En su lucha contra los sindicatos, Amazon tiene un aliado: un ejército de perfiles falsos en Twitter

Amazon perfil falso.
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Amazon vive estas semanas un viacrucis del que le está costando salir. La votación para decidir si los trabajadores de su almacén en Alabama forman el primer sindicato laboral de la compañía se ha convertido en un dolor de cabeza, unido a los controvertidos testimonios de trabajadores que relatan supuestas condiciones laborales inhumanas, como mear en botellas de agua para no perder minutos de trabajo. La batalla entre sus defensores y detractores se ha trasladado a las redes sociales, llegando a enfrentar a la empresa con políticos estadounidenses.

Ahora, de forma inesperada, la plataforma de Twitter se ha llenado de cuentas que hablan de las “bondades” de la empresa y desalientan la formación sindical. Pero lo que pocos saben es que muchos de estos perfiles son falsos.

Perfiles falsos. En su esfuerzo por contrarrestar el movimiento sindical que brota en Alabama, Amazon está recibiendo la ayuda de un ejército de usuarios que ha aparecido en Twitter en los últimos días. El usuario @AmazonFCDarla, por ejemplo, decía que no le gustan los sindicatos porque "no hay posibilidad de excluirse de las cuotas", a pesar de una ley estatal en Alabama que dice lo contrario. Otra cuenta, que ha cambiado de foto de perfil varias veces, clamaba alegatos como: "Los sindicatos son buenos para algunas empresas, ¡pero no quiero tener que desembolsar cientos al mes solo para abogados!".

Tal y como cuenta Gizmodo, la foto de perfil de Darla fue casi con certeza creada usando el sitio web Generated Photos. Y que el otro "empleado feliz de Amazon", @Ok4At, que se unió este mes y cuenta con otro tuit antisindical, usa una imagen de perfil de una de las estrellas virales de YouTube, Dude Perfect.

Los embajadores con ganas de hablar. Muchas de las cuentas involucradas usan el identificador @AmazonFC seguido de un nombre. Amazon ya había utilizado anteriormente este identificador para sus denominados “embajadores”, empleados reales a los que la empresa paga para promoverla y defenderla en Twitter. Pero ni Darla ni Ok4At forman parte del conjunto de empleados. Lo dice incluso Amazon. "Parece que esta es una cuenta falsa que viola los términos de Twitter. Le hemos pedido a Twitter que investigue y tome las medidas adecuadas", decía la compañía en un comunicado.

Michelle se ha convertido en Sarah. Estas cuentas supuestamente reales que Amazon respaldaba en 2008 no publicaban como ahora sí lo está haciendo el supuesto "ejército" y sólo se centraban en responder a las personas que tuiteaban sobre la empresa y controvertidas prácticas que algunos empleados relataban en la prensa, como el rumor de la orina en botellas de agua y horarios infernales. Una periodista del NYTimes ha recopilado cómo muchas de estas cuentas han cambiado su nombre durante todo este tiempo y es escalofriante pensar que nunca fueron reales. Leo ahora era Ciera, Michelle se ha convertido en Sarah y Rick ha pasado a ser James.

Intentos de sofocar un sindicato. Mientras, en Alabama, los empleados llevan semanas recibiendo presiones de la empresa para que desistan en su empeño de formar un sindicato antes de que finalice la votación el próximo lunes. ¿Y por qué lo quieren? Solicitan políticas que les salven de condiciones de trabajo extremas: retirada de los móviles durante los turnos; pausas exiguas para almorzar e ir al baño o carreras contrarreloj para recorrer una distancia equivalente a 14 campos de fútbol americano desde la entrada del complejo y llegar a fichar a tiempo. Retrasarse, dicen, puede costar un recorte del sueldo o un despido.

Amazon no está de acuerdo. Dicen que ya ofrecen a sus trabajadores lo que los sindicatos exigen: prestaciones, oportunidad de desarrollo y un salario que parte de los 15 dólares la hora. Y no se rinden en su lucha para sofocar la idea sindical. Mediante SMS diarios y varios blogs en Internet que intentan desalentar la movilización, la compañía trata de convencer a la plantilla de que un sindicato solo le quitaría dinero ―por las cuotas― sin reportarle beneficios e insta a los trabajadores a “no abandonar el equipo ganador”. Todo esto, de momento, en vano porque los trabajadores no parece que tengan pensado rendirse.

Las cuentas pendientes. Amazon tiene muchas cuentas pendientes en materia de sindicación y peleas con sus trabajadores. En 2018, uno de los almacenes de Nueva York trató de sindicarse alegando malas condiciones laborales, entre las que se encontraban, escasa seguridad y salarios inadecuados. En España lo hemos vivido también: decenas de huelgas se le han amontonado a la compañía a lo largo de los últimos años, acaparando titulares en los periódicos nacionales. En otros países como Italia, Alemania y Reino Unido también los empleados se han organizado de diferentes maneras para propiciar un cambio de políticas. Un punto de inflexión donde la reputación del gigante cada vez está más amenazada.

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