El punto clave, a mi parecer, de los gadgets es en muchos casos la batería. Por eso cualquier adelanto o innovación en esa dirección me entusiasma.
La que os traemos hoy no parece que de momento tenga aplicaciones en los gadgets tradicionales, pero sí en dispositivos RFID, smart cards, LEDs en papel, entre otros.
Se trata de una batería que está literalmente incrustada en una lámina de papel. La batería de papel, como nos explican los compañeros de Genciencia, funciona básicamente convirtiendo energía química en energía eléctrica. El principio básico se basa en que en ambos lados de la batería (ánodo y cátodo) se produce una de las dos reacciones de oxidación-reducción: si en el ánodo se oxida un metal, en el cátodo se reduce un óxido cuando el circuito se cierra. En ambas baterías se consiguen tensiones nominales de 1.5V, y aproximadamente corrientes de 1.5 mAh.
Vía | Genciencia.
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