tendón de la corva de Messi: "Ojalá hubiéramos podido enviar a Leo y Luis al menos por un tiempo, pero el riesgo era demasiado grande. "Entendemos que muchos aficionados están muy decepcionados y les pedimos perdón", dijo Martino en la rueda de prensa posterior al partido.

El gobierno de Hong Kong, decepcionado

El propio gobierno de Hong Kong, que supuestamente había hablado con el Inter de Miami las actividades promocionales de Messi en la ciudad, también expresó su descontento en un comunicado. El Ejecutivo, que tampoco pudo traer a Taylor Swift en una gira por Asia, creía que la llegada de Messi era una buena oportunidad para mejorar la reputación de la ciudad: "Muchos aficionados de Hong Kong esperaban con entusiasmo el partido y muchos turistas vinieron sólo para el partido”.

Y va más allá. Señalan que revisarán con detalles los detalles de su contrato con el organizador para ver si se aplicaría una reducción de su financiación en consecuencia. De hecho, el ministro de deportes de Hong Kong, Kevin Yeung, había dicho que que el contrato del gobierno con Tatler Asia exigía que Messi jugara al menos 45 minutos, "sujeto a consideraciones de aptitud física y seguridad". Yeung tenía la confirmación de que Messi jugaría la segunda mitad pero luego eso no sucedió, siendo avisado 10 minutos antes del partido.

El lío entre Messi y Hong Kong ejemplifica cómo el fútbol se ha convertido en los últimos años más en un espectáculo que en una competición deportiva. Que ver a una superestrella de la talla de Messi o Cristiano Ronaldo es motivo suficiente para comprar una entrada que supera los 300 euros. De hecho, la semana pasada, el Inter Miami se enfrentó al Al-Nassr de Cristiano Ronaldo en Riad, Arabia Saudita, en un partido promocionado como "The Last Dance" (el último baile). Y los fans volvieron a criticar que Ronaldo no jugara por una lesión muscular y que Messi fuera suplente gran parte de la duración del partido. Querían ver a sus ídolos, y por eso habían pagado 300 euros.

Imagen: Tatler XFEST

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