Pantallas OLED en un smartphone: lo que ganamos y perdemos

Pantallas OLED en un smartphone: lo que ganamos y perdemos

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Pantallas OLED en un smartphone: lo que ganamos y perdemos

En la gama alta cada vez son más los smartphones que han optado por la tecnología OLED para sus pantallas. Tenemos claros ejemplos en el LG V30, el Galaxy Note 8, el Pixel 2 XL y más recientemente, el iPhone X, el último en sumarse a esta lista.

Contar con una pantalla OLED les permite diseños más llamativos donde la pantalla es clara protagonista. Pero, ¿son todo ventajas? Os hablamos de lo que ganamos pero también perdemos con las pantallas OLED en nuestros móviles.

Las ventajas de las pantallas OLED en un smartphone

Todos hemos observado lo espectacular que resulta a la vista una pantalla OLED en un smartphone. Ése es uno de los motivos por los que cada vez más fabricantes están dando el salto a esa tecnología.

La imagen que nos ofrece una pantalla OLED, tanto en foto como en vídeo, es muy llamativa, con un alto brillo y contraste que no está al alcance de un panel LCD. Unido a unos negros puros, nos deja una reproducción de contenido mucho más impresionante que en una pantalla LCD.

Diseños sin marcos y un contraste que no está al alcance de los paneles LCD son las ventajas de una pantalla OLED

A nivel de diseño, la tecnología OLED permite a los fabricantes conseguir teléfonos más delgados, ligeros y con todo el frontal pantalla, incluso adoptando formas curvas en los bordes. En una LCD hay que dejar algo de margen para colocar elementos como el controlador de pantalla. En un panel OLED, al poderse doblar, ese controlado no necesita espacio en el frontal.

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Por último y también de manera general, una pantalla OLED consume menos energía que una LCD, y eso, hoy en día, es muy positivo para la autonomía de un teléfono.

Los inconvenientes de la tecnología OLED en móviles

Aunque de manera general podríamos afirmar que una buena pantalla OLED supera a la LCD, esta tecnología no está exenta de inconvenientes.

En primer lugar un panel OLED es más complejo de fabricar que uno de tipo LCD, y el control de la calidad final (para que un panel sea uniforme y sin fallos) resulta más difícil. Esto hace que actualmente haya escasez de los paneles más avanzados y actuales, ya que no se pueden fabricar con garantías al mismo ritmo que los ensambladores los requieren.

Las grandes marcas están realizando fuertes inversiones para mitigar este inconveniente, pero a día de hoy, la realidad es que tememos a Samsung como principal fabricante de paneles de calidad. Pero no puede abarcar su demanda interna, alta, y la de terceros, lo que hace que solo unos pocos dispongan de ellos. Es el caso de Apple por ejemplo.

Galaxy S8 640x353

Ahora bien, que una pantalla OLED fabricada por Samsung la monte Apple en un iPhone X no significa que se vaya a ver igual. El resultado depende de la calibración que cada fabricante haya decidido dar a la pantalla montada en su dispositivo, y si quiere colores más saturados o menos.

Los paneles OLED para móviles son escasos, difíciles de fabricar y con una durabilidad menor que los LCD

Otro problema asociado con la tecnología OLED es la durabilidad de dichos paneles. Las pantallas OLED sufren degradación con más rapidez que un panel LCD, sobre todo usando fondos blancos muy luminosos e imágenes estáticas, por lo que con el tiempo podrían aparecer retenciones molestas que en el peor de los casos acabaría en el quemado de ciertas zonas de una pantalla OLED.

Por último tenemos el tipo de patrón de subpíxeles que incorpora un panel OLED para compensar el diferente rendimiento de los píxeles RGB de la tecnología OLED. El patrón más usado en la gama alta es el que ideó Samsung para sus pantallas SuperAMOLED y es de tipo Pentile. Esta malla provoca que si la pantalla no tiene suficiente resolución, la pérdida de nitidez por dicho patrón puede acabar apreciándose respecto a un panel con la misma resolución pero tecnología LCD.

Galaxy S8 plus

Y no debemos olvidarnos del inconveniente más común y visible, que es el cambio de tono más o menos acusado dependiendo de la calidad del panel que se produce al variar el ángulo de visualización de la pantalla, apreciable principalmente en fondos blancos, algo que no ocurre con pantallas LCD de calidad.

Ahora os toca a vosotros. ¿OLED o LCD para la pantalla de tu teléfono móvil?

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