Google lo ha vuelto a hacer. Sus oficinas están de nuevo en el punto de mira de las compañías de todo el mundo por los llamativos cambios que planea abordar para adaptarlas al trabajo híbrido, como antes lo estuvieron por las mesas de pimpón, las clases de spinning y otros de los muchos beneficios que ofrecía a sus trabajadores antes de la pandemia. Ahora los californianos afrontan un nuevo escenario laboral con una batería de iniciativas enfocadas a convertir sus espacios de trabajo en entornos más flexibles y colaborativos, sin puestos fijos y en los que los teletrabajadores se sientan integrados aún en la distancia.
Según explica The New York Times, Google está probando una serie de cambios entre los que se encuentran salas de reuniones en las que las sillas tienen pantallas para que “se sienten” los teletrabajadores, paredes hinchables para construir espacios privados o mesas que se ajustan automáticamente a la configuración del usuario cuando éste pasa su credencial para iniciar sesión.
La idea de Google es crear oficinas con menos puestos de trabajo y muy flexibles, en las que cada espacio pueda ser configurado para casi cualquier propósito en apenas minutos. Para ello, los californianos están probando mobiliario modular que se pueda ir cambiando conforme a las necesidades o los gustos de los empleados.
Uno de los nuevos espacios que más llama la atención es el bautizado como Campfire, salas de reuniones modulares y circulares en las que se van alternando asientos para el personal que esté en la oficina con monitores donde aparecen los teletrabajadores. En el centro de esta estancia hay webcams que retransmiten lo que está pasando para los empleados en remoto.
Estos espacios están compuestos por módulos independientes que tienen un asiento o un monitor y una porción de pared semicircular, de tal forma que, al unirlos, se pueden configurar salas de reuniones completas tan grandes o pequeñas como se quiera.
Paredes hinchables y asientos climatizados
La intención de Google es hacer espacios diáfanos, llenos de luz y sin paredes, pero también son conscientes de que éstas son necesarias en determinados momentos por privacidad o para mejorar la concentración. Por ello, además de los módulos de Campfire, otra de las propuestas que está estudiando para sus oficinas es la de muros de plástico hinchables, inflados por robots, que se pueden mover a placer y de forma sencilla por todas las instalaciones.
Y en lugares donde el clima lo permite, como Silicon Valley, los empleados podrán trabajar al aire libre, a pleno sol o protegidos por carpas semiabiertas, en mesas y butacas de jardín. Esta opción se pensó en un primer momento como medida para reducir el riesgo de transmisión del coronavirus, pero parece que se va a adoptar y mantener como un valor más de la flexibilidad que quieren ofrecer en sus oficinas.
Otro aspecto que quieren abordar los californianos es el de aumentar la comodidad de los empleados en las instalaciones para que se sientan como en sus casas, para lo que están estudiando la posibilidad de tener sillas con difusores de aire individuales para que cada trabajador controle la temperatura de su pequeño espacio de trabajo.
También quieren incluir en el reposacabezas de las sillas altavoces direccionales que reproduzcan ruido blanco para amortiguar el sonido ambiente y, de esta manera, reducir las distracciones y mejorar la concentración.
El escritorio se adapta a ti
Como el trabajo híbrido va a implicar que muchos trabajadores sólo acudan algunos días de la semana a la oficina, y el resto del tiempo trabajen a distancia, Google está desarrollando espacios de trabajo que se adapten al empleado con sólo pasar su credencial para desbloquear el equipo.
Así, al deslizar la tarjeta de empleado por el lector, la altura de la mesa y la inclinación del monitor se adaptan a la configuración que tenga guardada el trabajador, y en el equipo se abre la sesión de su escritorio remoto. Incluso disponen de marcos digitales para que aparezcan las fotos de la familia y la temperatura se ajusta a las preferencias que haya establecido.
Junto con estas medidas, Google va a disminuir el número de puestos de sus oficinas, pero ha asegurado que, al menos por el momento, no va a reducir el tamaño de sus instalaciones. Simplemente va a separar mucho más los espacios de trabajo, una petición que, al parecer, han hecho algunos empleados a raíz de la pandemia de coronavirus incluso para cuando todo haya pasado.
Para que esto funcione, Google está implementando entre sus empleados un calendario en el que deben señalar qué días quieren ir a la oficina, de tal modo que no haya más trabajadores que espacios disponibles.
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