Nunca tuvimos dudas sobre la continuidad de la familia Note, a pesar del desafortunado episodio de las baterías. No hay mejor prueba que la aparición de un modelo intermedio llamado Note Fan para recordarnos que seguían ahí y hoy nos enfrentamos a lo que es la confirmación. La realidad es que estos teléfonos han llegado a rivalizar en importancia con los Galaxy S, tanto en ventas como en tecnología, así que había razones para esperar a un Samsung Galaxy Note 8.
Aquí está, proponiendo un teléfono basado en el Galaxy S8, al que le introducen la seña de identidad del Note, que es el puntero. Vale, le suben algo el tamaño de pantalla, rediseñan un poco algunos detalles y nos encontramos con una doble cámara. Pero en cuanto a evolución real estamos ante un contemporáneo del S8.
¿Tiene razón de ser? Creo que tiene interés para un sector del mercado, pero el S8 ya lleva cinco meses con nosotros convirtiéndose en un producto más interesante de adquirir. No me gustaría comenzar con unas conclusiones, más bien quería dejar claro que en este análisis vamos a tener siempre como referencia a su hermano mayor para conocer las novedades que trae bajo el brazo un teléfono que podemos empezar a calificar como de super-premium. Super en precio y tecnología.
Con el Note nos habían acostumbrado a más pantalla y a un lápiz, en esta generación la diferencia recae principalmente en lo segundo
Galaxy Note 8, especificaciones técnicas
Samsung | Galaxy Note 8 |
---|---|
Dimensiones físicas | 162,5 x 74,8 x 8,6 mm (195 gramos) |
Pantalla | Super AMOLED 6,3 pulgadas |
Resolución | 2.960 x 1.440 píxeles (521ppp) |
Procesador | Exynos 8895 |
RAM | 6GB |
Memoria | 64GB (microSD hasta 256GB) |
Versión software | Android 7.1.1 |
Conectividad | LTE Cat 16 (1000/150 Mbit/s), USB Type C 3.1 |
Cámaras | Cámara Dual, ambas de 12 megapíxeles. Cámara frontal de 8 megapíxeles |
Batería | 3.300 mAh |
Precio | 1010 euros |
Otros | Sensor de Iris y ritmo cardíaco, carga inalámbrica, resistencia IP68 |
Aspecto conocido, ejecución sofisticada
Lo más llamativo que podemos contar sobre su diseño, una vez descubierto su lenguaje en el S8, es que a pesar de su tamaño de pantalla es muy cómodo de utilizar. Samsung y LG han apostado por estos diseños altos y estrechos, con los que poco a poco van a ir convenciendo al resto.
En sofisticación y dimensiones esto es lo mejor que vamos a encontrar en phablets o teléfonos grandes, una maravilla con muy pocas pegas. Es cierto que hemos perdido la sorpresa que tuvimos al conocer al S8 y que parte de la competencia rápidamente se ha puesto al nivel - V30 sin ir más lejos -, pero ciertamente ahora mismo no hay nada igual como el Note 8.
Es el Note más alto que han creado, son 9 milímetros más. Obviamente esa mayor cota hace que no lleguemos con facilidad a la parte alta de la pantalla y tengamos que reubicar la mano para interactuar, o utilizar la otra. Al margen de esto creo que ganamos más cosas que perdemos con estas proporciones.
Las curvas son menos sutiles en los laterales, estableciendo una superficie plana mayor para el uso del S Pen, pero el resultado final es igual de atractivo que en su hermano más pequeño - hablo de diseño, no de practicidad -. De nuevo los marcos apenas existen, creando más que nunca la ilusión de que esa pantalla flota sobre el teléfono.
Es más grande y utiliza los mismos materiales, por lo que también pesa más que los S8: nos vamos hasta los 195 gramos. Una cifra que sigue pareciéndonos razonable para su tamaño de pantalla, y a la que debemos de sumar que han introducido un S Pen y dos cámaras, por lo que el trabajo de adelgazamiento está muy bien hecho (22 gramos más y 1mm más grueso que el S8). Es justo decir que la dieta también llegó a la batería, como veremos más adelante.
