Situaciones extremas suelen llevar a soluciones desesperadas. En clave ecológica, el peligro de extinción de algunas especies ha llevado al hombre a inyectar material radioactivo a los cuernos de los rinocerontes. En Nueva Zelanda incluso se ha llevado a organizar un concurso de caza de gatos salvajes. Ahora, en Estados Unidos han tomado una decisión ciertamente impactante: una matanza de búhos.
El Plan. Con la idea de salvar a la especie del búho moteado en peligro de una posible extinción, las autoridades de vida salvaje de Estados Unidos están adoptando un polémico plan para desplegar tiradores entrenados en los densos bosques de la costa oeste. El fin: matar a aproximadamente medio millón de búhos barrados que están "desplazando" a sus primos.
Publicado hace una semana en una declaración oficial sobre el impacto ambiental, la agencia gubernamental proponía ese sacrificio durante un período de 30 años. En este punto, las autoridades también explicaban que aunque medio millón pudieran parecer una cantidad exagerada, en realidad el plan daría como resultado la eliminación anual de menos del 0,5% de los búhos barrados del país.
Por qué. La idea se ha presentado como forma de proteger al búho moteado del norte, una especie nativa del oeste de América del Norte que está cada vez más amenazada debido a la competencia del búho barrado, más grande y de reproducción más rápida. Además, se añade que la creciente distribución del búho invasor también podría poner en peligro el futuro de otra especie relacionada, el búho moteado de California.
Según explicó en un comunicado Kessina Lee, supervisora estatal en Oregón del Servicio de Pesca y Vida Salvaje, “el manejo del búho barrado no se trata de un búho contra otro. Sin una gestión activa del búho barrado, el búho moteado del norte probablemente se extinguirá en todo o en la mayor parte de su área de distribución, a pesar de décadas de esfuerzos colaborativos de conservación”.
La llegada de los barrados. Cuentan en los documentos que estas aves del este de EEUU invadieron el territorio de la costa oeste cuando se desplazaron al oeste del río Mississippi a principios del siglo XX debido a cambios inducidos por el hombre en las Grandes Llanuras y los bosques boreales del norte.
Desde entonces, los búhos moteados más pequeños no han podido competir con los invasores, que necesitan menos espacio para sobrevivir y son más agresivos que los moteados (disminuyendo sus poblaciones entre un 65 y un 85% entre 1995 y 2017 en algunas áreas).
Planes anteriores. Además, la idea es la consecuencia del fracaso de políticas anteriores para salvar a los búhos moteados, cuando se centraron en proteger los bosques donde viven, lo que provocó peleas por la tala aunque también ayudó a frenar el declive de las aves. La proliferación de búhos barrados en los últimos años finalmente socavó todo el trabajo anterior.
Defensa de los animales. Por supuesto, la polémica medida ha tenido su respuesta entre los defensores de los animales. La idea de matar una especie de ave para salvar otra ha dividido a los conservacionistas. De alguna forma también, recuerda a los esfuerzos gubernamentales anteriores para salvar el salmón de la costa oeste matando leones marinos y cormoranes que se alimentan de los peces, y para preservar las reinitas matando a los tordos que ponen huevos en sus nidos.
Cuándo y cómo se haría la matanza. Si el proyecto se acaba aprobando estos meses, la idea es que los tiroteos den comienzo en la próxima primavera. ¿Cómo? Se atrae a los búhos barrados usando megáfonos para transmitir llamadas de búho grabadas y luego se les dispara con escopetas. Los cadáveres se entierran en el mismo lugar.
Por supuesto, no podrá disparar cualquiera que tenga un arma. Únicamente podrán llevar a cabo la práctica aquellas personas capacitadas por el gobierno, y en ningún caso se permitirá la caza pública de búhos barrados.
Polémica, aunque amparada. Lo cierto es que aunque pueda parecer una medida extrema, matar una especie para salvar otra está tipificado en virtud de la Ley de Especies en Peligro de Extinción de Estados Unidos. A este respecto, y según la investigación de la agencia gubernamental, “la eliminación del búho barrado, como toda gestión de especies invasoras, no es algo que el Servicio se tome a la ligera”.
En el estudio, indican que el Servicio tiene la responsabilidad legal de hacer todo lo posible para prevenir la extinción del búho moteado del norte que figura en la lista federal y apoyar su recuperación, “al mismo tiempo que aborda amenazas importantes para los búhos moteados de California”, zanjan.
Un coste desorbitado. Por último, la polémica también se ha traslado al importe que tendría un plan de este calibre: aproximadamente 235.000.000 de dólares, lo que lo convierte en uno de los proyectos de gestión de especies en peligro más caros de la historia.
Además, se advierte entre las asociaciones defensoras de animales que la matanza masiva de barrados causaría graves alteraciones en los ecosistemas forestales y podría llevar a que otras especies, incluidos los moteados, sean asesinadas por error.
Otras medidas desesperadas. Lo cierto es que, aunque pueda parecer extrema, la medida no es ni mucho menos insólita. Lo contamos hace meses, para salvar especies, a veces hay que exterminar invasores, y la ciencia los tiene detectados desde hace tiempo. De ahí que incluso se hayan tomado medidas más drásticas con especies invasoras: comérnoslas directamente.
Imagen | Pexels, Bureau of Land, Tatiana Gettelman, Matthew Paulson
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