Hay 195 países en el mundo. Algo más de 200 si atendemos a otros criterios. Dispersos en los más de 149 millones de kilómetros cuadrados que ocupa la zona terrestre de nuestro planeta, tenemos países y territorios realmente únicos y con características muy singulares. Sin embargo, en toda esa extensión y con tal cantidad de países, sólo uno está en los cuatro hemisferios.
Se trata de la República de Kiribati, un conjunto de islas con una historia peculiar y un futuro no muy esperanzador: está en serio peligro debido al cambio climático.
Cambiando de manos. Kiribati es un solo país, pero realmente es un conjunto de 33 atolones (formaciones de islas coralinas) y una isla volcánica en mitad del Pacífico. Entre ellas, hay algunas que están cerca y otras que están lejos y, aunque las dimensiones ‘terrestres’ son escasas (apenas 800 kilómetros cuadrados), ocupan un territorio de tres millones de kilómetros cuadrados. Algunas islas fueron pobladas por grupos de Micronesia que, durante el paso de los siglos, fueron mezclándose con otras civilizaciones como la polinésica o la melanésica.
Sin embargo, los españoles y portugueses llegaron en el siglo XVI y dominaron las islas hasta 1885. La cosa cambió cuando llegaron los británicos y, como si fueran el Museo Británico, se las agenciaran en 1892. Desde entonces, la cosa fue bastante movida: en la Segunda Guerra Mundial, los Japoneses ocuparon Tarawa (la capital e isla más poblada) y otros atolones. Allí se enfrentaron a Estados Unidos y, más tarde, la isla de Christmas fue el blanco de las pruebas nucleares de los británicos.
Christmas. Aunque Tarawa es la capital, con una población de más de 40.000 personas de los más de 110.000 habitantes de Kiribati, quizá la isla más famosa es Christmas. Hay varias 'islas de Navidad' por en mundo, pero Kiritimati se llama así porque, en 1777, el capitán británico Jakes Cook la bautizó de esa manera la víspera de Navidad de ese año. Kiritimati sería la forma más parecida de decir ‘Christmas’, ya que se pronuncia /kəˈrɪsməs/ y suena… parecido. Así que la isla se llama Kiritimati oficialmente.
¿Por qué es la más famosa? Pues porque está en la zona horaria más adelantada del mundo, la UTC+14 y es de los primeros lugares habitados del mundo que experimentan el año nuevo. Gracias a esto, seguramente habrás escuchado alguna vez en las noticias que, cuando tú estás despertando el 31 de diciembre, hay quien ya está en el 1 de enero.
La ONU sólo da malas noticias. Kiribati se independizó en 1999 y prácticamente desde entonces ha vivido envuelta en polémicas políticas de diversa índole, pero vamos a lo realmente llamativo de este país. A comienzos de la década de los 80, había zonas con una sobrepoblación extrema, por lo que el Gobierno decidió que sería buena idea reubicar a la población en islas menos habitadas. Además, esto coincidió con un informe de la ONU que calificó Karibati como uno de los países más pobres del mundo.
Por si esto no fuera grave, en 1989 la ONU volvió a hablar sobre las islas: debido al calentamiento global, Kiribati sería uno de los primeros países en desaparecer de la faz de la Tierra. Anote Tong, presidente de las islas a comienzos de los 2000, inició una petición para que la comunidad internacional ayudara a reubicar a la población ante tal amenaza, señalando que algunas comunidades ya habían sido desplazadas y que habían perdido cosechas debido a la subida del nivel del mar. ¿De verdad es una amenaza? Pues… sí, ya que algunas de sus islas está a tres metros sobre el nivel del mar.
Escenario de película apocalíptica. La predicción es que los atolones sean engullidos antes de que finalice este siglo y, durante la gira de petición de ayuda, Tong aseguró que ya había familias que habían perdido sus casas debido a ese aumento del nivel del mar. Pero el cambio climático no estaba amenazando el futuro de las islas, sino también su presente. Debido al cambio climático, desastres naturales como huracanes o lluvias torrenciales se estaban produciendo con mayor frecuencia en el país.
Y, por si fuera poco, el exceso de la salinización del agua está provocando que haya escasez de agua dulce por contaminación de los pozos debido a la gestión de residuos y a que entra agua marina, lo que no sólo afecta al consumo, sino a los cultivos. La pesca es una fuente vital de alimento y la escasez de la misma está llevando a la importación masiva de alimentos procesados que están provocando un aumento de obesidad en la población. Según los cálculos, Kiribati necesitará un 50% más de alimentos para el 2030 y, actualmente, el 38% de los hombres y el 54% de las mujeres sufren obesidad.
Refugiados climáticos. Cuando el presidente Tong pidió ayuda, sólo Nueva Zelanda se pronunció al respecto y se comprometió con esta reubicación del presidente de Kiribati. Los cálculos son que Kiribati se volverá inhabitable en 50 o 60 años y el presidente criticó en su día que había países que estaban hablando del cambio climático como freno de la economía, mientras que para ellos, el cambio climático implicará la desaparición del país.
Veremos qué ocurre y si las predicciones se cumplen, pero hace 16 años, Tong ya comentó que cada vez que subía la marea alcanzaba más territorio interior y que aldeas que se habían mantenido en un mismo punto durante más de un siglo, habían sido reubicadas en otros territorios insulares. Lo que está claro es que, con la subida del nivel del mar, territorios que están a dos o tres metros sobre el mismo quedarán anegados y, en el caso de Kirikai, eso implica un país entero. Y no son los únicos.
Imágenes | Gobierno de Kiribati, Ken y Visakha Kawasaki
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