17 cosas que Pedro Sánchez y sus ministros pedían hacer mientras estaban en la oposición

17 cosas que Pedro Sánchez y sus ministros pedían hacer mientras estaban en la oposición
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Ya hay nuevo gobierno. Pedro Sánchez hizo oficial ayer el nombramiento de sus últimas carteras, Interior y Cultura, a esta hora de la mañana todos los ministros han pasado por la Zarzuela para "prometer" su cargo. El nuevo equipo de gobierno de Sánchez se compone mayoritariamente de mujeres y está repleto de expertos en cada una de las áreas a tratar y de figuras muy técnicas con una profunda experiencia. De ahí que, en cierto modo, se haya despertado cierto hype.

¿Pero qué podemos esperar, en realidad, del gobierno de Pedro Sánchez? Una buena forma de saber por dónde se encaminará el ejecutivo es acudiendo a la hemeroteca y rescatando las ideas, propuestas y proyectos generales para España que tanto el propio presidente como sus nuevos flamantes ministros manifestaron antes de llegar al poder. Esta es una pequeña selección de planteamientos y marcos ideológicos desplegados por el nuevo gobierno durante los últimos años.

Destaca una clara vocación por los servicios públicos (tanto en educación como en sanidad), un claro respeto por la ortodoxia económica marcada por Bruselas (la presencia de Nadia Calviño en economía es el mejor ejemplo) y un proyecto territorial en ocasiones contradictorio, aún no definido pero, a priori, con una hoja de ruta para Cataluña muy distinta a la planteada hasta el momento por el Partido Popular. En 17 ideas:

1. Sánchez: ¿eliminar? el Ministerio de Defensa

Lo dijo Sánchez en una entrevista concedida a El Mundo cuando fue elegido Secretario General del PSOE. "¿Qué Ministerio sobra y qué presupuesto falta?", le cuestionó el entrevistador. "Falta más presupuesto contra la pobreza, la violencia de género... Y sobra el Ministerio de Defensa", respondió. Posiblemente fuera una respuesta inmediata y de cara a la galería, y no tanto una propuesta política seria, pero la frase terminó encabezando la entrevista. Es improbable que suceda.

2. Sánchez: "adecuar" el delito de rebelión

Pese a las acusaciones de Ciudadanos y de algunos medios conservadores, Pedro Sánchez tiene un largo historial de dureza retórica contra el independentismo. A su apoyo firme al artículo 155 de la CE, el nuevo presidente de gobierno añadió una propuesta muy comentada: "adecuar" el delito de rebelión a los hechos "subversivos" para con la Constitución (como los protagonizados por el Govern de septiembre a octubre del año pasado). Es decir, endurecer el Código Penal.

Merece la pena recordar que en la actualidad la utilización de "rebelión" por parte del juez Llarena ha sido muy discutida, dado que incluye la explícita necesidad de la "violencia". Es el gran obstáculo que separa a Puigdemont de su extradición efectiva desde Alemania.

3. Sánchez: impuesto a la banca para pagar pensiones

Moncloa Sánchez
Pedro Sánchez en Moncloa. (Víctor J Blanco)

Formulada a principios de año, en plena etapa de movilizaciones por las pensiones, Pedro Sánchez sugirió un impuesto a la banca que sufragara las jubilaciones del futuro. Sánchez sustentó su idea en el rescate bancario pagado "con el sudor de la frente" de todos los españoles (60.000 millones de euros a fondo perdido), por lo que sería "justo" que fuera la banca quien ayudara a sostener la inestable pirámide de las pensiones. Es incierto que la medida prospere en el Congreso.

4. Huerta: mano dura contra las descargas

En materia de propiedad intelectual y acceso a las obras artísticas digitales quizá podamos esperar pocos cambios respecto a las legislaturas de Rodríguez Zapatero. El nuevo ministro de Cultura, Màxim Huerta, lo ha dejado claro en más de una ocasión: "Contra la piratería, robar debería estar pensado". Huerta dibuja un escenario conservador y, a decir verdad, poco audaz del fenómeno de la cultura, la tecnología y las descargas en pleno siglo XXI.

Entre otras cosas, Huerta también ha planteado una "bajada del IVA cultural" en el pasado, algo muy reclamado por numerosos sectores, "porque de ahí viven conductores de camión que distribuyen, diseñadores que hacen portadas, secretarias que están cogiendo el teléfono en editoriales familiares... Y les parece algo menor", en referencia al gobierno anterior. Es esperable que el ministro trabaje en una propuesta que instaure un IVA reducido para libros o películas.

5. Huerta: ¿políticas antitaurinas?

Dado que Màxim Huerta ha sido tertuliano y tuitero antes que ministro, su hemeroteca está repleta de opiniones sobre casi cualquier cuestión. Una de ellas son los derechos animales: en diversos tuits, Huerta ha manifestado su apoyo al partido PACMA y su rechazo a determinadas prácticas taurinas, como el extremadamente polémico Toro de la Vega. Esto ha provocado que algunos medios taurinos o conservadores ya hayan advertido del "peligro" que corren los toros con el en el ministerio.

