Nike le acaba de hacer un corte de mangas al trumpismo (y la jugada le ha salido redonda)

Nike le acaba de hacer un corte de mangas al trumpismo (y la jugada le ha salido redonda)
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“Cree en algo, aunque eso signifique sacrificar todo lo demás”. Nike lanzó ayer, a escasos días del comienzo de la nueva temporada de la liga de fútbol americano, una campaña en conmemoración de los 30 años de su popular “Just do it”. Y no podían haberlo hecho mejor: una repercusión mediática (en forma de publicidad gratuita) alucinante, pero también el apoyo de cientos de miles de personas.

Colin Kaepernick: se trata de un conocido ex quarterback de la NFL, y decimos ex jugador porque ningún equipo ha querido incluirle en plantilla en la pasada temporada, desde que se acabó su contrato con los San Francisco 49ers. Ahora mismo tiene 30 años, y aunque ya no está en la misma forma que cuando entró, sigue siendo tan bueno o mejor que algunos de los mariscales de campo de algunos de los 32 equipos de su liga. Si es por puras cifras deportivas, no se explica que no esté jugando. Tampoco por su popularidad: es el 39º jugador más exitoso en ventas.

Blacklivesmatter: como muchos recordarán, en 2015-2016 saltaron a la luz una serie de escándalos sobre la brutalidad policial contra los afroestadounidenses que impulsó este movimiento por los derechos civiles. A finales de 2016, Kaepernick se hizo célebre arrodillándose delante de los estadios durante la interpretación del himno a modo de rechazo de un modelo de país que desprecia y pisotea a parte de esa población a la que él pertenece. En un país que venera tan profundamente sus símbolos, esto prendió la mecha de una gran polémica nacional. Al quarterback se le sumaron otros compañeros en inicio, pero Trump y sus múltiples seguidores criticaron el gesto, hasta tal punto que el presidente le dijo a los dueños de los clubes que le encantaría que “se expulsase a ese hijo de perra del campo ahora mismo”. La NFL dio largas, se marginó a Kaepernick y los demás jugadores callaron.

Turba enfurecida: como probablemente también preveía el grupo, ayer mismo varios estadounidenses empezaron a protestar contra la marca quemando sus productos. Otros, uniéndose a la fiesta, comenzaron a celebrar el gesto escribiendo “Nike” en sus billetes, entre otras acciones. Los aficionados a este deporte encontrarán difícil boicotear a Nike, ya que es el proveedor oficial de la liga y de sus 32 equipos. La marca seguirá siendo ubicua en los campos este 2018-2019, y con la campaña lanzada ayer todos los jugadores portarán, voluntariamente o no, una símbolo en forma de V estilizada que recuerde a todos los espectadores que uno de los promotores más importantes del juego a nivel nacional está en contra del estado actual de las cosas (y, sí, también en contra de Trump).

Reivindicaciones lucrativas: Nike patrocinaba al jugador desde los inicios de su fase de estrellato, allá por 2011, y como se ha difundido ayer la corporación ha mantenido al jugador en nómina durante todo este tiempo, incluida la temporada 2016-2017, cuando le estalló en la cara la controversia y se quedó sin club en el que jugar. Aunque se tratan de acuerdos publicitarios millonarios, no es de extrañar el interés de la marca deportiva en mantenerse cerca del mariscal: pese a que no ejercitase sus músculos, Kaepernick seguía siendo uno de los rostros más populares de este deporte. Un "embajador de conciencia" de Amnistía Internacional y un protegido de Frank Serpico (famoso agente policial que luchó contra la corrupción) al tiempo que miles de aficionados al fútbol americano seguían haciendo de su camiseta la más vendida en las tiendas online. Justicia social que viste el símbolo del dólar.

¿Y qué va a hacer la NFL? Por el momento, ni la organización ni el sindicato de jugadores ha sido capaz de delimitar una política que aborde si los atletas pueden o no protestar pacíficamente antes de los juegos. Después de quedarse sin equipo Kaepernick presentó una queja formal contra los propietarios de la NFL alegando “confabulación” para privarle de derechos laborales como represalia “por el liderazgo y defensa del señor Kaepernick por la igualdad y la justicia social”. El mediador Stephen Burbank negó la solicitud de la liga para desestimar el caso, lo que significa que, como mínimo, existen pruebas suficientes para investigar las alegaciones del deportista.

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