España quiere ganar la carrera por los biocombustibles, y para ello tiene un as en la manga: Bilbao

Bilbao Biocombustibles
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La industria de la automoción en nuestro país no deja de recibir noticias. En los último meses hemos conocido que Volkswagen invertirá miles de millones de euros en su planta de baterías en Sagunto. La noticia fue bien recibida en Almussafes, donde Ford mantendrá su fábrica viva. Eso sí, con miles de despidos.

También en Vigo pelean porque Stellantis les considere para fabricar nuevos vehículos eléctricos, aprovechando la segunda convocatoria del PERTE VEC, al tiempo que pelean con Asturias y regiones del extranjero por atraer a la primera planta de BYD en Europa. Al mismo tiempo, España empieza a erigirse como un hub del coche eléctrico.

Y a todo este salto de la nueva movilidad se une Repsol. La compañía, que también ha anunciado que ya tiene disponibles algunas estaciones de servicio con diésel 100% renovable y que éstas se extenderán hasta alcanzar el medio centenar, ya tiene el visto bueno para construir una fábrica de efuels en Bilbao.

Repsol producirá combustible sintético en Bilbao

El primer anuncio sobre esta planta ya se produjo en 2020, cuando se adelantó que la inversión sería de 80 millones de euros. Ahora, Repsol, que va de la mano de Aramco en esta aventura, ha confirmado que quiere tener este espacio funcionando en 2025. Para ello, la inversión final será de 100 millones de euros, si se cumplen los planes previstos.

En el último anuncio de la compañía, no se han dado detalles concretos de cuánto se prevé fabricar pero en 2020 sí se especificó que la idea inicial era empezar por 10.000 litros de combustibles sintéticos cada día. Una cifra que esperan que aumente hasta las 2.100 toneladas anuales, según recogen en Motorpasión.

Repsol

Para conseguir alcanzar estas cifras, la planta de Repsol en Bilbao contará con Petronor como socio. Éste será el encargado de aportar CO2 capturado de la atmósfera, enviando por un tubo el gas. Además, se utilizará agua de consumo ya desmineralizada para separar el oxígeno y el hidrógeno.

Con el uso de energías renovables, la producción de este combustible sintético debería ser neutra, pues el carbono expulsado por los motores de combustión debería ser compensado con la captura del mismo en la atmósfera. Esto es imprescindible para que la Unión Europea permita su consumo en los vehículos con motores de combustión nuevos vendidos más allá de 2035.

Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol, ha anunciado que el objetivo no es sólo nutrir vehículos, también ofrecer este combustible sintético a aviones o barcos, por lo que su instalación en el puerto de Bilbao es clave. También Elías Uzueta, responsable de innovación de Petronor, ha hecho hincapié en el lugar donde se levantará la planta, recalcando que “se está trabajando para que el agua que se usa en los electrolizadores pueda ser agua de mar o agua recuperada”.

El papel de los combustibles sintéticos en el futuro

El futuro de los combustibles sintéticos es complejo. A pesar de las presiones de Alemania, las presiones de la Unión Europea para adoptar al coche eléctrico llegarán mucho antes de 2035 y, con Euro 7 y los planes para 2030, un número considerable de fabricantes ha anunciado que sólo producirán coches eléctricos.

Al mismo tiempo, firmas como Porsche o BMW han asegurado que seguirán desarrollando motores de combustión. Los primeros, de hecho, cuentan con sus propia planta para producir este tipo de combustible y aseguran que pueden tenerlo a dos euros/litro. Habría que conocer, cuánto se encarecería con su distribución. Desde Transport & Environment (T&E), uno de los grupos de presión más importantes en Europa, aseguran que será difícil verlo por menos de tres euros/litro.

Pero, como indicaba Josu Jon Imaz de Repsol, quizás el futuro no está tanto en los vehículos ligeros y sí en el transporte pesado. De momento, electrificar la flota de camiones de la Unión Europea parece complicado pues el alto peso, de momento, limita seriamente la autonomía. El hidrógeno y la pila de combustible tampoco parece ser la mejor solución a corto y medio plazo.

Además, la aviación trata de buscar fórmulas más sostenibles a la quema de queroseno pero el avión eléctrico sigue pareciendo una uimera para el transporte comercial o de mercancías. De momento, España quiere tomar posiciones para un futuro donde el hidrógeno pudiera ser clave.

En Xataka | Ya tenemos el primer combustible sintético neutro en carbono. Podemos comprarlo a 2.800 euros/litro

Foto | Repsol

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