Entrar en el mercado de los microprocesadores no es en absoluto pan comido. Diseñar y producir semiconductores de alta integración es mucho más complejo que fabricar chips destinados a equipos más sencillos. Y, además, requiere tener más recursos. Esta es la razón por la que actualmente podemos contar las empresas que compiten de una manera efectiva en este mercado con los dedos de una mano.
Descubrir, especialmente durante la delicada coyuntura actual, que una compañía especializada en el diseño de semiconductores de alta integración ha decidido meterse en el mercado de los microprocesadores de propósito general es un soplo de aire fresco. Esta empresa es la británica Imagination Technologies. Fue fundada en 1985, y actualmente podemos encontrar sus circuitos integrados en un abanico amplio de dispositivos de electrónica de consumo, como smartphones o consolas de videojuegos. Incluso en algunos coches.
No obstante, su especialidad, la columna vertebral de su negocio actual, es el diseño de procesadores gráficos de bajo consumo, chips para visión artificial y circuitos integrados para inteligencia artificial. La razón por la que, al parecer, esta compañía ha decidido meterse en el mercado de los microprocesadores de propósito general responde a la inercia positiva que ha adquirido durante los últimos años.
Imagination Technologies presentó hace dos días sus resultados económicos durante el primer semestre de este año, y su facturación ha crecido un 55% frente al mismo periodo de 2020. No está nada mal. Este crecimiento probablemente está propiciado en gran medida por la enorme demanda de semiconductores que hay actualmente.
De hecho, esta empresa es uno de los mayores proveedores de chips gráficos para la industria de la automoción, que actualmente se encuentra en una posición delicada debido a que el mercado de los semiconductores no es capaz de dar respuesta a sus necesidades.
De todas formas, esta compañía es mucho más pequeña que Intel y AMD. Infinitamente más pequeña. Su facturación durante los primeros seis meses de este año ha ascendido a 76 millones de dólares, una cifra que no deja lugar a dudas acerca de su inferior envergadura. Pero, precisamente, su tamaño está claramente alineado con el tipo de microprocesadores que va a producir: chips con arquitectura RISC-V.
Esta es la decisión que ha provocado que nos fijemos en Imagination Technologies. Y lo ha hecho por una razón: esta arquitectura es la mejor baza que tiene Europa para independizarse de las CPU estadounidenses.
RISC-V es la gran esperanza europea
«La única opción que tiene Europa si quiere ser independiente en el ámbito de la supercomputación solamente pasa por desarrollar procesadores RISC-V. Y es una decisión política. No hay otra solución». Estas palabras las pronunció Mateo Valero durante la conversación que mantuvimos con él a finales del pasado mes de febrero, y no cabe duda de que es una persona que sabe de lo que habla.
Mateo es catedrático de Arquitectura de Computadores en la Universidad Politécnica de Cataluña y director del BSC (Barcelona Supercomputing Center). Además, es un científico reconocido y el máximo artífice de la supercomputación en España.
RISC-V es una alternativa de hardware libre tanto a los diseños x86-64 de Intel y AMD como a las CPU con arquitectura ARM que tanto han proliferado durante los últimos años. Como podemos deducir por su nombre, es un diseño de tipo RISC (ordenador con un conjunto de instrucciones reducido).
Su atractivo más evidente es que al tratarse de una arquitectura libre y abierta está a disposición de cualquier persona, institución o empresa para poder ser utilizada y modificada sin pagar ningún canon. Este es un punto muy potente a su favor, y la hace atractiva para un abanico de escenarios de uso muy amplio, como ordenadores personales, sistemas empotrados o supercomputadores.
Precisamente esta es la polivalencia de la que quiere sacar partido Imagination Technologies. Además, es evidente que es mucho más sencillo tomar como punto de partida una arquitectura como RISC-V, que ya tiene una base sólida y no requiere pagar derechos de uso, que desarrollar una arquitectura completamente nueva y pretender competir con ella en un mercado tan maduro como lo es el de los procesadores de propósito general. A partir de aquí todo está en el aire, pero no cabe duda de que merece la pena seguir la pista muy de cerca a esta compañía.
Imagen de portada | Derrick Coetzee
Vía | Design And Reuse
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