Esta bestia submarina capaz de resistir 20 atmósferas de presión es el lujo hecho sumergible para millonarios

Hay sumergibles y sumergibles. Este es del tipo de los que probablemente nunca vas a tocar

Triton
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Su nombre da una pista de lo que tenemos entre manos: Triton 660/9 AVA. No es baladí que se haga referencia al dios del mar griego porque, en esencia, estamos ante el vehículo sumergible más potente y bestia jamás construido. Aunque hay que verlo en acción, lo que promete esta especie de nave de una película de ciencia ficción eleva a un nuevo nivel la ingeniería de este tipo de máquinas. Solo una pega: se ve, pero pocos lo podrán tocar.

Una máquina total en su interior. Estamos ante un sumergible con capacidad para nueve pasajeros, incluidos ocho invitados y un piloto, y de sumergirse hasta 200 metros con sus 11 toneladas de peso. La nave adopta una forma única de burbuja alargada que está diseñada para permitir a los pasajeros una vista panorámica de 360 grados de las profundidades del océano. Además, su diseño permite hasta 12 horas de operación submarina continuada.

En cuanto a comodidad, cuenta con un interior y asientos de acabados en cuero y la posibilidad, por ejemplo, de convertir la experiencia en una especie de “bar sumergible”. De hecho, la compañía explica que en cuestión de minutos se puede “transformar” en un bar, un spa o, si se quiere, un pequeño casino bajo el mar (diminuto, diría).

Triton

Qué es eso de las atmósferas. Sin duda, su función estrella es esa posibilidad de resistir 20 atmósferas de presión. En este caso, se hace referencia a la unidad de presión que ejerce la atmósfera terrestre al nivel del mar. Aproximadamente, por cada 10 metros descendidos, la presión aumenta en 1 atmósfera. Como referencia, los restos del Titanic se encuentran a unos 3.800 metros de profundidad, lo que significa que a esa distancia de la superficie, la presión es de unas 380 atmósferas.

Una bestia con años de desarrollo. Detrás de este modelo se encuentra Triton Submarines, compañía con sede en Florida que se ha hecho un hueco en el sector del lujo. De hecho, la empresa (el propio James Cameron invirtió hace unos años) se describe como única en la fabricación de sumergibles privados, una que cuenta con el certificado Full Ocean Depth tanto en el ámbito científico, industrial o turístico. Dicho de otra forma, cuenta con todos los protocolos de seguridad para que el viaje bajo mar sea el más seguro posible.

Así pues, esta pequeña bestia transparente y ultrarresistente está lista para zarpar. No en vano, Scenic Neptune II, como se ha bautizado a este primer modelo, ya tiene acordados varios cruceros de lujo con Scenic Luxury Cruises & Tours durante los próximos dos años en Australia, Indonesia, Nueva Zelanda, el Pacífico Sur y la Antártida Oriental.

Seguridad y precio. Por último, destacar tres puntos del sumergible en materia de seguridad. Por un lado, la incorporación de la tecnología Advanced Versatile Acrylics (AVA), que la compañía define como un casco de presión con un diseño insólito capaz de ofrecer tres veces el volumen interior de sumergibles tradicionales de doble casco (y tamaño similar). En segundo lugar, el diseño ha incorporado redundancia de sistemas críticos. Dicho de forma más mundana, la capacidad de que el sumergible salga a la superficie de forma segura si existe algún tipo de emergencia.

Finalmente, el modelo incorpora el sistema de pilotaje Halo Cockpit con el que se da un conocimiento total de la posición del submarino en todo momento. En cuanto al precio, no lo decimos porque no se ha hecho oficial y el primer prototipo está destinado a cruceros de lujo, pero cuando haya más Triton 660/9 en el mercado, intuimos que estará al alcance de muy pocos. Por cierto, la compañía ya contaba con una flota de sumergibles Triton catalogados por su capacidad de descenso (desde los 100 hasta los 2.200 metros de profundidad).

El mercado de viajes submarinos. El turismo de élite hace tiempo que se extendió más allá del suelo que pisamos. Los vuelos al espacio o las inmersiones submarinas son el último grito en este sentido. Hasta el accidente del año pasado, se podía visitar el Titanic, a 3800 metros de profundidad, por 250.000 dólares con OceanGate (han suspendido las expediciones). O el proyecto Proteus, la estación submarina para estudiar los secretos del mar que una vez soñó Costeau, y que posiblemente permita estancias (se cree que podría rondar los 50K euros).

Con todo, Triton es posiblemente la compañía del momento en cuanto a viajes submarinos de lujo. Los nombres de los inversores que apoyan la causa, como el mismo James Cameron, están haciendo posible estas rutas inimaginables hasta hace muy poco, como visitar la cima más profunda del planeta, la fosa de las Marianas. Inmersiones con unos sumergibles que cuestan, desde un mínimo de 2,5 millones de euros, hasta más de 40 millones los de gama más alta con la capacidad de albergar a hasta 66 huéspedes.

Imagen | Triton Submarines

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