En cualquier caso, no se parece en nada a una política programática y es incierto hasta qué punto el gobierno de Sánchez querría meterse en semejante berenjenal.

6. Duque: más educación pública

Era previsible, pero no por ello menos reseñable. Numerosos ministros del nuevo gabinete de Pedro Sánchez son muy vocales en su apoyo a la educación pública. Quizá quien mejor lo ha resumido a lo largo de su carrera haya sido Pedro Duque: "Soy defensor de la educación pública, pero no porque sea la mía (...) sino porque tengo comprobado que la gente buena, y genial, está distribuida por igual". De aquí si es esperable alguna medida concreta en favor de la educación pública.

7. Calvo: una ley de igualdad laboral

Carmen Calvo
Carmen Calvo recibiendo la cartera de la vicepresidencia de la mano de Soraya Sáez de Santamaría. (GTRES)

La propuesta es de Carmen Calvo, vicepresidenta y previsible muñidora del programa de igualdad y feminismo del gabinete de Sánchez. Aparece citada expresamente en los "diez acuerdos de país" planteados por el PSOE de cara a su nueva andadura: una nueva "ley de igualdad laboral que ponga fin a la discriminación salarial de género, fuente de desigualdades también al llegar a la edad de retiro, y que conciba y regule la conciliación de la vida laboral, familiar y persona".

Calvo también ha perdido de forma clara que el gobierno saliente dispusiera de los 200 millones de euros comprometidos a la lucha contra la violencia de género, finalmente no presupuestados. Por aquí Calvo seguramente encuentre una vía muerta: son ya sus presupuestos. Al mismo tiempo, ha coqueteado en ocasiones con "constitucionalizar" la igualdad de género.

8. Sánchez: derogación de la ley mordaza

Pese a no tener mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados, el PP ha logrado mantener viva la Ley Mordaza hasta hoy. Es improbable que prospere tras la caída de Mariano Rajoy. Pedro Sánchez la ha criticado en multitud de ocasiones. En 2015 llegó a plantear un recurso de inconstitucionalidad, y el grupo parlamentario socialista ha trabajado con otras fuerzas políticas para derogarla una vez terminara el gobierno popular. Hernando, hoy defenestrado, llegó a considerar su derogación "imprescindible".

Es probable que sea una de las primeras medidas del gobierno de Sánchez.

9. Borrell: reforma de la CE para solucionar Cataluña

¿Qué podemos esperar del nuevo gobierno socialista en relación a Cataluña? El perfil del gobierno da algunas pistas, y la presencia de Borrell se antoja determinante. El ministro de Exteriores (destacadísimo durante el último año por su oposición al procés) ha manifestado en varias ocasiones la hoja de ruta que podría marcarse el PSOE: sentarse a negociar con las fuerzas independentistas, plantear una reforma de la CE y llevar la propuesta a un referéndum en toda España.

Es el posibilismo más común dentro del PSOE, lejos tanto de las posturas más conservadoras dentro de su propio partido como de los postulados "plurinacionales" de Podemos. También es enormemente compleja: el PSOE no tiene mayoría parlamentaria para asegurar una reforma constitucional que satisfaga a todas las partes, y mucho menos el peso electoral para obtener su aprobación en el referéndum. El diálogo, sin embargo, seguramente se abra.

10. Ribera: un "impuesto al carbono"

Resa Ribera
Teresa Ribera prometiendo su cargo. (GTRES)

La idea la ha deslizado en multitud de ocasiones Teresa Ribera, ministra de Medio Ambiente y reconocida activista por la transición energética. En esta entrevista a Cinco Días, Ribera deslizaba una idea muy presente en la vanguardia del pensamiento verde: introducir un "impuesto al carbono" que grave las actividades que emitan CO2. Según ella, debería ser "progresivo" e implementado con una fiscalidad bien "integrada" en otros tipos de mercados.

Reclama la acción de la Unión Europea y, en líneas generales, "un sistema fiscal (...) que dé e incentive las señales correctas hacia una transición energética". Probablemente su gestión ministerial camine por aquí, lo que supondría un giro radical del gobierno.

11. Montero: la reforma de la financiación autonómica

No es una propuesta como tal, sino una idea algo más abstracta pero muy trazable en el discurso político de la nueva ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Ha manifestado su deseo de reformar el sistema de finaciación en numerosas ocasiones. En esta entrevista, Montero afirma que "hay comunidades muy mal financiadas" (como Valencia, Andalucía o Murcia) y que "el resto de comunidades no tienen suficientes recursos (...) lo que se reparte no llega para asumir el coste de las prestaciones de servicios públicos fundamentales", un problema que liga al procés catalán.

