Lo que veis en la foto es el nuevo iPhone que ha salido a la venta en Brasil. Cuesta poco más de 200 euros al cambio y en vez de IOS, lleva instalado Android. No. No nos hemos vuelto locos. Lo que pasa es que este iPhone ha sido lanzado y comercializado por el fabricante brasileño Gradiente.
Más que el dispositivo en sí, que es un gama media sencillo en especificaciones, lo interesante del asunto está en el tira y afloja legal que se avecina. En el año 2000 (unos siete años antes de que el primer iPhone de Apple desembarcara en tierras cariocas) esta compañía se hizo con los derechos del nombre iPhone en el país, y ahora ha decidido comercializar un terminal bajo esa denominación.
Evidentemente, Gradiente tiene todo el derecho del mundo, por antigüedad, a usar ese nombre en Brasil. El caso es similar al de la compañía China Proview, a la que Apple pagó 60 millones de dólares para poder quedarse con la denominación en exclusiva. Es probable que el caso de este nuevo iPhone brasileño termine en un acuerdo similar.
El Gradiente iPhone es un terminal dotado de procesador a 700Mhz, doble ranura para SIM, 2GB de memoria interna ampliables mediante tarjetas MicroSD, y pantalla de 3.7 pulgadas con resolución 320 x 480 pixeles. La cámara es una cinco megapíxeles y el sistema operativo es un venerable Android en su versión 2.3.4.
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