Se le conoció como el rey de las criptomonedas cuando con poco más de 27 años fundó el exchange FTX, una de las empresas más brillantes del universo de las criptomonedas con una valoración que alcanzó los 32.000 millones de dólares.
Solo 10 meses después, el niño prodigio de las criptomonedas ha sido declarado culpable de siete cargos de fraude criminal por desviar más de 10.000 millones de fondos de sus clientes y provocar la quiebra de FTX y Alameda Research, su brazo inversor, en la que ya se considera como una de las mayores estafas de Estados Unidos superando incluso a la de Bernard Madoff.
Los cargos de los que se le acusa. Sam Bankman-Fried se ha pasado el último mes intentando explicarle sin mucho éxito a un jurado de Nueva York cómo su empresa ha perdido miles de millones de sus clientes. Según el fiscal Damian Williams, del distrito sur de Nueva York, Bankman-Fried perpetró “uno de los mayores fraudes financieros en la historia de Estados Unidos”
El tribunal ha encontrado a Bankman-Fried culpable de los cargos fraude electrónico y conspiración para cometer fraude electrónico contra clientes de FTX y contra inversores de Alameda Research, conspiración para cometer fraude de valores y conspiración para cometer fraude de materias primas contra inversores de FTX y conspiración para cometer lavado de dinero mediante la compañía de inversiones Alameda Research.
Una condena ejemplar. El jurado ha considerado probada la participación activa de Sam Bankman-Fried en los siete cargos que se le imputan. Tras cinco horas de deliberación el tribunal popular ha considerado culpable al joven empresario que puede cumplir una condena de más de 20 años por cada delito que se le imputa y 5 por cada uno de conspiración para cometer fraude de valores y materias primas. En total podrían llegar hasta los 110 años de prisión.
El juez Lewis Kaplan ha fijado una audiencia para el 28 de marzo de 2024 en la que se dictará una sentencia detallando las penas finales y abriendo el periodo de apelaciones. Bloomberg recoge las declaraciones del fiscal Williams, que ha recalcado que “La industria de las monedas digitales puede ser nueva, los inversores como Bankman-Fried podían ser nuevos, pero este tipo de fraude, esta clase de corrupción, es de los viejos tiempos. Este caso siempre ha sido sobre mentiras, trampas y robos, y no tenemos paciencia para ello”.
De tocar el cielo a caer a los infiernos. Hace solo un año, Sam Bankman-Fried ya se preparaba para el fin del mundo, pero ni siquiera podía imaginar que 2023 iba a ser el peor año de su vida mientras disfrutaba de una apacible vida llena de lujos en el apartamento de Bahamas que compartía con amigos y socios que han ido desfilando uno a uno ante el jurado de Nueva York desmintiendo las declaraciones juradas de Bankman-Fried.
Hace sólo trece meses, Bankman-Fried tenía una fortuna valorada en 26.000 millones de dólares con las que regó generosamente con millones de dólares las campañas a las presidenciales de los demócratas de Biden, pero también de los republicanos. Era lo que el propio Sam Bankman-Fried denominó como altruismo eficaz. Una suerte de inversiones de impacto 2.0.
Un millonario atípico. El ascenso de Sam Bankman-Fried cumple punto por punto con los estereotipos idealizados de la cultura del éxito de Silicon Valley: un joven brillante crecido en el seno de una familia acomodada al que se le dan muy bien las matemáticas que se licencia en física con especialidad en matemáticas y al poco tiempo decide emprender su propio camino haciendo lo que muchas empresas estaban haciendo con el dinero real con las criptomonedas. El cuento de hadas estaba servido.
Sin embargo, el aspecto permanentemente desaliñado, y sus maneras poco “profesionales” le daban el toque excéntrico a su imagen de nuevo rico. Bankman-Fried no renunciaba a sus siestas a media tarde en su oficina incluso en reuniones con ejecutivos de alto perfil, o se reunía con importantes inversores sin quitar la vista de la pantalla mientras jugaba al League of Legends.
Como adelantó Fortune en uno de sus titulares, “Su estrategia de inversión contraintuitiva le hará levantar un imperio o terminará en desastre”. Al final, fue lo segundo.
En Xataka | Sam Bankman-Fried fue un día el inversor cripto de moda. Hoy sobrevive en prisión a base de "pan y agua"
Imagen | FTX
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