Más de 23 millones de peruanos están llamados a las urnas el próximo mes de octubre para elegir a sus alcaldes y representantes regionales. Fiesta de la democracia, fulgor de ideas y propuestas, aires de cambio y esperanza, etcétera, etcétera, etcétera. Los comicios son de gran importancia para Perú, que elegirá a un amplio grueso de sus políticos para la legislatura entre 2019 y 2022. Hay mucho en juego. Y los políticos, que aspiran a la reelección o a entrar en las instituciones, lo saben.
Y para ello emplean sus mejores armas: los carteles electorales.
La propaganda electoral callejera sigue teniendo una importancia radical en casi todos los países sudamericanos, especialmente en barrios y poblaciones aún remotas o pobres cuya conexión a Internet es aún limitada. Los legisladores peruanos lo saben, y son muy conscientes de ello a cada elección: las calles de las barriadas y las grandes ciudades de Perú se llenan de rimbombantes, asfixiantes, omnipresentes carteles electorales. Tanto es así que se llega a exentos de "contaminación visual" en núcleos tan densos como Lima. Todos colocan su cartel.
Más allá de las regulaciones concretas que buscan poner coto a la locura propagandística que inunda el Perú cada ciclo electoral, hay algo que define los carteles políticos peruanos de forma excepcional: son loquísimos. Originales, coloridos, incomprensibles, absurdos, abiertamente cómicos. Los políticos peruanos, muchos de ellos quizá ajenos a toda comunicación política contemporánea, siempre nos regalan las campañas más psicodélicas que puedan imaginarse.
Gran decisión haber vuelto a Perú en época electoral. pic.twitter.com/UOlZ4D4xai
— ���� ��������� ����� � (@rodriguezramos_) 3 de agosto de 2018
Lo sabe bien José Rodríguez Ramos, periodista entre Buenos Aires y Lima, que tuiteaba esto el pasado viernes. Una selección de horrendos (y al mismo tiempo maravillosos) carteles en las que nos topamos con "ángeles" que salvaguardan a una ciudad, surrealistas imitaciones de La Casa de Papel, lemas en clave de guerra sexista y performances televisivas en las que una candidata contraía matrimonio con "la honestidad". ¿Campañas políticas modernas? Nada que hacer ante Perú.
Aquí va una breve selección de carteles electorales desplegados en esta campaña y en otras recientes que ilustran hasta qué punto la campaña peruana es pura magia.