El bosque de Pando es considerado el organismo vivo más grande del planeta. El motivo es que todos los árboles de este bosque son, en realidad uno solo. A diferencia de los árboles “convencionales” que cuentan con un tronco, Pando cuenta con alrededor de 47.000 troncos individuales interconectados a través de una maraña de raíces.
Sin embargo, su enorme masa de 6.000 toneladas y su extensión de 40 hectáreas no hacen a este árbol-bosque inmune ante ciertas amenazas. Y la principal amenaza para este organismo tiene cuatro patas y cornamenta. Se trata del ciervo.
El un artículo reciente para The Conversation, el biólogo de la Universidad de Newcastle Richard Elton Walton ponía el foco en el riesgo que la sobrepoblación de estos animales está suponiendo para este megaorganismo.
Dos especies de ciervos son las habitualmente mencionadas en este contexto: el ciervo mulo (Odocoileus hemionus) y el ciervo canadiense (Cervus canadensis). Según explica Walton, la población de estos animales ha crecido en los últimos años, en buena parte debido a la desaparición de sus dos principales depredadores: los lobos (Canis lupus) y los pumas (Puma concolor).
Los árboles individuales de Pando, es decir, sus troncos tienen un ciclo vital similar a un árbol convencional: crecen, mueren y su descomposición deja el lugar a nuevas ramifiaciones. El problema es que estas nuevas ramificaciones son objeto del hambre de los ciervos. Estos consumen la copa de las ramificaciones impidiendo que la planta crezca.
Prueba del impacto de estos animales está en una sección del bosque que fue vallada para retirar los troncos caídos. Según relata Walton, esta zona ha visto un nivel de crecimiento notablemente mayor que el observado en el resto del bosque.
Walton no es el primero en llamar la atención sobre esto problemas. En 2018, una investigación publicada en la revista PLoS One, también ponía el foco en las poblaciones de ciervos y la amenaza que suponían para la supervivencia de Pando. En el artículo los investigadores Paul Rogers y Darren McAvoy sugieren un mayor control de estos herbívoros mencionando el éxito del vallado.
Más allá del ciervo
Los ciervos pueden ser la gran amenaza a la que se enfrenta este bosque, pero no la única. Es más, si el apetito de estos animales por sí mismo difícilmente podría suponer una amenaza para este entorno, sino que es su coincidencia con otras amenazas la que pone en riesgo la pervivencia de este árbol.
Una de las amenazas mencionadas por Walton es la de las enfermedades como las manchas de las hojas, o infecciones por hongos. Se trata de enfermedades afectan principalmente a los troncos más ancianos.
Otra de las amenazas viene dada por los cambios en el clima de la región, explica en biólogo. Pando habría surgido algo después del fin de la última era glacial, y habría prosperado en un clima cálido y estable. La posibilidad de que el cambio climático acabe afectando a Pando se centra en la experiencia con otros bosques de álamos en regiones donde la presión climática es mayor.
Pando es un bosque ubicado en el estado norteamericano de Utah. La estructura arbórea de este bosque está formada por decenas de miles de ramificaciones de un solo árbol, un álamo temblón (Populus tremuloides). Estas ramificaciones no solo están conectadas entre sí bajo tierra, también comparten una genética común que las delata como miembros de un mismo organismo.
Es común entre los árboles del género Populus, los árboles que comúnmente denominamos álamos y chopos, se expandan de esta manera, a través de diversos troncos pertenecientes a una misma planta. Sin embargo no conocemos ningún otro entorno en el que se alcancen las magnitudes de Pando.
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Imagen | Lance Oditt / Walter Siegmund (talk)
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