"Los que ayer conducían un Opel Corsa mañana irán en autobús": Volkswagen y el futuro del coche eléctrico en Europa

La industria europea aún no sabe cómo hacer un coche eléctrico barato, y quizá no lo sepa jamás

Autobus Opel Corsa
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Una entrevista con Jens Andersen, exdirectivo de Volkswagen y responsable de estrategia de la marca, levantó el año pasado una enorme polvareda. Además de sus duras palabras contra Tesla y Elon Musk, recogidas por Bussiness Insider, esbozó el futuro que anticipa para la automoción europea. Una visión que domina el horizonte de toda la industria.

El Opel Corsa. La parte más interesante de la entrevista es en la que Andersen hablava del estado actual de la industria, enfocándose en Alemania. Según el exdirectivo de Volkswagen, los precios de los coches eléctricos no bajarán a corto plazo y "los que ayer conducían un Opel Corsa, mañana irán en autobús".

Andersen explica que el acceso al coche será, cada vez, más complicado y asegura que el público alemán está optando cada vez más por servicios de suscripción y por el transporte público. Un camino que ya ha tomado, entre otros, Peugeot o Toyota, con el lanzamiento de sus últimos vehículos.

El volumen. "Durante mucho tiempo hubo una gran base de volumen para el negocio con motores de combustión interna, especialmente en el grupo VW. Esta base de volumen, a su vez, es esencial para una movilidad asequible", apuntaba Andersen.

Sin embargo, cuando se habla de coche eléctrico, aseguraba que "esta base de volumen no existe todavía y puede que no sea atendida por los fabricantes alemanes en el futuro. Su producción en Europa, a día de hoy, no será rentable en comparación con los vehículos fabricados en China". Los resultados los tiene claros: "El tiempo de la movilidad individual asequible made in Europe está llegando a su fin sin medidas adicionales de acompañamiento".

Abandonados. Esta dificultad para rentabilizar el producto hará que los grandes fabricantes alemanes se olviden de los vehículos de masas. Mercedes, BMW y hasta Volkswagen ya han confirmado que, al contrario que en épocas anteriores, sus estrategias de cara al futuro pasan por vender menos pero más caro.

No es la primera vez que se habla de esto desde dentro de la industria. Los consumidores de gamas bajas parecen abandonados por los fabricantes europeos y sólo China parece ser la salida. "Un vehículo como el MG4 Electric, que el grupo chino SAIC ofrece por unos 30.000 euros en Alemania, difícilmente sería rentable si se produjera en Europa. No a este precio y menos en las condiciones económicas actuales", apuntaba Andersen.

Misma estrategia. Andersen no está solo cuando habla en estos términos. Carlos Tavares ha hecho pública en diversas ocasiones su disconformidad con la entrada de fabricantes chinos al mercado europeo. Lo cierto, sin embargo, es que los fabricantes, europeos o no, han sido los primeros en buscar soluciones para rebajar sus costes de producción. Un ejemplo: centrarse en Estados Unidos, donde el Gobierno da importantes ventajas fiscales.

Lo mismo está haciendo Tesla también, gigafactoría en suelo mexicano mediante.

Expulsados. De una manera o de otra, las palabras de Andersen anticipaban un futuro en el que buena parte de los ciudadanos sean expulsados del vehículo en propiedad. O apuestan por servicios de suscripción y renting (una forma más accesible de acceder a un producto caro, aunque luego se pague más con el paso de los años) o tendrán que dejar el coche a un lado. Es una visión que comparte buena parte de la industria.

Sony y Honda ya anticipan alquileres a muy largo plazo para poder acceder a sus vehículos. ¿El motivo? El Afeela, el coche eléctrico que han diseñado de forma conjunta, será "un poco caro". Y los precios no sólo subirán en el terreno de los eléctricos, Andersen apunta en la misma línea que Renault, quienes anticipan coches de combustión más caros como consecuencia de Euro 7.

Un nuevo suelo. De momento, lo que parece claro es que tendremos un nuevo suelo para el sector de la automoción. Cuando los fabricantes han hablado de un nuevo "coche eléctrico barato" siempre han apuntado en la misma dirección: un coche de 20.000 euros que, además, ahora mismo es impensable.

Y el crecimiento en los precios de la oferta actual confirman que la tendencia es realmente alcista. Los últimos movimientos europeos por conseguir vehículos más eficientes y seguros también han tenido una clara contrapartida para el bolsillo de los compradores: un aumento significativo de los precios.

Foto | Mitchell Johnson

En Xataka | La industria se encamina a vendernos el coche eléctrico popular: dice que costará 25.000 euros para hacer 200 kilómetros


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