Al final tenía que llegar. Tanto tiempo soportando a los clientes pesados contándoles sus penas y aguantándolos con niveles etílicos desorbitados han hecho mella en la ilustre profesión de camarero.
Al menos en Corea, donde ya disponen de este T-Rot, el robot camarero/barman, capaz de seguir conversaciones a los clientes y traerles bebidas gracias a los sensores de sus manos que le permiten determinar el peso del elemento que cogen para así aplicar la fuerza justa, con un margen de error de tan sólo 10 gramos.
No se si las chicas pensáis lo mismo con el de la imagen, pero la versión femenina no debe de resultar igual de interesante que en la realidad.
Vía | OhGizmo y Techiediva.