La idea de apagar fuegos sin añadir más humo al ambiente resulta cuanto menos atractiva, aunque no es barata ni de implantación inmediata. Pero cierto es que un cuerpo de bomberos ha ido más allá en la incorporación de vehículos eléctricos para apagar fuegos y la empresa que de momento parece liderar este sector es Rosembauer.
El fabricante austriaco propone una nueva generación de vehículos para apagar incendios con motor eléctrico, más ergonómicos, más conectados y con una iluminación más adecuada según describe. El concepto ha convencido al menos a un parque de bomberos que ya ha reservado el primero, aunque su producción aún tardará un poco en empezar.
Wifi, cámaras, diseño flexible y menos ruido
Aunque en la web del fabricante se hable de concepto (Concept Fire Truck), el CFT ha sido ya probado en Europa, concretamente en Ámsterdam y Berlín desde que se presentase en 2016. Se trata de un camión con un diseño relativamente más compacto que los camiones bomberos tradicionales y sobre todo de distinto acabado: nada del típico camión rojo, el CFT es verde para "incrementar su visibilidad así como enfatizar su importancia ecológica" (según Rosembauer).
Lo de relativamente más compacto es porque tiene un diseño flexible, prometiendo un radio de giro "significativamente menor" comparado con vehículos de la misma longitud y pudiendo ser algo más largo (mide 7,6 metros de largo y 3,06 de alto). Además, puede bajar entre 100 y 250 milímetros para que subirse a él sea más rápido y fácil, o bien subirse entre 350 y 480 milímetros para que pueda circular mejor en terrenos pantanosos.
El CFT integra un motor de 350 kilovatios (476 caballos), si bien también integra una unidad de diesel de baja emisión para poder extender la emisión de las bombas de agua más allá de los 30 minutos. La batería le da autonomía para unos 30 kilómetros según el fabricante y es más silencioso que un camión tradicional, aunque habrá que ver si se le incorpora alguno de los sonidos que ya vimos para los coches eléctricos con el fin de adaptarse a las normativas.
Además, dispone de cámaras, un sistema eléctrico de retrovisores y ESP, cuyas detecciones se "traducirán" también en señales en forma de vibración para avisar al conductor de posibles peligros en la calzada. También dispone de wifi y un sistema de control que permite también manejar drones.
1,1 millones de dólares por CFT
Han sido los bomberos del parque de Menlo (California, Estados Unidos) quienes han reservado uno de los camiones eléctricos de Rosembauer, aunque no parece que vaya a costar 6 millones de dólares como apuntaron en Electrek, sino 1.112.900 dólares tras el transporte y la inspección. Eso sí, la producción del camión se iniciará en 2021.
Desde el parque de bomberos estadounidense explicaban que muchas de las emergencias duran 30 minutos o menos, y que por ello este camión puede ser práctico (además de no ser tan perjudicial para el medio ambiente). El fabricante obviamente tiene fe en su proyecto y cree que la demanda global de vehículos con tecnología similar al CFT se plantará en torno a 3.200 unidades para el año 2030 y que entre 700 y 800 de estos vehículos ya podrían estar en servicio en Europa para 2025.
Imágenes | Rosenbauer
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