Montero juzga clave la reforma para, entre otras cosas, asegurar la cohesión de España, y se opone con firmeza a acuerdos bilaterales (asimetría) que podría plantear el independentismo. Es un tema espinoso largamente aparcado en el debate público. La aritmética parlamentaria del PSOE impediría un proyecto tan ambicioso, pero la base ideológica está ahí.

12. Montón: "el fin del modelo Alzira"

¿Y en Sanidad? Al frente se ha colocado Carmen Montón, consejera de Salud de la Comunidad Valenciana, explícitamente apologeta de la sanidad pública y universal y contraria a las mayores concesiones a la privada. Es una política que choca con la popular, pese a que el gobierno central tiene concendidas la mayor parte de las competencias. Montón aspira a poner "fin al modelo Alzira" (el icónico hospital privado de Valencia) y podría impulsar una desprivatización general.

Montón ha sido muy criticada por los medios conservadores en Valencia. La firmeza de sus ideas es clara, pero cómo las aplicará en el ministerio es, por ahora, un misterio.

13. Grande-Marlaska: ley de protección animal

Grande Marlaska
Grande-Marlaska recibiendo la cartera de Interior. (KLA/GTRES)

Un idea singular dentro de la trayectoria política de Grande-Marlaska: una Ley Estatal de Protección Animal. Al igual que Huerta, Grande-Marlaska es un destacado animalista, y ha planteado el proyecto en varias ocasiones con objeto de unificar criterios y establecer bases comunes que garanticen "la salud física y psicológica" de los animales. En la actualidad hay 17 leyes distintas (en ocasiones muy dispares) y Marlaska podría proponer desde Interior aunar todas en una sola.

Sobre si la ley cubriría prácticas taurinas, Marlaska no se ha llegado a pronunciar. Sí ha sido muy crítico con el Toro de la Vega y otros "juegos" taurinos.

14. Ribera: "no" a la nuclear

Otro aspecto destacado de la nueva ministra de Medio Ambiente: es reacia a apostar por la nuclear. Lo ha manifestado en diversas ocasiones, y sí representa un principio político consistente. Dada la polémica reciente del gobierno con Garoña, es una cuestión crucial a la hora de diseñar el horizonte de "transición energética" que propone. No habrá prórroga de nucleares bajo su mandato, y posiblemente asistamos a un cierre progresivo de centrales térmicas de carbón.

Es algo que está dentro de su mano, y que podría definir a corto plazo el horizonte energético de España. También es una postura controvertida: las renovables aún no llegan a cubrir la demanda energética creciente de los países occidentales, y sin la nuclear es improbable que podamos "descarbonizarnos".

15. Sánchez: ¿la España plurinacional?

Fue uno de los giros ideológicos más particulares de Sánchez tras su viaje del héroe. El Pedro Sánchez saliente de las segundas primarias victoriosas era, a priori, más de izquierdas, y también más abierto a la reforma territorial de España. Su planteamiento "plurinacional", muy similar al de Podemos, ha sido explícito pero también errático durante el último año. Requeriría de una reforma constitucional hoy improbable, pero serviría como zanahoria en la negociación con las fuerzas independentistas.

Choca frontalmente con gran parte de su partido y con todo el espectro conservador español. Más allá del discurso, es poco probable que prospere en forma de reforma constitucional. No en esta legislatura, al menos.

16. Batet: federalismo sí, consulta no

Mertixell Batet
Mertixell Batet. (OSCE Parliamentary Assembly)

Otro matiz dentro del discurso territorial del nuevo gobierno: apuesta por el federalismo pero rechazo a una consulta de autodeterminación de Cataluña. Es el planteamiento que también hace Josep Borrell y corresponde, en esta ocasión, a la nueva ministra de Política Territorial, Meritxell Batet. Su federalismo, marca de la casa del PSC, es proverbial, y es la base sobre la que aspira a "la modernización del Estado autonómico". Parte del "diálogo" con los independentistas.

Pero al mismo tiempo, Batet es reacia a un referéndum, como explicaba en esta entrevista a Vanity Fair: "El derecho a decidir es un debate que no aporta una solución. Acordar una consulta o referéndum no aporta solución, ya que lo que dices a la población es que vote un sí o un no, y lo que nosotros defendemos es que se vote un acuerdo, es decir: en primer lugar, que seamos las fuerzas políticas las que nos sentemos y hagamos el esfuerzo de llegar a un acuerdo".

En muchos sentidos, es paradigmática de la previsible nueva política territorial del gobierno: diálogo territorial sí, pero dentro del encaje constitucional.

17. Valerio: por el Pacto de Toledo

El debate sobre las pensiones se antoja clave para el futuro económico y social de España. En ese sentido, Magdalena Valerio, nueva ministra de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, ha explicado en numerosas ocasiones la necesidad de mantener el Pacto de Toledo. La política en materia de pensiones por parte del PP y las movilizaciones callejeras ante posibles recortes colocaron al PSOE, y a Valerio de forma nítida, en el mantenimiento del pacto y el blindaje a las partidas.

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