Los botones de navegación se dibujan en pantalla pudiendo configurarlos, y con el considerado como botón central se simula uno real, para ello se hace uso del motor de vibración. Dos cambios que llegaron con el S8 y que nos parecen muy acertados. Acabando con botones, el dedicado al asistente Bixby sigue presente.
Como hereda todo del S8, también nos encontramos cosas que no gustaron a todo el mundo como que está completamente construido en cristal - menos el marco que los une que es metal -. Es algo tan precioso como delicado y escurridizo, además de amar las huellas como ningún otro material. Cuestión de gustos, pero también una necesidad si quieres hacer móviles que carguen de forma inalámbrica.
Cuando hablamos de que es igual al S8 también decimos que es resistente al agua, y para el que tenga dudas sobre el uso de tanto cristal, pues podemos calmarlo un poco informando que se utiliza Gorilla Glass 5 en todas las superficies. Sobre la cámara, no hay joroba, únicamente un sutil borde que hace que no se contacte tan directamente.
Para gustos, colores, con una oferta inicial que nos deja elegir entre Midnight Black, Orchid Gray, Maple Gold y Deep Sea Blue. En mi unidad negra la parte de la cámara casa con el color general, pero en otros quizá contrasta demasiado esa zona. De nuevo, cuestión de gustos.
AMOLED en su máxima expresión
La pantalla ‘Infinity Display’, su calidad y dimensiones, no nos pilla por sorpresa: ese trabajo ya lo hizo el Galaxy S8 que analizamos antes de comenzar el verano. Que estemos más acostumbrados a sus bondades no resta un ápice en las valoraciones positivas que podemos hacer sobre ella: excelente en colorido y resolución, también en visualización en exteriores, no esperábamos menos de un panel OLED de esta generación.
Para el que llegue nuevo a esta nueva tendencia de Samsung en las proporciones, creo que es justo comentar que se trata de un panel alargado, más alto que ancho de lo habitual, de ahí ese ratio tan particular: 18,5:9. Casi el doble de alta que de ancha.
Lo que pretenden conseguir todos los fabricantes que siguen este camino es una pantalla panorámica que muestre más información sin tener que crear un teléfono excesivamente ancho, incómodo de coger para manos de tamaño medio o pequeñas. También es un formato ideal para el contenido multimedia, ver páginas webs o partir la pantalla en dos trozos (multitarea, multiventana).
Note 8 | Note Fan | S8+ | |
---|---|---|---|
Tamaño | 6,3 pulgadas | 5,7 pulgadas | 6,2 pulgadas |
Resolución | 2960x1440 píxeles | 2560x1440 píxeles | 2960x1440 píxeles |
Densidad | 522 ppp | 518 ppp | 529 ppp |
Pantalla con respecto al frontal | 83% | 81% | 83% |
HDR | Sí | No | Sí |
El primer cambio que tenemos con esto es el de la interpretación de las pulgadas, que no es exactamente igual que antaño. Ahora sus 6,3 pulgadas no son tan exageradas como el número pueda parecer, ya que esa cifra lo que hace es medir la diagonal entre esquinas opuestas de la pantalla, y eso ahora obviamente es una distancia más larga, pero también estamos ante un teléfono más estrecho en pantalla.
Hace unos años quedaba mucho más diferenciada la familia Note con respecto a la Galaxy S por el tamaño de pantalla, ya casi podemos decir que no es un factor definitorio. Un Galaxy S8+ es únicamente 0,1 pulgadas más pequeño que este Note 8. Las tecnologías utilizadas y especificaciones son las mismas.
Si el tamaño de pantalla lo comparamos con el del Note Fan - lo que quedó del Note 7 -, sí nos encontramos con un tamaño efectivamente superior, ya que aquel se quedaba en 5,7 pulgadas. No por ello estamos ante un teléfono mucho más grande, solo tenéis que echar un vistazo a la imagen comparativa con sus hermanos más cercanos:
Olvidémonos de las opiniones sobre la típica saturación de los paneles OLED, el sistema nos deja cambiar diferentes perfiles y parámetros que nos llevan desde lo más exagerado a lo más fiel. Si habéis estado atentos a la presentación del iPhone X, creo que ya quedan pocas dudas de que este es el tipo de pantalla a elegir en un teléfono de gama alta.
