Al igual que el Guadiana, que aparece y desaparece, Elon Musk lleva siendo el hombre más rico del mundo de forma intermitente desde 2022, donde cada seis meses parece intercambiarse la primera posición con el francés Bernard Arnault.
El magnate del lujo francés lidera el holding LVMH, cuya fortaleza en bolsa le ha alzado por delante del CEO de Tesla, y ahora encabeza la lista Forbes como la persona más rica del mundo con una fortuna de 208.100 millones de dólares, según la lista de millonarios en tiempo real de Forbes.
Decir que el mérito no es solo de los buenos resultados bursátiles de LVMH, que el pasado viernes registró una subida del 12,8% en sus acciones, lo cual le reportó un extra de 23,600 millones de dólares con los que ha desbancado a Elon Musk de su posición de persona más rica.
Fortunas muy vinculadas a la cotización de sus empresas
El grupo LVMH incluye a empresas de moda, joyería, perfumería, cosmética y bodegas de lujo, con nombres como Louis Vuitton, Tiffany & Co, Christian Dior, Sephora, TAG Heuer, Hublot, Moët & Chandon y Dom Pérignon. Tras un pequeño traspiés tras el verano, el sector del lujo ha recuperado su ritmo de ventas y con él la fortuna de la familia Arnault.
En estos momentos, la capitalización del imperio del lujo de Bernard Arnault se cifra en 388.800 millones de dólares el viernes, en comparación con los 586.140 millones de dólares de Tesla.
Elon Musk también ha tenido mucho que decir al respecto, ya que los resultados trimestrales presentados por Tesla hace solo unos días no han apaciguado los ánimos de sus inversores. Las acciones del fabricante de coches eléctricos no han dejado de caer desde entonces, dejándose un 8% de su valor en apenas cinco días, con una pérdida estimada en unos 18.000 millones de dólares.
Las valoraciones privadas a la baja de los fondos inversores en X, tampoco han jugado a favor de la valoración de la fortuna de Elon Musk, que en estos momentos se cifra en 204.700 millones de dólares.
Este ranking se elabora teniendo en cuenta todas las propiedades inmobiliarias, efectivo e inversiones inmobiliarias. El magnate sudafricano no tiene a su nombre mansiones ni grandes propiedades inmobiliarias, y toda su fortuna la tiene invertida en sus empresas.
Esto deja a Elon Musk en una situación muy expuesta a los vaivenes de la bolsa, haciendo que la valoración de su fortuna acuse de forma directa cualquier crisis en los resultados de sus empresas. Algo de lo que él es, en algunos casos, directamente responsable.
Dado el personalismo del liderazgo de Elon Musk en sus empresas, sus ‘crisis’ reputacionales personales afectan de forma directa a la valoración de sus empresas, y cuando esto sucede provoca un efecto dominó haciendo que todas ellas se vean afectadas en mayor o menor medida. Algo que no sucede en el caso del magnate francés del lujo.
Imagen | Flickr (Ministerio de Comunicações), Jérémy Barande
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