Uno de mis stickers favoritos de WhatsApp dice "no te voy a decir que lo sabía, pero vamos, que se veía venir". Creo que nunca una frase tan corta ha resumido mejor la situación con Google Stadia, que hace tan solo unas horas anunciaba que su camino había llegado a su fin. A partir del 18 de enero, Google Stadia se irá para no volver.
Ya había habido rumores acerca de este cierre, rumores que fueron desmentidos por la propia empresa y que fueron usados a modo de meme para promocionar un juego el pasado 29 de julio. Cómo cambian las cosas. Y por si eso fuera poco, el cierre y su anuncio parecen haber sido catastróficos y desorganizados.
Aparentemente, los empleados de Google Stadia no sabían que esto iba a pasar y se enteraron poco antes de que se hiciera público. Bungie, que apostó por Stadia desde el día uno con 'Destiny 2', tampoco parecía estar al tanto y, por si fuera poco, hace tres días Google Stadia anunció el lanzamiento de un nuevo juego, 'L.O.L. SURPRISE!', que iba a llegar pronto al servicio. Y casos de desarrolladores que tenían planes para Stadia y se enteraron de esto a la vez que nosotros hay bastantes.
En cuestión de unos días, Google Stadia ha pasado de anunciar un juego nuevo a... cerrar. Y no te voy a decir que lo sabía, pero vamos, que se veía venir.
Crónica de una muerte anunciada
Google Stadia empezó regular. Allá por 2019, el servicio prometía lo mismo que todos los servicios de streaming de videojuegos que tenemos actualmente: romper las barreras del hardware, jugar en cualquier lado gracias a una conexión WiFi y, en definitiva, el futuro de los videojuegos. Promesas demasiado grandes para 1) una empresa sin experiencia en videojuegos y 2) una empresa con un historial de cierres por todos conocido.
Uno de los problemas con Google Stadia es que la mitad de las funciones sociales revolucionarias que prometieron con su lanzamiento llegaron tarde. Por poner algunos ejemplos, Stream Connect tardó unos meses en llegar, mientras que State Share se tomó casi dos años. No solo eso, sino que Google Stadia se lanzó el 19 de septiembre de 2019 y tardo prácticamente un año en ser compatible con todos los móviles Android y más de un año en llegar a iOS a través de una webapp.
A todo ello hemos de sumarle que durante los seis primeros meses, Google Stadia era de pago. Google tardó seis meses en lanzar una modalidad de acceso gratuito a Stadia, una modalidad que, por supuesto, estaba limitada con respecto a la de pago. En pocas palabras: si querías jugar a un juego en su máximo esplendor (dentro de lo que ofrecía Stadia), tenías que comprar el juego y pagar la suscripción.
Por no hablar de que el estudio de videojuegos propios liderado por Jade Raymond, Stadia Games and Entertainment, cerró tras algo más de un año. Raymond, posteriormente, fundaría Haven, donde acabarían terminando varios trabajadores de Google Stadia. Meses más tarde, Haven fue comprada por PlayStation para pasar a formar parte de sus estudios first party. El cierre de SG&E fue, para muchos, el comienzo del fin.
Luego dio algunos pasos hacia delante con el objetivo de ser una plataforma más atractiva para jugadores y desarrolladores, reduciendo las comisiones, lanzando una aplicación para televisores, integrándose en Gaming Hub de Samsung... Pero la realidad es que Google ha descuidado muchísimo el servicio, sin darle apenas difusión o publicidad. Ha habido alguna que otra promoción puntual, pero la cruda y dolorosa verdad es que Google Stadia nunca terminó de despegar.
La forma más fácil de ver lo descuidada que parecía estar Google Stadia es que cuando Google lanzó su Chromecast con Google TV no era compatible con Google Stadia. El dongle se lanzó en septiembre de 2020 y el soporte para Google Stadia llegó, ni más ni menos, que en verano de 2021. ¿No es un poco absurdo que tu dispositivo insignia no soporte tu ambicioso plan para el futuro de los videojuegos?
Pero lo peor de todo es que, siendo un servicio lejos de ser perfecto, Google Stadia funcionaba genial. Yo, personalmente, soy Founder, tengo dos mandos de Google Stadia y me he pasado 'Red Dead Redemption 2' y 'Assassin's Creed: Odyssey' en esta plataforma. Le he echado muchas horas a Stadia, jugando en las horas muertas a títulos como 'Thumper' y 'Little Nightmares', y el servicio era sólido. Conectado por Ethernet iba muy fino, pero también iba bien por WiFi.
Google Stadia era robusto. Es cierto que la fricción inicial, sobre todo en sus primeros compases, era alta, pero con el paso del tiempo se fue mejorando y el servicio cumplía con su cometido: ofrecer juegos y permitir jugar en la nube. Personalmente, considero que el juego en la nube está madurando y que puede ser una alternativa viable para no pocos usuarios, pero Google Stadia no ha conseguido sobresalir como, desde mi punto de vista, sí lo han hecho otras opciones.
Y es que, cuando Google Stadia se lanzó, NVIDIA GeForce Now ya estaba funcionando. Un año después, llegaron Xbox Cloud Gaming (integrado en Game Pass y una de las mejores opciones actualmente) y Amazon Luna (que todavía no ha salido de Estados Unidos y tiene un enfoque similar al de Stadia). En lo que a NVIDIA y Microsoft se refiere, sus respectivos servicios han mejorado mucho con el tiempo, y de qué manera, comiéndole la tostada a Google Stadia.
Google Stadia tenía una oportunidad de oro para destacar en el mundo de los videojuegos, para ser un servicio disruptivo (sin ser el primero, no nos olvidemos de OnLive) y dar un puñetazo sobre la mesa. Pero no. Sigo convencido de que el juego en la nube es el futuro y de que nuestra próxima consola será una aplicación en la tele, pero Google parece que, de estar presente, lo hará con su tecnología entre bambalinas.
Y ahora qué
Es una pregunta que muchos pueden hacerse: ¿qué pasará ahora con nuestros juegos y el dinero invertido en la plataforma? Pues que lo recuperaremos. Google reembolsará todas las compras de hardware, juegos y DLCs a los usuarios, algo que esperan haber terminado para mediados de enero de 2023.
El siguiente paso para los usuarios que quieran seguir apostando por la nube es sencillo: usar otro servicio. En España, los principales son NVIDIA GeForce Now y Xbox Cloud Gaming. En el primero, hay una creciente lista de juegos compatibles y diferentes opciones de suscripción, a cada cual con más tiempo de juego y calidad gráfica, incluyendo una opción totalmente gratuita. En el segundo, el catálogo está limitado al de Game Pass, que no es poco.
Ahora es el momento de pasar página. Si ya tenéis un mando de Stadia, podéis usarlo para jugar en PC mediante un cable. El Bluetooth, desgraciadamente, está bloqueado. Sería un puntazo que Google lo desbloquease para poder usarlo como un mando convencional para el móvil, pero no parece probable.
Hasta siempre, Google Stadia.
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