Alguien ha pagado 210.000 euros por un Citroën 2CV. Es de madera y completamente funcional

Michel Robillard Sort Belle Lochoise Devant Chateau Dartigny Photo Libre Droit Frederic Wells
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El mercado del automóvil de lujo es, cuanto menos, extraño. Podríamos pensar que lo más habitual es que sean los clásicos mejor conservados y con menores modificaciones y kilómetros a sus espaldas los que se lleven las pujas más altas. Y, sin embargo, el Citroën 2CV más caro de la historia es un coche que no existía originalmente y que tampoco puede circular.

Al menos legalmente. Porque sí, a pesar construido en madera, este Citroën 2CV ideado por el ebanista Michel Robillard es completamente funcional, puede moverse como cualquier otro coche de la época pues esconde en su interior el motor de un Dyane 6 de 1966. Evidentemente, con semejante estructura, no se le ha concedido el permiso de circulación.

Un ebanista enamorado del automóvil

El creador de este peculiar Citroën 2 CV es el ebanista Michel Robillard, quien se ha mostrado muy contento de que el vehículo haya sido adquirido por Jean-Paul Favand, fundador del Musée des Arts Forains donde se espera que el coche sea expuesto. Para hacerse con él, Favand ha empleado 210.000 euros (impuestos incluidos), lo que supone un récord para un Citroën 2 CV.

Hasta ahora, el Citroën 2CV más costoso había alcanzado un precio ligeramente superior a 170.000 euros. Sin embargo, la rareza, el minucioso trabajo y los materiales empleados por Robillard han sido suficientes para erigirse como el nuevo techo a superar. El ebanista, además, se mostró satisfecho con el destino del coche: “Podré volver a verlo, porque podría haberse ido a un país extranjero y habría tenido que despedirme de él para siempre”, ha declarado.

El amor que siente Robillard tiene su razón de ser si atendemos al proceso para la creación del vehículo. El proyecto comenzó en 2011 y le mantuvo ocupado hasta 2016. En este tiempo, trató de dar forma a las maderas de nogal, peral y manzano con las que creó la carrocería y parte del interior. Para el resto de detalles empleó madera de cerezo.

El resultado, salta a al vista, es espectacular. El coche no sólo está recreado al detalle en su exterior, también en su interior. El volante, el salpicadero, el pomo de la caja de cambios… todo está hecho con madera y con una precisión asombrosa, lo que permite al coche una estructura que, como decíamos, puede ponerse en funcionamiento.

Robillard aseguraba sobre la elección de instalar el motor de un Diane 6 bajó el capó se debía a pensar “que este coche sería un poco más pesado". Sin embargo, “al final no, no es más pesado, ya que pesa solamente 15 kilogramos más", señalaba su creador. La estructura, sin embargo, es la de un Citroën 2CV de 1955 que, según su creador, sólo ha recorrido 6.000 kilómetros.

"Es como mi hijo. He tenido tres niños y este es como mi hijo pequeño", confesaba Robillard, quien asegura haber empleado un total de 5.000 horas en el proceso. Terminado este y satisfecho con el resultado de la subasta, Robillard ya tiene un nuevo proyecto en mente: tener listo en 2025 un DS21 Coupé Concorde. De madera, por supuesto. El 70 aniversario de la marca le espera.

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Foto | Rouillac

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