Gracias a la tecnología láser, en la Universidad de Missouri han descubierto que con el simple sonido de sus enemigos al masticar hojas, las plantas comienzan a activar sus defensas. Sin presencia de orugas físicamente.
Tras grabar el sonido de las orugas al masticar las hojas de determinadas plantas, los responsables del estudio pusieron este peculiar sonido a uno de dos grupos de plantas. Solo éstos, al reconocer las vibraciones concretas que producen las orugas al comer sus hojas, activaron su principal medida de defensa con el agresor, consistente en segregar un aceite que resulta insoportable para las orugas y que provoca que éstas abandonen las hojas.
En el estudio también se demuestra que es esa vibración característica del masticar de las orugas las que provocan la activación de la defensa, y no cualquier otra procedente por ejemplo del aire o sonidos externos. Esto, para los investigadores, es un gran paso para poder provocar de forma "artificial" la defensa natural de las plantas para evitar plagas sin el uso de elemento extras.
Más información | Universidad de Missouri (gracias Emma)
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