Una de las peores crisis en la historia de Boeing parece estar llegando a su fin. El fabricante estadounidense entregó en junio un total de 43 aviones 737 MAX, el número más alto desde marzo de 2019, mes en el que 346 personas murieron en dos accidentes con el mencionado modelo, según Reuters.
Desde ese entonces, el Boeing 737 MAX permaneció en tierra durante casi dos años, tiempo en el que los reguladores hicieron una revisión exhaustiva del avión y exigieron una serie de cambios de seguridad para volver a certificarlo. Así, tras varios vuelos de prueba, en diciembre de 2020 gradualmente empezó a volar nuevamente.
Del caos a la (lenta) recuperación
Esos meses fueron caóticos para Boeing, que no solo se enfrentaba a una multa millonaria y pérdidas económicas, sino también veía como el consejo de administración anunciaba la dimisión de su CEO y las aerolíneas cancelaban gran parte de sus pedidos, obligando a tener que usar el estacionamiento de empleados para ubicar los 737 Max no entregados.
Ahora, todo parece indicar que la confianza en Boeing está recuperándose. La compañía entregó 43 Boeing 737 MAX en junio de este año, lo que se traduce en 181 aviones de este tipo entregados en el primer semestre de 2022, una cifra que se ubica por encima de los 105 entregados en el mismo período del año pasado.
Una de las nuevas aeronaves ha sido recibida por Ethiopian Airlines, la aerolínea del accidente del 10 de marzo de 2019 en el que murieron 157 personas, una compra que ha sido criticada por el abogado de las familias de las víctimas. Lion Air, la otra aerolínea involucrada en un accidente fatal con un Boeing 737 MAX, que el 29 de octubre de 2018 dejó 189 muertos, no ha vuelvo a recibir aviones de este modelo, recoge CNN.
El fabricante estadounidense asegura, además, haber alcanzado el objetivo de fabricación mensual previsto del 737 MAX que era de 31 aviones. Además, señala que en junio recibió 43 nuevos pedidos. Esta combinación de factores impactó directamente en los inversionistas, por lo que las acciones subieron más del 8% después del anuncio.
Pero la compañía todavía enfrenta a un importante desafío con una de las variantes de esta aeronave. El presidente de Boeing, Dave Calhoun, dijo a Aviation Week que podrían verse obligados a cancelar por completo el 737 MAX 10, una aeronave pensada para competir con el Airbus a321 Neo.
¿El problema? El avión debe cumplir con una serie de nuevos requisitos de cabina para obtener la certificación de la Administración Federal de Aviación (FAA). Sin embargo, esto haría al 737 MAX 10 diferente del resto de los modelos de la misma familia, lo que obligaría a las aerolíneas a hacer una capacitación adicional a sus pilotos que dispararía los costes y restaría ventajas frente a los competidores.
Pero eso no es todo. Boeing también lleva 12 meses sin entregar un solo Boeing 787 Dreamliner, su aeronave estrella de fuselaje ancho (doble pasillo). En este caso, la FAA está llevando a cabo una evaluación de los procesos de producción y no permite entregar los 787 aviones que están esperando sumarse a las flotas de las aerolíneas.
De momento, el regulador estadounidense no ha establecido posible fecha para la aprobación, lo que hace peligrar los pedidos pendientes del Boeing 787. Si continúa retrasándose, las aerolíneas podrían considerar recurrir al mayor rival de Boeing, Airbus.
Imágenes | Pjs2005 (Flickr) | SondaBruce
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