Desde hace demasiado tiempo, hay un problema con la violencia en México. El crimen organizado tiene tanta influencia en algunas partes del país que hay ruinas mayas inaccesibles por culpa de la violencia. Se quieren hacer reformas en la justicia, pero está el temor a que sea una apertura de puertas para que los criminales financien candidaturas. Y es algo tan arraigado que hay muchas empresas que afirman que estas organizaciones controlan gran parte de sus negocios legítimos.
Con la llamada 'Guerra contra el narcotráfico', los gobiernos han querido poner fin al problema, pero las cifras seguían siendo alarmantes. Tras el llamamiento de paz de López Obrador, ahora es Claudia Sheinbaum la que ha detallado su plan de seguridad para erradicar la violencia en México.
"Nueva" crisis de violencia. Cuando hablamos de "crisis de violencia", hay que especificar. El problema es que no parece que la crisis se haya esfumado en algún momento de la última década y, con un nuevo gobierno que aún no ha cumplido un mes en el poder, hay partidos que exponen que, en ese periodo, se han producido 1.000 homicidios. Está lejos de los 200.000 del sexenio de López Obrador.
Se han producido varios casos llamativos, pero entre ellos hay que hablar del de los alcaldes de Guerrero y Oaxaca. Alejandro Arcos, recién elegido alcalde de Guerrero, fue decapitado hace unos días. También Román Ruiz, alcalde local del estado de Oaxaca, fue apuñalado en su casa. Son dos casos entre los muchos que se han producido recientemente, sobre todo desde la detención del capo Ismael "Mayo" Zambada hace unas semanas.
Claudia Sheinbaum. Desde el 1 de octubre, Claudia Sheinbaum es la Presidenta de los Estados Unidos Mexicanos. En este tiempo, la presidenta ha realizado anuncios como el despliegue/apertura de 3.000 nuevos kilómetros de líneas ferroviarias, una fuerte apuesta por la energía solar y, tras la negativa de Elon Musk a la gigafactoría de México, la apuesta por un coche eléctrico 100% mexicano.
Y, entre esas intenciones, se encuentra la de reducir la violencia. En la "conferencia matutina", que es la charla con prensa en la que se debatirán temas de interés público, Omar García Harfuch, Secretario de Seguridad, y la presidenta han comentado los cuatro pilares del plan de acción para luchar contra la violencia.
Causas. El primero es atender a las causas, ver por qué los jóvenes dejan los estudios y combatir el crimen mediante la política social. Para esto, se basa en un plan de acción que ya puso en marcha cuando era alcaldesa de Ciudad de México: "si el joven no estaba yendo al colegio, lo llevábamos. Si no tiene universidad o trabajo, se lo encontrábamos".
Así, la intención es que los jóvenes tengan algo que hacer y cuenten con una formación, ya que así es menos probable que opten por entrar al crimen. Sheinbaum comentó que los jóvenes se suman a grupos criminales debido a ausencia de recursos económicos, falta de una identidad social y cultural y la falta de educación o empleo, algo que el gobierno puede atender desde las políticas sociales.
Guardia Nacional. Dentro de ese plan, también entra en juego la idea de consolidar la Guardia Nacional. Con el desmantelamiento de la Policía Federal durante el mandato de AMLO (debido a las acusaciones de corrupción y lazos con el crimen organizado), la Guardia Nacional se volvió la alternativa para las zonas y tareas que la policía no pueda afrontar.
Se trata de una organización polémica debido a que están muy presentes en las calles y hay quien considera que un militar no debería tener funciones de orden público, pero el nuevo gobierno mantendrá sus funciones afirmando que no hay militarización y que lo que harán hacer es "aprovechar las capacidades de la secretaría de la Defensa para que la Guardia Nacional se consolide".
Inteligencia. El objetivo idílico de las fuerzas del orden es el de adelantarse a los delitos. Sheinbaum y Harfuch consideran que es importante que la información sea tratada de la mejor forma posible para luchar contra la impunidad, algo que en México se da en un 90% de los delitos.
Aquí, el plan es luchar contra las brechas de seguridad dentro de las propias infraestructuras mexicanas y "no sólo reaccionar a los delitos, sino anticiparse a ellos mediante el uso de inteligencia y de los recursos tecnológicos más avanzados", afirmó Harfuch. La hoja de ruta, según él, es "analizar datos, identificar patrones y comprender las dinámicas que se dan en las zonas con más incidencias".
Coordinación. Y, para intentar llevar todo esto a buen puerto, el gobierno creará dos divisiones: la Subsecretaría de inteligencia y una Academia de Seguridad para policías y fiscales. "La seguridad es un problema que requiere una responsabilidad compartida y una respuesta unificada", comentó Harfuch, y una de las primeras medidas será movilizar a las autoridades federales a Culiacán, donde hay una auténtica batalla entre las dos facciones del cartel de Sinaloa tras la detención en Estados Unidos de Ismael "El Mayo" Zambada.
Entre las críticas al plan de Sheinbaum para acabar con la violencia a nivel nacional, destacan las voces que apuntan que no es lo mismo poner en práctica estas medidas a nivel local —lo que ocurrió en CDMX— que a nivel estatal, donde las fuerzas de seguridad tienen menos influencia. Además, también hay críticas concretas que apuntan a que la raíz de estos problemas no es que jóvenes sin formación se unan a los grupos, sino la corrupción política y policial.
Imágenes | EneasMx
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