Tras la presentación del iPhone X en la nueva sede de Apple en Cupertino, hemos tenido la oportunidad de acercarnos y echar un vistazo de cerca por primera vez al nuevo iPhone X. A partir de ahí os contamos los aciertos y errores alrededor de este nuevo lanzamiento de Apple.
Los cinco aciertos (necesarios) del iPhone X
Como ya hemos analizado en la detallada puesta de largo del nuevo iPhone X, este terminal de Apple recoge bastantes aspectos que considerábamos como necesarios en el iPhone. Eran puntos donde el iPhone X tenía margen de mejora pese a las buenas cifras de ventas que mantiene generación tras generación.
Pantalla AMOLED con HDR
Más allá del diseño o tamaño, lo realmente relevante de la pantalla del iPhone X es el paso a la tecnología OLED. Lo hace además con las mejoras propias de Apple, como TrueTone, subiendo el listón del contraste de anteriores iPhone, alcanzado una densidad acorde con la gama alta (donde también había quedado rezagado el iPhone) e integrando HDR en sus dos variantes relevantes (HDR10 y Dolby Vision), como han hecho LG o Samsung con sus mejores terminales de este año.
Queda por ver, eso sí, si la calidad del panel OLED usado por Apple, tanto a nivel de subpíxeles como de posibles degradaciones, está a la altura. También en el brillo máximo, poco más de 600 nits, está bastante abajo respecto a las SuperAMOLED de Samsung.
Carga rápida (e inalámbrica)
Si bien la autonomía, sin ser de las mejores, cumplía en los pasados iPhone, el tiempo de carga de los teléfonos de Apple era una auténtica pesadilla. De nuevo ahí los rivales le sacaban una ventaja enorme.
Con la carga rápida queda solucionado ese hándicap. Y veremos si la carga inalámbrica que estrena el iPhone X, queda como con otras marcas en el olvido o logra potenciarse. Ahí ayudará que Apple haya sido sensato y apostado por un estándar como Qi.
Diseño sin marcos
Otro de los apartados donde en las comparativas con otros gama alta de nivel el iPhone quedaba en evidencia ha sido siempre el de los marcos y las dimensiones. El iPhone 7 Plus, con "solo" 5,5 pulgadas, era un terminal enorme en mano.
El iPhone "10" recoge el guante de los diseños sin marcos y más exclusivos para, además de llamar mucho más la atención, conseguir una diagonal larga en un espacio mucho menor.
Más modo retrato (también en cámara selfie)
La funcionalidad estrella ahora mismo en fotografía móvil, el modo retrato, se refuerza en el iPhone X. La cámara principal, con dos sensores más grandes y estabilización óptica en ambas, mejorará las fotografías con baja luminosidad, manteniendo el modo de zoom 2X tan adictivo para fotografía social.
¿Y la cámara secundaria? Apple le da el protagonismo que ya recibe de otras marcas y sube la resolución a 7 MP incluyendo mejoras para que esos selfies salgan mejor que nunca con un iPhone.
La tecnología de las entrañas del iPhone X
Gran parte de las novedades a nivel de software del iPhone X, entre ellas el reconocimiento facial o la cámara con detección de profundidad, salen adelante gracias al chip A11 Bionic de la propia Apple. Ya no estamos hablando solamente de potencia bruta, que la proporciona (incluso a nivel de gráficos con su propia GPU), sino del motor neuronal que tiene mucho que decir en el futuro del iPhone y la realidad aumentada.
Los cinco pasos polémicos
Entre las novedades del iPhone X nos encontramos también con funcionalidades, tecnologías y detalles que, a falta de probarlas más a fondo, nos generan dudas y hasta polémica.
Capacidades disponibles y precio
Apple nunca se ha caracterízado por tener un precio de partida de su iPhone que resultara satisfactoria en relación capacidad/precio, máxime cuando no permite ampliar la misma con tarjetas microSD. En este iPhone 10 avanza hasta los 64 GB como capacidad base para el nuevo iPhone X, lo que para ciertos usuarios puede ser suficiente recurriendo a respaldos y almacenamiento combinado con la nube.
Pero con un precio de 1159 euros, quizás esa capacidad se antoja insuficiente. Y todavía más si lo comparamos con el siguiente modelo, con capacidad mucho mator y acorde con estos tiempos (256 GB), a un precio también alto (aquí la evolución de los precios de los smartphones ajustados a la inflación) pero que nos deja la sensación de mejor aprovechamiento de nuestro dinero.
Cristal en la parte trasera
En parte por la llegada de la carga inalámbrica, el iPhone X realiza un regreso al pasado para ofrecer un cuerpo de una sola pieza con acabado en cristal. Aquí hay que estar atento tanto a las huellas, los reflejos y suciedad que pueda acumular el cristal como a la mayor fragilidad.
Pestaña en la pantalla
Del diseño del frontal del iPhone X nos quedamos sin duda con la alta propoción de aprovechamiento de ese espacio para dar protagonismo a la pantalla. Pero cómo lo ha resuelto Apple en la parte superior, con esa pestaña, no convence. No lo hace ni a nicel estético ni por ahora en cómo le sacarán provecho las aplicaciones, por mucho que esa zona siempre la haya ocupado en iOS la barra de estado.
Otro detalle que no nos concence en el diseño del iPhone X está en la doble cámara, como puedes ver en fotos que le hemos podido hacer en San Francisco. Con la trasera gris (que parece blanca en realidad), no pega nada.
Gestos para el control de la interfaz
Sin botón de inicio, el manejo del iPhone X se basará en gestos desde todos los lados. Por ahora y basándonos en lo que Apple ha mostrado y hemos podido tocar, los gestos funcionan, parecen intuitivos pero habrá que comprobar cómo de salvable es la curva de aprendizaje para cualquier usuario.
Por cierto, nos recuerdan mucho a lo que ya hace años que WebOS nos enseñó.
Fin del Touch ID
A falta de hacer pruebas y más pruebas con Face ID en diferentes situaciones de luz y entornos, el fin del Touch ID y la huella dactilar como método de identificación nos deja muy tristes. Funcionaba tan bien que pese a la mejora en seguridad que Apple dice que aporta la identificación facial, creo que la echaremos de menos.
Y para vosotros, ¿cuáles son los aciertos y errores del iPhone X?
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