Cuando comparamos el teléfono directamente con un S8 vemos que la curva es más pronunciada en los laterales, la idea de Samsung con esto es conseguir más espacio plano para su S Pen. En los bordes se pierde ligeramente brillo y claridad, no incide en ninguna funcionalidad pero a mi me deja una sensación extraña, igual que cuando los contenidos se pierden en la curva. Me gustaría mucho que Samsung pensara en mantener versiones planas de sus pantallas.
No se nos olvida comentar que por sus características esta pantalla está certificada para trabajar con contenido HDR. Realmente lo llaman ‘Mobile HDR Premium’ y es a lo que se acogen distribuidores de contenido como Amazon o Netflix. No menos importante es conocer que es por ahora el único teléfono - junto a S8 - que se adapta al HDR de Youtube.
Tres resoluciones
A menos que estés muy interesado en saber cómo funcionan estos cacharros, no te habrás enterado que la excelente resolución que tiene el panel del Note no se aprovecha siempre. Esto es una forma de darle la razón a aquellas empresas que aguantan con Full HD, que es una cantidad de píxeles más cómoda de gestionar por el hardware, y termina consiguiendo que consuma menos.
Esto Samsung lo soluciona con diferentes modos de funcionamiento. Por defecto tenemos un Full HD+ (2.220 x 1.080, 392ppi) , por encima está el WQHD+ (2.960 x 1.440), y por debajo un modo HD+ (1.480 x 720 pixels, 261ppi). El último es el que se utiliza en los modos de bajo consumo.
La realidad es que incluso en el modo intermedio la calidad es estupenda, pero tenemos que conocer que nuestro pantallón no está funcionando a la mejor calidad la mayoría del tiempo. ¿Están las pantallas un paso por delante del hardware móvil? Me atrevería a decir que sí, al menos en un sistema tan flexible como Android.
Terminando con este apartado, no puedo decir cosas malas de este panel, posiblemente lo mejor del mercado junto al S8. Es mi experiencia y gusto, obviamente, pero si quieres números y laboratorio, puedes ir a ver el trabajo de los especialistas de DisplayMate: picos de brillo de 1.240 nits (modos especiales), 112% del espacio de color DCI-P3 o un nivel de reflejo del 4,6%.
La diferencia la pone S Pen
Si hablamos de teléfonos, esta es la única opción seria que nos ofrece un puntero o lápiz para interactuar con la pantalla. No hay nada más en el mercado que sea recomendable. De hecho el S Pen es la razón de ser de este teléfono, ya que prácticamente estamos ante un Galaxy S8+. Cada generación mejora en sensibilidad y software, así que no podemos decir más que cosas positivas del invento, otra cosa muy diferente es si a ti te hace falta esto o no.
El S Pen lo podemos usar para manejar el teléfono, pero esencialmente es una herramienta para tomar notas, dibujar sobre capturas - o por el amor al arte -, traducir textos, o simplemente seleccionar cosas con mayor detalle. Lo de usar el teléfono no es ninguna tontería, hay gente que necesita usar guantes en su actividad y con esto lo tiene solucionado.
La respuesta con la pantalla es fantástica, consigue que escribir o dibujar sea bastante natural, gran parte de culpa de esto la tiene la sensibilidad del sistema empleado (4096 niveles, en el Note 5 eran la mitad). Comentar que su funcionamiento es pasivo, es decir, no necesita baterías para funcionar.
La funcionalidad que más he utilizado es la que me permite, con el teléfono dormido, tomar notas. Lo haces sobre la pantalla de bloqueo. No hubiera estado mal alguna forma de conseguir que el texto que conseguimos con el reconocimiento de escritura se pudiera guardar en algún tipo de archivo plano.
Dicho sea de paso, tenemos que valorar que el sistema siempre está atento a cuando sacamos o metemos el S Pen, desplegando los accesos directos a las principales funcionalidades. Si estás preocupado por si se pierde - es pequeño pero es cómodo de usar - podemos hacer uso de una alarma que se activa cuando ambos dispositivos pierden conexión.
