Dell Studio Hybrid, lo hemos probado

Dell Studio Hybrid, lo hemos probado
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El Dell Studio Hybrid al final ha resultado ser un equipo atractivo, que ocupa muy poco espacio y que destaca principalmente por poder moverlo de una estancia a otra sin más problemas que desconectar la pantalla y llevarnos con nosotros la fuente de alimentación, que es como la de los portátiles. Incluso más pequeña. Hay algunos ultraportátiles cuya alimentación ocupa mucho más que la de este Dell Studio Hybrid. Además, el consumo se asemeja al de un equipo portátil más que al de un ordenador de sobremesa al uso.

Como equipo principal es un ordenador más. Más silencioso y con una apariencia sobre la mes a que llama la atención. Muy cómodo la verdad.

Siendo un modelo de Dell, podemos optar por configurarlo a nuestro gusto con facilidad, aunque a un precio más elevado que si lo hiciéramos por nosotros mismos. En el modelo que hemos probado para Xataka escogimos una configuración media, con 2 GB de RAM y lector de Blu-Ray como elementos más destacados.

La elección más destacada es la del lector de discos Blu-Ray, y lo hicimos por un motivo básico: queremos usar este Dell Studio Hybrid como ordenador Media Center. Lo escogimos así por la combinación de su tamaño, consumo y ruido más reducido, y el lector de Blu-Ray que usaremos como fuente principal de alta definición en casa, conectado por HDMI al televisor LCD.

Y como tal no nos ha dado problemas. Gracias a la conectividad WiFi incorporada de serie pese a ser un equipo de sobremesa, ya nos libramos de otro cable de por medio, tanto para su uso como sobremesa tradicional, como para tenerlo en el salón digital. El teclado y ratón que vienen de serie tampoco usan cables para conectarse, lo que nos da más flexibilidad.

La opción de incorporarle un sintonizador de televisión no estaba disponible cuando recibimos la unidad de prueba, pero no hay problema en incorporarle un sintonizador externo de tipo lápiz USB. Entonces, en combinación con el disco duro, convertimos nuestro ordenador en un grabador de medios aceptable.

Como grandes pegas de este ordenador de Dell tenemos que hablar de los discos duros y la gráfica. Aunque en la mayoría de los casos vamos sobrados con las configuraciones disponibles, no podemos escoger discos duros de más de 320 GB ni tampoco de 7200 rpm. Y la opción de poder colocarle una gráfica dedicada tampoco es posible, cuando dado su posible carácter multimedia e incluso de ordenador para jugadores conectado al televisor, hubiera venido muy bien.

Por último, las carcasas de colores de este sobremesa son intercambiables, pero de serie solo tenemos el color gris. Si queremos optar por otro tono tendremos que pagar 35 euros por cada color extra, y más de 100 por el modelo con exterior de bambú.

En Xataka | Dell Studio Hybrid.

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