Hace muchos años que sabemos cómo eliminar las colas de los parques de atracciones. Disney las mantiene por algo

Horas y horas de espera. La solución para este drama existe y se llama FastPass, pero no siempre se pone en práctica

Colas
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Las colas en los parques de atracciones son una de las grandes plagas de la sociedad moderna. Horas y horas de lentísima espera para disfrutar de una atracción durante tres minutos (con suerte). Si tan breve es la duración de la atracción, ¿cómo es que las colas no avanzan más rápido? ¿Es posible que a estas alturas de la historia del civilización no se haya inventado nada para superarlas? Bueno, se ha inventado... pero no se pone en práctica del todo.

Porque desde siempre se ha experimentado con métodos para reducir el tiempo de espera. Por ejemplo, los pases exprés: los visitantes pagan un pequeño extra por ahorrarse las colas, y pasan mucho más rápido por colas reducidas. Es una especie de pase "de primera" que no elimina al cien por cien el suplicio de pasar por una cola, pero desde luego disminuye notablemente el tiempo de espera.

En Estados Unidos hay incluso grados universitarios que se encargan de diseñar colas más atractivas para los visitantes de los parques de atracciones. Son este tipo de expertos los que llegan a conclusiones que se llevan aplicando desde hace décadas: por ejemplo, las colas en zigzag hacen que parezca que hay menos gente que en una cola igual de larga pero en línea recta. Lo mismo sucede con las colas que se mueven por espacios estrechos y dejan que quepa menos gente: dan la impresión de que la cola avanza más rápido. Pero esto son solo trampantojos: ¿realmente hay algún modo de reducir las colas?

Disney, expertos en colas

Gracias a la afluencia masiva de visitantes que experimentan en sus parques, Disney ha hecho evolucionar las técnicas para aligerar o directamente eliminar las colas de sus atracciones. Hace cincuenta años, los visitantes de los parques pagaban una entrada en la puerta principal y un precio nominal por cada atracción, pero esto último se abandonó en favor de talonarios que permitían a los visitantes acceder a las atracciones por orden de prioridad. Con el tiempo, también se abandonaron y se pasó a una entrada única con la que se accedía a cualquier atracción.

La llegada de la tecnología también ha ayudado a que las colas se aligeren. El método más usual es el de las colas virtuales, que en parques Disney recibe el nombre de FastPass, y que permite a través de una app reservar una hora específica para subir a una atracción. Tienen limitaciones, como la necesidad de estar en el parque físicamente en el momento en el que se reservan, pero evitan la espera. De ese modo, los asistentes solo tienen que esperar al pie de la atracción en compañía del resto de los visitantes de ese turno.

Con el paso del tiempo, Disney ha acentuado aún más este sistema "clasista" que promueve el FastPass (y que tiene una historia mucho más complicada de lo que parece), y permite que sus clientes preferentes se salten las colas. ¿Cómo convertirse en uno de estos clientes? A finales de la década pasada, llevando a cabo acciones de adhesión a la marca nada disimuladas, como alojarse en los hoteles del parque.

Pero entonces, ¿si FastPass es efectivo, por qué sigue habiendo colas en los parques Disney? A menudo se trata de una cuestión práctica: Disney quiere tener las atracciones llenas, y según algunos expertos, la gente no siempre llega a tiempo a la hora citada, lo que obliga a arrancar el viaje sin todos los asientos ocupados, con el consiguiente desperdicio de viajes (y pérdida potencial de dinero).

Pero también hay un elemento psicológico. Como hemos ido viendo, la gestión de las colas es todo un arte. Disney ha invertido mucho tiempo y dinero en que esas tres horas que hay que pasar en las colas de las atracciones se conviertan a menudo en una atracción por sí misma, con entretenimiento para los visitantes, minitiendas y extras relacionados con la propia atracción. Además, para que un parque dé la impresión de que esté lleno tiene que haber clientes ansiosos por entrar en la próxima atracción, y sin colas no se transmite ese mensaje.

Esta actitud de Disney tiene cierta lógica empresarial, así que tenemos claro por qué aunque en los parques de atracciones se pueden reducir notablemente las colas, no siempre se decide hacerlo. Pero... ¿qué excusa tienen en las oficinas de la administración pública? Tecnología de los parques al servicio de la ciudadanía cuanto antes, por favor.

Cabecera | Foto de Jose García

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