Live Message
Además del software pare realizar las citadas notas y selecciones, Samsung ha introducido una novedad llamada Live Message. Es algo que te deja escribir mensajes y convertirlos en GIFs animados. Lo mismo lo usas una vez en tu vida, pero el resultado es cuando menos llamativo y se guarda en un formato fácilmente transportable.
Hay vida más allá de lo que propone Samsung, en Google Play podemos encontrarnos aplicaciones como AutoDesk SketchBook o Adobe Illustrator Draw con las que podemos aprovechar la definición de su puntero.
Debo reconocer que a mi me ha convencido el funcionamiento del S Pen, no solo por la tecnología en sí, también por su utilidad real en una pantalla tan grande. Creo que muy poca gente se va a convertir en dependiente del puntero, pero sí va a conocer una alternativa de navegación estupenda, más allá del hecho de tomar notas o dibujar.
El problema lo tenemos en acordarnos que está ahí, pero si lo sacamos, nos daremos cuenta de que la definición de toque que nos permite es mucho mejor - y más limpia - que un dedo, y en situaciones donde los elementos son pequeños, como una web en formato escritorio, navegamos muy cómodamente. La cuestión es esa, encontrar el momento ideal para sacar el S Pen.
El mismo Exynos con más memoria
El hardware que lleva este teléfono es top, no podíamos pedir menos a un producto tan caro, pero es además algo más potente que lo que nos ofrecen en los S8. La razón está en una mayor cantidad de memoria RAM.
De nuevo disfrutamos de un Exynos 8895, el hardware de Samsung se ha demostrado como el ideal para pelear codo con codo con el Snapdragon 835 - en pruebas el Exynos es más rápido -. Ninguna pega en el hardware en sí, que podría funcionar mejor con un sistema operativo más básico, pero ya sabemos que Samsung le gusta personalizar todo lo posible.
Parándonos en el tema de la memoria RAM hay que decir que contamos con 6GB, que son un par más de lo que los S8 ofrecen. Muy pocos teléfonos del mercado se mueven en esta cifra y sólo el OnePlus 5 la supera con 8GB de RAM. Como ya argumenté en este artículo, contar con más memoria RAM siempre va a ser bueno, especialmente en Android.
El teléfono cuenta con 64GB de memoria interna (UFS 2.1), que para el precio que tiene bien nos podrían haber dado más. Para los que necesiten más hay ranura para tarjetas microSD. Hay versiones con 128 y 256GB anunciadas.
En el uso diario de un usuario exigente el Note 8 funciona muy bien, gestiona la cámara a la perfección, saltamos entre aplicaciones rápido y no hay ninguna ejecución que le resulta complicada. Estoy diciendo cosas esperadas, pero es que es así, y así lo marcan los buenos resultados que marca en los benchmarks.
Es justo comentar que el hardware está más aprovechado aquí que en los S8, en primer lugar por el uso de la doble cámara, en segundo lugar por la gestión de S Pen. Quiere decir que un S8 sigue teniendo margen para hacer más cosas de lo que vemos, ya que el hardware es prácticamente el mismo.
Un Note con menos batería
Resulta que el superteléfono de los 1.000 euros tiene menos capacidad de batería que un Galaxy S8+ o que un Note 7, es algo que así directamente contado mosquea, pero en la práctica tampoco es para pegarse un tiro. Concretamente son 3.300mAh lo que hay dentro del delgado Note 8, que son 200mAh menos que en los compañeros citados.
Las dudas saltan cuando recordamos que tiene que alimentar a una pantalla todavía más grande, 6,3 pulgadas, con resolución QHD+. La realidad es que lo hace mucho mejor de lo que podría parecer, eso sí, un pasito por detrás de un S8+, o un par por detrás de un iPhone 7 Plus.
No hay problema para echar una jornada exigente con al menos quince horas de uso, cinco de ellas con la pantalla encendida. Estos datos son con la pantalla WQHD+, brillo automático, ni preocuparme por el consumo demasiado. De hecho llevo siempre puesto el Always On Display (podemos ganar una hora si lo quitamos).
