Datos a 400 Gbps a lo largo de casi 13.000 km. Así se las gastan el doctor Xiang Liu y sus compañeros en el Bell Labs. Su objetivo es que las transmisiones de fibra óptica mejoren considerablemente para soportar el aumento de tráfico en las redes de todo el mundo.
La base de su idea no es desconocida. Se basa en la conjugación óptica de forma similar a como se produce la cancelación del ruido. En el caso de la luz, por el medio se enviarían dos haces de luz: el original y el conjugado con ayuda de un espejo. Haciéndolo así, la distorsión que introduce el medio, mayor cuanto más lejos queramos llegar con la fibra óptica, queda anulada en el destino, a la vez que se recupera la señal original.
Hasta ahora, para dicha conjugación de la señal original, se recurría a estaciones internedias que no siempre son posibles. La iniciativa de Bell Labs crearía esa señal complementaria en el origen, y pondría a ambas la misma información a transmitir.
En el punto de destino, ambas señales, afectadas por el ruido asociados a la fibra óptica por la energía que se le proporciona al haz de luz para hacerlo llegar lo más lejos posible, se unirían con el resultado de la recuperación de la señal original mediante la cancelación del ruido introducido al "compensarse" la forma de sus ondas.
Esta técnica permitiría enviar más información y más lejos. En sus pruebas, se ha alcanzado la cifra de 400 Gbps, muy lejos de la máxima velocidad comercial en la actualidad, que es de 1 Gbps.
Ver 16 comentarios