Elon Musk lleva tiempo comportándose de forma errática. Para el WSJ hay una explicación: la ketamina

  • El WSJ afirma el comportamiento errático de Musk podría deberse al consumo de Ketamina

  • La causa también podría ser la combinación de estrés, insomnio, Síndrome de Asperger y Trastorno bipolar

Elon Musk
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No es ningún secreto que el carácter de Elon Musk es muy complicado de gestionar. Dan fe de ellos decenas de ingenieros que han sido despedidos de sus puestos en cualquiera de las seis compañías que gestiona el millonario sudafricano solo por llevarle la contraria o no saber responder a sus preguntas en alguna reunión.

Su circulo cercano ha atribuido ese comportamiento del millonario a su temperamento, a una expresión de creatividad o a problemas de salud mental derivados de la combinación de estrés, insomnio y a su condición de Asperger.

No obstante, el comportamiento explosivo, su discurso sin filtros y las provocativas “bromas” que Elon Musk ha hecho públicas a través de entrevistas, declaraciones o mensajes en su red social. Ahora, un artículo publicado en The Wall Street Journal afirma que el millonario estaría abusando del consumo de drogas como LSD, cocaína, éxtasis, hongos psicodélicos o marihuana.

Los ‘coqueteos’ de Elon Musk con los estupefacientes. El uso de microdosis de Ketamina, LSD o setas alucinógenas es una práctica muy extendida entre figuras destacadas de Silicon Valley. Elon Musk no está exento de esta práctica, y ha confesado en distintas ocasiones haberse sometido a este tipo de “tratamientos” para mejorar su capacidad de concentración y su rendimiento.

De hecho, su aparición en el programa de Joe Rogan en 2018 consumiendo marihuana encendió todas las alarmas y sembró serias dudas sobre la idoneidad de Elon Musk para estar al frente de sus empresas. Investigaciones publicadas por The Wall Street Journalapuntan a que el consumo de drogas y alcohol podría ser la causa de su comportamiento errático y declaraciones fuera de tono de los últimos meses. El medio estadounidense basa sus acusaciones en testigos cercanos a Musk que se muestran preocupados por la deriva que está tomando su comportamiento y que pueda afectar a la gestión de sus empresas.

Controles de drogas desde el lío con las acciones de Tesla. 2017 y 2018 fueron años especialmente complicados para Elon Musk, tanto en lo personal, tras la ruptura de una tempestuosa relación sentimental con Amber Heard, como en lo profesional con la frenética escalada en la producción de 5.000 unidades semanales del Tesla Model 3. Según fuentes de WSJ, ese año Musk llevó su cuerpo al límite físico y mental.

Tras ese periodo de sobrecarga, el magnate escribía a menudo en Twitter (ahora X) sus opiniones sobre la estrategia de Tesla y la posibilidad de privatizar la compañía. El problema es que sus mensajes podían condicionar la cotización de Tesla, por lo que la Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU tomó cartas en el asunto y Elon Musk tuvo que dar un paso atrás y renunciar a su puesto al frente de la junta directiva de Tesla. La sanción impuesta por las autoridades también incluía controles de drogas periódicas para Elon Musk, aunque el millonario reconoció públicamente que consumía Ambien por prescripción médica para tratar la depresión.

Desde ese momento, la compañía aplicó una política de tolerancia cero frente a las drogas en su código de conducta, y prohíbe a sus empleados su uso incluso fuera de su puesto de trabajo y algunos empleados fueron despedidos por ello.

14.000 millones de SpaceX en la cuerda floja por el comportamiento de Musk. Tras la aparición de Musk en el programa de Joe Rogan consumiendo marihuana, la NASA también puso coto a Elon Musk y estableció un calendario de pruebas aleatorias de drogas para el fundador de la empresa y sus responsables.

La NASA había firmado 14.000 millones de dólares en contratos con SpaceX, por lo que el consumo de drogas de sus directivos también viola las condiciones que rigen estos contratos. Los contratos federales requieren que las empresas cumplan con la Ley de Lugares de Trabajo Libres de Drogas y fomenten una cultura libre de drogas, por lo que los directivos de SpaceX también debían someterse a los mismos controles y códigos éticos que los miembros de la NASA.

Musk aceptó las condiciones de la NASA. En un mensaje en X respondiendo al artículo publicado por The Wall Street Journal declaraba: "Tras la calada con Rohan, acepté, a petición de la NASA, hacer 3 años de pruebas de drogas aleatorias. Ni siquiera se encontraron trazas de drogas o alcohol" y arremetía contra el medio estadounidense por su artículo “WSJ no sirve ni para forrar una jaula para pájaros”.

Asperger, bipolar o estrés extremo. Elon Musk reconoció en una intervención en el programa ‘Saturday Night Live’ en 2021 que padecía Síndrome de Asperger, un tipo de espectro autista que muestra dificultad para conectar con las emociones. Preguntado de forma directa por un usuario de X sobre si padecía trastorno bipolar por sus repentinos cambios de conducta, el millonario confesó que tal vez lo fuera, aunque no estaba diagnosticado.

Musk supervisa o dirige directamente seis empresas (Tesla, SpaceX, NeuralLink, The Boring Company, SolarCity, X y x.AI). Su perfil de Asperger le puede llevar a trastornos obsesivos cuando una de esas empresas entra en una fase de crisis, lo cual lleva a Musk a una espiral de exceso de trabajo, estrés e insomnio, seguido de épocas depresivas. Walter Isaacson desvela en la biografía de Elon Musk cómo Jon McNeill, presidente de Tesla en 2018, solía tumbarse junto a un Elon Musk deprimido para conseguir que cumpliera con su tarea frente a los inversores.

Su circulo más cercano muestra su preocupación por el estado de salud al WSJ, y el propio Elon Musk ha publicado recientemente un mensaje en Xen el que asegura utilizar Ketamina por prescripción médica para periodos de recaída en lugar de utilizar antidepresivos, tratamiento que todavía se encuentra en fase de ensayo clínico y no se prescribe habitualmente.

El magnate ha confesado en innumerables entrevistas que acostumbrada a dormir en las oficinas de Tesla, SpaceX o Twitter durante estas crisis, enviando correos a su equipo a altas horas de la madrugada o convocando reuniones a medianoche, superando con creces las 120 horas semanales de trabajo.

El medio americano, y parte de su entorno teme que esto pueda estar pasando factura a Elon Musk y podría estar abusando de las drogas o del alcohol, provocado incidentes con graves consecuencias para sus empresas, como la protagonizada hace algunas semanas en el evento organizado por el New York Times, en el que se despachó a gusto con los anunciantes que no invertían en X por apoyar mensajes antisemitas. Estas declaraciones ya han conseguido que X pierda el 71,4% de su valor de compra hace solo un año.

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Imagen | Flickr (UK Government)

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