Parece ser que ante los problemas pasados por Samsung, han sido muy conservadores con el tamaño de batería, menos mal que el hardware y el software maquillan la situación. Creo que la mayor cantidad de memoria RAM puede estar consiguiendo que el sistema sea más eficiente.
En el modo normal de funcionamiento, con la pantalla en resolución intermedia, no tendremos problemas para hacer una jornada exigente con él. Los modos de bajo consumo de Samsung son muy buenos generalmente, aquí se nota bastante cuando bajamos a 720p (el rendimiento baja un 20%) y es mi recomendación si vemos que la cosa se está consumiendo rápido.
Si estamos en casa, oficina, o cerca siempre de una toma de corriente, entonces no tendría miedo en poner la resolución y potencia a tope. Tiene que consumir más pero es la experiencia real del teléfono.
La carga es rápida, inalámbrica
A lo mejor no tanto como un teléfono de Oppo/OnePlus o Motorola, pero lo suficiente para que la experiencia sea buena. El teléfono emplea la tecnología ‘Fast Adaptive’ de la casa, basada en el Quick Charge de Qualcomm, y viene con un cargador que nos permite aprovecharlo.
El tiempo de carga es parecido al del S8+, posiblemente algo más largo a pesar de que la batería es más pequeña (no quieren problemas). Nos toma una hora y tres cuartos rellenar la batería al completo, aunque con una hora de carga ya podemos irnos bastante bien tranquilos de casa (75%).
En el caso de que te interese un teléfono compatible con carga inalámbrica, este Note 8 está preparado, pero no viene con el cargador en el paquete de compra. Con el de la marca podemos rellenar el teléfono al completo cómodamente, pero tarda dos horas y media.
Un sensor de huellas mal colocado
Samsung quitó el botón de inicio en el S8 y aquí esperábamos lo mismo, con el cambio nos cargamos el lugar que creo ideal para tener un sensor de huellas. La solución de montarlo al lado de la cámara no es la que más nos gusta: está alto y al lado de la cámara y el sensor de ritmo cardíaco.
El escáner de Iris y el desbloqueo se postulan como los sustitutos, pero no es lo mismo, por seguridad (foto), comodidad (gafas) o velocidad. Ya hemos visto que Apple ha ido un paso más adelante en seguridad introduciendo Face ID, un sistema parecido a Kinect en el frontal del teléfono.
Sobre el funcionamiento del sensor en sí, no tenemos pegas, es efectivo cuando ponemos el dedo en el sitio. El nuevo emplazamiento estoy seguro que llegará con el S9, cuando consigan meter un sensor bajo la superficie frontal.
Esperando a Oreo
Los cambios entre el Galaxy S8 y el Note 8, en software, son mínimos, y eso que pasamos a un versión más moderna del sistema Android (de 7.0 a 7.1.1). Por esto os invito a ver el apartado correspondiente del análisis del S8, podréis ampliar algo más de info. Al finalizar este análisis ha llegado una actualización importante de Samsung, pero no implica tocar la versión Android.
Samsung ha invertido el tiempo en el software de la nueva cámara y en el del S Pen, a ambos le dedicamos los necesarios apartados dentro de este análisis. Al margen de gustos estéticos, siguen optimizando para que la experiencia sea más Android que TouchWiz y todo funciona de forma más eficiente.
Miento con las novedades, Bixby es la cosa más importante que trae el teléfono, ya que el asistente ha aprendido a responder a comandos en inglés, además de coreano. Me gusta su forma de funcionar, como una especie de walkie-talkie, ya que cuando pulsamos el botón ideado para la ocasión.
Puede mantener conversaciones simpáticas como haríamos con Siri, pero está especializándose en hacer tareas complejas con el teléfono, involucrando a aplicaciones: ‘haz una captura de pantalla y enséñamela en la galería’, ‘abre la configuración de pantalla’, o ‘publica en Facebook que hace un día magnífico’. Recuerdo, en inglés.
