Mega Drive, las consolas de tu vida

Mega Drive, las consolas de tu vida
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Creo recordar que con la Mega Drive sentí por primera vez esa sensación de “quiero esa consola a toda costa”. Por aquel entonces yo tenía una Vectrex, un MSX (un Hit-Bit de Sony, para ser un poco más exacto) y una Sega Master System. Un día, mientras le echaba un vistazo a una Hobby Consolas, me topé con una página que llevaba publicidad de una nueva consola de color negro y, si no me falla la memoria, aparecían junto a ella algunas capturas del ‘Altered Beast’, uno de mis juegos arcade favoritos por aquel entonces.

Nunca llegué a tener una Mega Drive. Aquella página de publicidad me impactó, yo quería volver a disfrutar de ese ‘Altered Beast’ desde casa (la máquina donde o había jugado estaba a cientos de kilómetros de mi hogar, en el pueblo donde iba a veranear), pero a los 14 o 15 años, que son los que tendría por esa época, no sabía lo que era tener un sueldo ni nada por el estilo. Tampoco insistí, las máquinas que tenía en casa me daban unas buenas horas de entretenimiento de vez en cuando.

Mega Drive: la segunda en llegar a los 16 bits

La Mega Drive fue lanzada inicialmente en Japón a finales del año 1988, concretamente el 29 de Octubre. Estamos hablando de una consola de cuarta generación, pero no fue la primera en llegar a la era de los 16 bits. Antes de que Sega sacara esta videoconsola, NEC ya había puesto en circulación su TurboGrafx justo un año antes.

Sega Genesis
Lo que sí hizo la Mega Drive fue pegar fuerte. Algo menos de un año después de su salida en Japón, donde fue muy mal recibida, la consola de Sega aterrizó en Estados Unidos bajo el nombre de Sega Genesis y ya en el año 90 la recibimos en Europa. Lo más curioso es que Sega lanzó esta consola para competir de nuevo con la NES.

Durante la tercera generación de consolas, Sega lanzó su Master System dos años después del nacimiento de la NES. En Europa y Brasil le fue muy bien la cosa, sí, pero en Estados Unidos y Japón no tuvo nada que hacer contra Nintendo. La compañía quiso contraatacar y llegar a la era de los 16 bits antes que su principal competidora. Y lo hizo.

En sus entrañas podemos encontrar un procesador Motorola 68000 acompañado por el Zilog Z80 como coprocesador, lo que convertía a la Mega Drive en compatible con la Master System (había que acoplar un accesorio para poder usar los cartuchos de su hermana pequeña por no ser del mismo tamaño, eso sí). Cuenta con 64 KB de RAM para el Motorola y 8 KB para el Zilog Z80 y es capaz de mostrar en pantalla 64 de sus 512 colores con una resolución que va desde 256×224 hasta 320×480.

Japón seguía resistiendo a Sega. Europa se rindió a sus pies

La Mega Drive triunfó, sí, pero no en Japón. Allí fue ignorada desde el primer momento y no logró reponerse nunca pese a los esfuerzos de la compañía. La TurboGrafx, conocida allí bajo el nombre de PC Engine, y la Super Nintendo, que fue lanzada dos años después que la Mega Drive, se comieron a esta en cuanto a ventas.

Altered Beast

En Europa, con el camino bien allanado por parte de la Master System, la Mega Drive se convirtió en una consola muy popular. Al haber sido lanzada dos años después que en Japón (la recibimos a finales de 1990), el catálogo de juegos tenía ya algunos títulos potentes como ‘Golden Axe’, ‘Ghouls n’ Ghosts’ o el mencionado ‘Altered Beast’.

En suelo americano lo tuvo complicado en un principio, sobre todo porque Nintendo tenía en su poder los derechos para consola de la mayoría de juegos arcade de la época. Esto forzó a Sega a tomar una serie de decisiones como reducir el precio de la consola, establecer un equipo de desarrollo en suelo norteamericano que fuese capaz de lanzar juegos dirigidos a ese público concreto, seguir expandiendo su agresiva campaña publicitaria y, sobre todo, sustituir el ‘Altered Beast’, que era el juego que acompañaba a la consola, por otro título…

Sonic The Hedgehog. La clave del éxito

‘Sonic The Hedgehog’ fue el juego que sustituyó al ‘Altered Beast’ en el pack americano, consiguiendo unas críticas muy favorables que impulsaron las ventas de la consola y consiguieron que aquellos que estaban esperando la llegada de la nueva máquina de Nintendo, la Super NES, decidieran optar por una Mega Drive (o Sega Genesis, que es como se llamaba allí).

Sonic

De hecho la era de los 16 bits en Estados Unidos estuvo dominada totalmente por Sega y su Mega Drive, que ya en el año 1992 se hacía con un 60% del mercado mientras Nintendo veía como su cuota se iba reduciendo paulatinamente.

Para valorar la importancia de Sonic, el erizo azul que protagoniza la saga iniciada por el Sonic Team con ese ‘Sonic The Hedgehog’, no hay más que ver dónde está actualmente. Es decir, la serie ha pasado por un bache muy grande por culpa de un montón de títulos que es casi mejor olvidar, pero no me negaréis que es tan conocido como el mismísimo Mario. Incluso comparten protagonismo en una serie de videojuegos llamada ‘Mario y Sonic en los Juegos Olímpicos’, algo impensable hace un buen puñado de años teniendo en cuenta la competencia feroz entre Sega y Nintendo.

Algún día se tuvo que acabar

Lógicamente, como todas las consolas, la Mega Drive tuvo su final. En la actualidad sigue habiendo mucha gente que la echa de menos, por supuesto, fue y sigue siendo una consola muy querida. En Japón, pese a no haber tenido la mejor de las acogidas, estuvo dando la lata durante siete años. Es un dato curioso teniendo en cuenta que en los mercados donde mejor funcionó tuvo una vida de ocho años.

Esta sí que la tenéis que tener unos cuantos en vuestras casas. Y me atrevería a decir que incluso conectadas y funionando de vez en cuando, ¿me equivoco?

En Xataka | Sega Master System, las consolas de tu vida.
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