Yo me dedico a escribir sobre ciencia y os juro por Darwin que pasan tantas cosas en el mundo de la investigación que enero de 2017 me parece historia antigua. Y sin embargo, 2017 ha sido un buen año para la ciencia y no deberíamos de olvidarlo. Esto es lo más fascinante que ha salido de los laboratorios en los últimos doce meses
Merry CRIPSRtmas
En medicina hemos descubierto que los pulmones no solo sirven para respirar; que somos capaces de crear seres semi-sintéticos; y que el apéndice nunca fue tan inservible como pensábamos (por eso hay médicos que quieren jubilar a las apendicitis).
Creamos un "fármaco contra todos los tipos de cáncer" que ni era nuevo ni vale para todos los tipos de cáncer, pero que aún así es un avance alucinante. Sin embargo, el mayor proyecto para evaluar lo que sabíamos sobre el cáncer dio sus primeros resultados y fueron malos.
Pero el que quizás sea el avance médico (y científico) más importante del año, estuvo envuelto en la polémica desde antes de publicarse. Pero los resultados hablan por sí solos: por primera vez CRISPR, en manos del equipo de Mitalipov, consiguió eliminar la mutación del gen MYBPC3 que está detrás de la miocardiopatía hipertrofia.
Semanas después y a propósito de este mismo hallazgo, CRIPSR vivió su primer gran crisis de reputación. Un equipo de científicos denunciaron serios problemas metodológicos que, aunque se demostraron falsos, mantuvo al sector biotecnológico en vilo durante unos días. Es solo la antesala, claro, hace unas semanas se presentó una técnica que permitía abordar estas enfermedades genéticas sin tan siquiera tocar el ADN. Está todo por hacer, pero en el futuro podremos decir que todo empezó ahora.
Cuando despertamos, el cambio climático seguía estando ahí
Porque sí, el cambio climático no ha mejorado y eso que veníamos del año más caluroso desde que tenemos registros. En este contexto, la noticia que más impacto ha generado ha sido la decisión de Trump de abandonar el Acuerdo de París. Esto era preocupante porque las agencias estadounidenses son fundamentales en la lucha contra el calentamiento global, pero ha acabado por generar toda una batalla diplomática que nadie sabe cómo terminará.
Y mientras nos entreteníamos en la lucha política y diplomática, las consecuencias del cambio climático seguían aquí. La sequía de España (+), las bestiales inundaciones monzónicas, los fuegos generalizados por medio mundo, la pérdida de hielo en los polos y los huracanes como Irma, María o José son buena prueba de que el futuro de la humanidad está en riesgo.
No obstante, hay razones para ser optimistas: las emisiones de carbono de países como el Reino Unido se han desplomado a niveles de hace 120 años y la energía solar está imparable hasta el punto de que "en tres años las energías renovables serán las energías más baratas en todo el mundo". O eso dicen los expertos.
De camino a convertirnos en "una especie interplanetaria"
Otra noticia que dio la vuelta al mundo fue el descubrimiento de Trappist-1 y sus siete planetas. El año nos ha dado muchos exoplanetas porque nuestras técnicas han mejorado muchísimo y cada vez se hace más evidente que vamos a encontrar decenas de miles de planetas con buenas condiciones de habitabilidad.
Encontramos Oumuamua, el primer asteroide interestelar; aprendimos cosas sobre Encélado y aprendimos cosas nuevas sobre Júpiter. Pero el evento más triste fue que Cassini se suicidó en Saturno.
Y, ojo, que Estados Unidos está tratando de crear un ejército espacial
Wenstein entre probetas
El escándalo Wenstein llegó a la ciencia y, aunque los premios Nobles siguieron tan sensibles al género como de costumbre, 2017 nos ha dejado la primera presidenta del Consejo Superior de Investigación Científicas. Rosa Menéndez, dirigirá un centro de investigación que pide, a voces, que la salida de la crisis llegue también a la ciencia.
Lo que está claro es que 2017 es uno de esos años en que nadie puede decir que las mujeres han sido capaces de cambiar, radicalmente, la ciencia contemporánea. Sci-Hub se ha convertido en el enemigo público número uno de las grandes editoriales científicas y un actor revolucionario en la investigación actual. Alexandra Elbakyan, la fundadora del repositorio, vuelve a ser una de las grandes protagonistas del año.
Y la pseudociencia, la puñetera pseudociencia
Otro de esos males que tampoco han retrocedido es la pseudociencia. Móviles, charlatanes, farmacias convertidas en bazares: cualquier cosa es buena para una realidad que aumenta hasta en cinco veces el riesgo de morir.
Sin ir más lejos, los movimientos antivacunas han reavivado epidemias que creíamos olvidadas. Y sin embargo no solo se resiste a ser sentada en el banquillo, sino que ha empezado a llevar a demandar a integrantes del movimiento escéptico (aunque por suerte, el Tribunal Supremo empieza a poner algo de cordura).
Además, la pseudociencia ha contado con un aliado inesperado: RTVE. Televisión Española tiene un problema con la ciencia y con el sentido común. Han dado espacio a vendemotos ,activistas anticiencia y otros enemigos de la salud pública. Nosotros lo tengo claro: nos merecemos una Televisión pública que no esté llena de charlatanes