Sobre funcionalidades que ya conocíamos de los S8 me gustaría volver a comentar que tenemos un panel ‘Edge’ con accesos directos configurables (contactos, aplicaciones). La gracia está en que aparece desplegable desde la parte derecha de la pantalla.
La otra cosa que hace muy bien este Note 8 es la pantalla partida, para la multitarea. Tenemos una opción nueva que es ‘Par de Apps’ que nos permite crear un acceso directo con las dos aplicaciones que queremos que compartan pantalla. No menos interesante es que que también podemos duplicar aplicaciones con ‘mensajería dual’, tener dos cuentas de Facebook o WhatsApp funcionando al mismo tiempo.
Posiblemente la queja mayor que le podamos poner al Note 8 es la de aparecer sin Android 8.0 Oreo, que ya es oficial y convertible por parte de los fabricantes. No dudamos que tardarán poco en convertir su ‘TouchWiz’ y recoger alguna de las novedades que trae bajo el brazo Oreo.
El conector de auriculares sigue ahí
Samsung no se baja del burro con el conector de auriculares, lo quiere ahí independientemente del diseño tan sofisticado que le quieren otorgar a sus teléfonos. Por mi perfecto, nos permite seguir haciendo más cosas a la vez y aprovechar nuestros auriculares de siempre, sin adaptadores.
Hablando de auriculares, con el equipo vienen unos firmados por AKG, bastante decentes en calidad y con un botón dedicado al asistente Bixby. Si lo que queremos es usar conectividad inalámbrica os recordamos que lleva Bluetooth 5.0 con la posibilidad de conectar hasta dos auriculares a la vez.
La calidad de sonido como fuente, o en llamadas, es la misma que ofrece un S8 o un S8+, ningún usuario normal va a tener quejas con esto. Pero no hay un trabajo especial en cuanto a chips dedicados o personalización para la salida de sonido, como podemos encontrar en su rival LG V30.
A estas alturas esperábamos que Samsung se pusiera las pilas con el tema de los altavoces integrados en sus teléfonos de gama alta. Dan una calidad y potencia decente, pero nada del otro mundo, más teniendo en cuenta que la competencia ya apuesta por poner dos unidades en el frontal para conseguir sonido estéreo.
Dos cámaras ven mejor que una
Está claro, la novedad principal de Samsung en este Note 8 está en la cámara, la primera incursión de los coreanos en la duplicación de sensores y de lleno en la fotografía computacional - sí, se suma la info de las dos cámaras -. Os contamos todo sobre ella en el artículo de presentación, ahora vamos a valorar mejor las novedades con el teléfono en la mano.
Los coreanos no se quedan a medio camino en esta incursión, entran en el juego con dos cámaras con la misma cantidad de megapíxeles, mucho trabajo en la parte software con el famoso modo retrato como primer desafío a superar. Veremos que en todos los aspectos está a gran nivel, otra cosa es que la podamos coronar como el mejor sistema fotográfico en un móvil.
Diferente calidad entre cámaras
Esto no va a sorprender a nadie, todos los sistemas de doble cámara que conozco andan cojos si lo que hacemos es comparar la calidad de sus dos sensores. Siempre es la unidad principal la que recoge mejores imágenes y lo es principalmente por la óptica, más que por el sensor en sí. Le suelen meter una lente con mayor calidad y mejor apertura, algo más complicado de conseguir en el segundo objetivo que es mucho más ‘tele’.
Pues eso, que en el Note 8 no hay ninguna novedad aquí, más allá de que nos han estabilizado la segunda unidad, algo que nos hace ganar puntos en situaciones de poca luz o en la grabación de vídeo. Analizando fotos iguales vemos que la segunda unidad hace tomas más ‘digitales’, es más propensa a subir definición a base de software y recoge unos colores con menos gracia.
Por no hablar de cuando se marcha la luz, entonces la primera cámara es la que manda. Pero no por nuestro gusto, es el propio Note 8 el que interpreta que la primera cámara va a hace mejor trabajo y elige a la primera, para luego hacer con un algoritmo el zoom 2X que nos prometería la segunda cámara. Esto lo hemos visto en OnePlus 5 y iPhone 7 Plus, y nos parece normal.
