Hasta el pasado viernes, día 25 de septiembre, sólo siete Comunidades Autónomas prohibían de alguna manera las operaciones de "cirugía estética" en animales. Desde amputaciones de orejas y rabos en ciertas razas de perros o extirpar las garras de los gatos (que conlleva perder hueso y tendones junto con la garra), hasta la aplicación de bótox y otros tratamientos para disminuir arrugas en los animales de compañía.
Ahora, el Consejo de Ministros ha dado luz verde a la firma del Convenio Europeo para la Protección de los Animales de Compañía, que vetará esas operaciones en todo el territorio español, y que incluye otra serie de normas y regulaciones para evitar los desmanes más comunes cuando hablamos de mascotas. Pero, ¿qué regula ese tratado?
¿Cuáles son las operaciones más comunes?
La amputación de orejas es bastante habitual en ciertas razas de perros (como dóberman y pitbulls). Es una operación que carece de sentido más allá del discutible interés estético de los propietarios de los perros. Según informaba hace unos meses el diario 20 Minutos, la intervención se lleva a cabo para "mejorar la belleza del animal". En el caso de los rabos, la excusa suele ser que los animales con cola larga pueden "hacer daño" al mover el rabo.
Las justificaciones siempre vienen por el lado humano, y no obedecen a motivos de salud del animal (al contrario, pueden afectar a su desarrollo y bienestar: orejas y rabo son herramientas esenciales de comunicación en las mascotas). Otro tanto sucede en el caso de los gatos, donde la desungulación -la extirpación de las garras-, también es una práctica común, a pesar de que puede entrenarse fácilmente a un felino para que no use sus garras donde no deba. Y que puede dejar a los gatos afectados de por vida, al mutilar la parte de la pata donde va la uña. Como sostienen varias ONG y múltiples asociaciones de veterinarios, en un humano sería el equivalente a amputar la primera falange de cada dedo para quitar las uñas.
¿Son las únicas?
No, hay todo un mundo de intervenciones estéticas en animales. Neuticles, una empresa estadounidense, presumía hace unos meses de que su producto se había implantado en más de medio millón de mascotas durante los últimos 20 años: testículos artificiales para animales castrados.
También es habitual fuera de Europa la "desvocalización": una operación que lleva a reducir el volumen de maullidos o ladridos en los animales. Sobre todo en Estados Unidos, donde los contratos de arrendamiento incluyen en muchos casos cláusulas que prohíben las "mascotas ruidosas".
Amputar orejas y rabos, quitar garras y dientes y desvocalizaciones son prácticas expresamente prohibidas en el artículo 10 del Convenio, salvo que la salud del animal lo exija. Pero también engloba otros "motivos no curativos" en el conjunto. Como la moda en varios países -aunque no hay datos de su vigencia dentro de España- prácticas similares a las humanas: aplicar bótox para alisar arrugas, realizar liposucciones, retocar los párpados e incluso operaciones de escultura facial, que en algún caso han tenido un fatal desenlace. ¿El motivo? Aumentar el valor económico de un semental o las posibilidades de una mascota en un concurso.
Según el Real Colegio de Veterinarios Inglés, las intervenciones en el rostro de los perros han aumentado un 80% en los últimos cuatro años. El Reino Unido no es uno de los países firmantes del Convenio. Pero en razas como los carlinos, la intervención tiene un motivo médico -una de las excepciones recogidas por el tratado europeo-: las características del rostro del "perro hipster" pueden causarles infecciones y problemas respiratorios. El aumento de intervenciones se debe, en parte, a su condición de perros de moda.
En Estados Unidos, donde estas prácticas no están prohibidas, sólo en 2011 se gastaron más de 62 millones de dólares en cirugía estética para mascotas. Aunque se estima que allí no suponen más del 0'6% del total de consultas veterinarias.
¿Esto estaba permitido en España?
Sólo siete Comunidades Autónomas prohibían los casos de cirugías sin motivo médico: Andalucía, Asturias, Cataluña, Madrid, Comunidad Valenciana, Murcia y Navarra (la última en sumarse a la lista). Ahora, una vez que la firma del Convenio pase los trámites, cualquier intervención en animales que no esté justificada por la propia salud del animal, estará prohibida. Quedará por ver cómo se regula y que sanciones se adoptan.
¿Qué más recoge el Convenio?
El artículo 6 recoge que "ningún menor de 16 años podrá adquirir una mascota sin el consentimiento expreso de sus padres". Es algo que la legislación española no contemplaba, y que quiere incidir en un problema endémico en España, donde cada año se abandonan decenas de miles de mascotas. También, aunque no pueden prohibirlo expresamente, se anima a poner en marcha campañas para que los menores no reciban mascotas como regalo sin permiso de sus padres (artículo 14).
También regula, en los artículos 7 y 9, el tratamiento de los animales en publicidad o competiciones (prohibiendo "las ayudas artificiales" y los sedantes en ambos casos), los métodos aceptados de eutanasia animal y las actuaciones a seguir a la hora de reducir el número de animales callejeros, prohibiendo explíctamente que nadie que no sea un veterinario acabe con la vida de un animal, "salvo en emergencias".
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Fotos:
Doberman - John M
Garra de gato: Howard Cheng
Carlino: Eddy Van 3000