La compañía aeroespacial Lockheed Martin se ha asociado con General Motors para crear un nuevo producto en conjunto. No es un vehículo terrestre como nos tiene acostumbrados General Motors ni tampoco un vehículo espacial como nos tiene acostumbrados Lockheed Martin. Es una combinación de ambos conceptos, un vehículo lunar y eléctrico para la NASA.
Ambas compañías han revelado los planes que tienen para crear un vehículo autónomo similar a un buggy que permita a los astronautas moverse por la Luna más cómodamente. De momento se trata de un concepto y la idea es que esté listo para que la NASA lo utilice en su misión Artemis a la Luna.
Autónomo y diseñado para "largas distancias"
En el comunicado conjunto de ambas compañías han indicado que el vehículo utilizará la tecnología de conducción autónoma de General Motors y la experiencia espacial de Lockheed Martin. El buggy de momento se encuentra en sus primeras etapas de desarrollo, por lo que no hay muchos detalles sobre su tamaño, especificaciones o su peso por ejemplo. Esto último especialmente relevante cuando para ir a la Luna esencialmente cada gramo extra cuenta.
Un punto interesante es el de la autonomía de este vehículo. Las compañías han indicado que estará “diseñado para recorrer distancias significativamente mayores” que los buggies de las misiones Apollo. Décadas atrás, cuando Estados Unidos llegó con astronautas a la Luna, también utilizó buggies para moverse por la superficie del satélite. Una cosa no cambia en todo este tiempo: son vehículos completamente eléctricos.
La idea de ambas empresas es que la NASA compre este buggy para sus futuras misiones lunares. Estará pensado para perdurar y poder ser utilizado durante un largo periodo de tiempo. Esto es ideal para la idea de la NASA de crear una base lunar permanente.
La NASA ha pedido en estos últimos meses a las compañías privadas ideas para un vehículo de este tipo. Entre sus requisitos destaca que sea autónomo y que permita viajar distancias relativamente largas. Así mismo, piden que sea completamente eléctrico y que pueda transportar a al menos dos astronautas junto con sus cargas útiles.
Otro de los desafíos a los que se va a tener que enfrentar es al del entorno lunar. Un entorno lunar con temperaturas que pueden variar entre los 130 grados centígrados y los -140 grados centígrados. Por no hablar de la radiación solar y otros tantos factores a tener en cuenta al abandonar el planeta Tierra.
Más información | Lockheed Martin
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