La cámara principal también es más inteligente y rapidísima enfocando al contar con el sistema Dual Pixel. Por último, y para dejar claro que la cámara principal es mejor: la propia Samsung no nos deja utilizar la segunda en el modo Pro, el modo más manual que nos presenta la interfaz.
Llevando al ‘retrato’ al siguiente nivel
La segunda cámara tiene como principal razón de ser el modo retrato, en realidad me da pena pensar que sea su única utilidad, pero es que el sistema está diseñado inicialmente para esto. Espero que me hagan cambiar de opinión en sucesivas actualizaciones.
Aquí se llama Live Focus y es muy similar en calidad a lo que podemos encontrar en un iPhone 7 Plus o un Xiaomi Mi 6. Es cuestión de apreciación personal, o situaciones muy concretas como la falta de luz, donde Samsung lo hace un poquito mejor. Como su competencia, no es perfecto en el funcionamiento, necesita mucha luz y distancias correctas para hacer algo serio. Es un modo incomparable con una cámara DSLR, pero igualmente es muy atractivo y efectivo, así que bienvenido sea.
Para el que ande perdido comentar que la cámara te invita a enfocar un elemento que esté a poco más de un metro de nuestra posición, ella interpretará qué parte tiene que estar muy enfocada, para colocar un efecto de desenfoque en el resto. La calidad de la frontera de ambas zonas es la que nos está determinando si un sistema es mejor o peor que otro, pero como dije, están bastante empatados.
Samsung ha dado un paso adelante con esto y ha decidido que el desenfoque lo vamos a hacer cuando nos de la gana, es decir, una vez tomada la instantánea, nos podemos poner a jugar con una barrita para elegir la intensidad que creamos más atractiva. A esto me refería con 'siguiente nivel', no a la calidad en sí del efecto.
Dual Capture
Otra idea inteligente por parte de Samsung, tomar dos fotos al mismo tiempo. Ya que tenemos dos cámaras, y siempre que no andemos mal de memoria para almacenar, está muy bien que el sistema nos tome la misma escena con dos objetivos diferentes.
Esto se llama aquí 'Dual Capture’, dentro del Live Focus. Más concretamente lo que hace es poder quedarnos con la imagen de la cámara principal, además del retrato que hayamos hecho (tenéis un ejemplo en la galería anterior). No hubiera estado mal que la posibilidad estuviera fuera del modo retrato.
Interfaz
Esto es algo que Samsung se trabaja bastante y no tenemos excesivas quejas, saben unir los modos de vídeo y foto en una misma interfaz, conformando algo bastante intuitivo. Al mismo tiempo que completo. Me gusta la posibilidad de aprovechar las 6,3 pulgadas de pantalla como visor.
Multitud de modos que funcionan muy bien, desde el todo auto, al modo Pro, pasando por Panorama o Food. Si nos aburrimos decir que llegarán más descargables desde el Galaxy App Store. Aprovecho este punto para destacar lo bien que hace el HDR este teléfono en las fotos, también las panorámicas, que incluso las podemos convertir en vídeos.
Cosas que no me gustan, pues lo oculto que está el temporizador y otras opciones, o que el botón para cambiar entre cámaras esté en el mismo lugar que la exposición, por lo que a veces se pisan y no nos deja cambiar con facilidad.
Grabando vídeo
Excelente, como el S8, pero con la posibilidad de cambiar a otra focal distinta que también está estabilizada. Hay tantos modos de funcionamiento y condiciones que no podemos tratarlos todos, pero sí me gustaría comentar algunos puntos a continuación.
Solo hay un modo que no nos deja saltar de una cámara a otra en medio de la grabación, es en el “1080p a 60 imágenes por segundo”. En 4K sí que podemos intercambiar cámaras.
Me parece apropiado el implementar un modo de grabación que se ajusta a la pantalla del Note 8, es decir, graba en un formato con proporción 18.5:9 (1.080 x 2.224 píxeles).
Otros añadidos llamativos como el HDR o el rastreo AF - seguimiento de elementos - son muy efectivos pero no funcionan en los modos más altos de definición o velocidad de grabación. Dicho sea de paso, este teléfono es rapidísimo enfocando.
No nos olvidamos de dos modos creativos que siempre van a dar mucho juego y aquí están muy conseguidos: Slow Motion, que graba en cámara lenta - registra 240fps - y resolución 720p. El otro es Hyperlapse, que no es otra cosa que un time-lapse en el que podemos elegir diferentes temporizaciones para disparo, con unos resultados finales excelentes.
Cámara frontal
La misma que en los S8, no me voy a extender mucho más ya que no es un modo que me apasione y allí ya lo tratamos. Comentar que tiene 8 megapíxeles, puede grabar vídeo en formato 4K, cuenta con enfoque automático y una lente con apertura f/1,7. La cámara encuentra un equilibrio bastante bueno entre la calidad y la ‘angularidad’ necesaria en este tipo de cámaras.
La cámara más completa
Para el tipo de fotografía que yo hago, que no son retratos, la evolución del Note 8 no me vuelvo loco, pero debo reconocer que como conjunto puede ser la mejor cámara que podemos comprar en un móvil. Tenemos ahí a los nuevos iPhone a la vuelta de la esquina, o un esperado Google Pixel, los únicos que pueden hacerlo bajar de su posición.
Mis argumentos se basan en que de partida tenemos la cámara de un S8, que a mi me encanta en sus modos de vídeo y foto, y además añadimos el tan de moda ‘bokeh’, implementado al nivel del mejor de sus competidores.
La opinión de Xataka
Las diferencias con un Samsung Galaxy S8+ son mínimas, tenemos cambios muy ligeros en diseño, un pelín más de pantalla y prácticamente el mismo hardware. Por esto, desde ya, no interesa abordar un cambio desde sus hermanos pequeños, ni tampoco está en condiciones de competir con ellos por precio. Ya sabemos que los precios de los Galaxy suelen bajar en su vida comercial, y eso ya está ocurriendo de forma llamativa con S8.
Esa psicológica barrera de los 1.000 euros está demasiado alta, habrá quien lo pague, pero el S8 se muestra como una opción más lógica. Creo que el principal factor de compra del Note es el puntero, no la doble cámara
El Galaxy Note es para aquellos que aprecian el S Pen, es el factor que realmente pone las diferencias entre modelos. Bueno, también tenemos la doble cámara, pero partiendo de la base de que la unidad principal de un S8 es magnífica, tampoco me volvería loco por el sistema que ahora mismo sirve para hacer retratos y poco más. Los amantes del Note 5 - o anteriores - tienen aquí un sustituto perfecto.
A pesar de que ahora mismo lo pondríamos en el trono de los teléfonos Android, el horizonte que se le presenta a este teléfono por delante es oscuro, la competencia en la gama alta por parte de iPhone ya está presentada, repleta de novedades. En Android tenemos a sus hermanos, a un LG V30 que ha recortado diferencias de forma rápida, y los próximos Pixel a la vuelta de la esquina. Pero lo dicho, Note tiene entre sus argumentos algo único, ser el mejor teléfono con lápiz que podemos comprar. Las reservas parece que van mejor de lo esperado.
A favor
- Excelente construcción y materiales, resistente al agua
- Infinity Display ya era la mejor pantalla del mercado, ahora un poco más grande
- Exitosa entrada de Samsung en la doble cámara, la principal es excelente
- S Pen es más útil, con mejor hardware y software
- Uno de los teléfonos más potentes del mercado, con 6GB de RAM
- Los auriculares AKG
- Sitio para todo: jack, sensor de ritmo cardíaco, microSD, escáner de Iris
En contra
- Un precio muy alto
- Bixby no sabe español
- La posición del sensor de huellas
- La cámara secundaria no ofrece la calidad de la principal
- Altavoz muy sencillo para un teléfono tan multimedia
- Este Note no marca diferencias con la autonomía
El terminal ha sido cedido para la prueba por parte de Samsung. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
En la realización del vídeo tenemos a Pedro Santamaría.
Agradecimientos a Héctor Trunnec por dejarme utilizar sus fantásticas acuarelas. Para los curiosos, la tercera imagen que aparece en el artículo pertenece a Manda Schank
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