Los grandes fabricantes de coche se han lanzado a los modelos de suscripción. Volvo cree que se están precipitando

  • Marcas como Audi, Mercedes o BMW han tenido suscripciones para desbloquear hardware presente en el coche, algo que ha llamado la atención de otras marcas

  • Estas suscripciones vienen de lejos, concretamente del mundillo de los videojuegos

Volvo suscripciones
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Estamos en la época de las suscripciones. Videojuegos por suscripción, almacenamiento en la nube por suscripción, música por streaming, inteligencia artificial por suscripción, vídeo bajo demandaAdministrar nuestras suscripciones es algo que hemos tenido que aprender a ritmos forzados, sobre todo cuando hay empresas que siempre intentan ir un pasito más allá. Esas suscripciones cada vez son más caras y algunas como las de Adobe van acompañadas por una gran polémica. Y, claro, los fabricantes de coches no han querido perder el tren.

¿El motivo? Son lucrativas y permiten sacar beneficios de un producto durante mucho más tiempo a lo largo de su ciclo vital. Esa fatiga de la suscripción llegó tiempo a los coches, tanto que hasta la propia industria insta a pisar el freno. Un ejemplo es el director técnico de Volvo, que tiene claro que los fabricantes de coches deben reducir el ritmo con las opciones de suscripción.

Y todo tras los varapalos que se llevaron empresas como BMW o Audi.

¿Suscripción por algo instalado en el coche y que ya has pagado?

"Me resulta difícil pagar para desbloquear el hardware que sé que está instalado en el automóvil". Son palabras de Anders Bell, director de ingeniería y tecnología de Volvo en declaraciones al medio The Drive. ¿A qué tipo de pagos se refiere? Por ejemplo, a la suscripción anual de Mercedes que, por más de 400 euros al año, permitía ampliar el ángulo de giro de las ruedas traseras direccionales.

Puede que también se refiera a la idea de BMW de cobrar 80 dólares al año por utilizar CarPlay (inicialmente eran 300 dólares). También al airbag inteligente de Klim o los pagos de Stellantis para mejorar características de software vía OTA.

Algunas de estas decisiones fueron tan polémicas que las compañías tuvieron que dar marcha atrás. Un ejemplo, sin alejarnos de BMW, es la de la suscripción para poder activar los asientos calefactables. Era una suscricpión relativamente económica (18 dólares al mes), pero las críticas fueron tales, que el fabricante alemán decidió retractarse.

El principal motivo aquí no es que fuera una suscripción, sino que (como en el caso de Mercedes o CarPlay), esa función de los asientos calefactables es algo por lo que ya hemos pagado al adquirir el coche y, además, es una función de hardware. No es software que mejore gracias al trabajo de los ingenieros, añadiendo algo que no estaba inicialmente en el vehículo, es que era algo que ya estaba instalado y el pago era, simplemente, para poder utilizar la función.

En la entrevista al medio de automovilismo, Bell continuó afirmando que entiende que "haya una reacción negativa del cliente ante estas cosas, por lo que debería haber un equilibrio entre todas ellas". El directivo no cierra la puerta a las suscripciones y asegura que "en los próximos años se desarrollarán modelos más aceptables, pero sin depender excesivamente de ganar mucho dinero vendiendo software".

"La industria estaba muy entusiasmada con los robotaxis, la electrificación total inmediata y los servicios de suscripción. Creo que nos hemos calmado un poco en las tres áreas" - Anders Bell

Al hilo de esto, Bell comenta que hay diferente tipo de suscripciones. Por un lado, la de los asientos con calefacción, pero también otros que podrían sí ser del agrado de los consumidores. "Estoy seguro de que tenemos esto en cuenta. Sólo llevo un año y medio en Volvo, así que no tengo todas las conversaciones que se remontan a tiempos más remotos, pero hay algunas buenas suscripciones que tienen sentido. Por ejemplo, los consumidores se sienten cómodos pagando por los datos de tráfico. Todos lo hacemos a través de nuestro teléfono y no hay datos de tráfico gratuitos. Creo que eso es aceptable".

Si se refiere a Google Maps, Waze, Apple Maps o cualquier otra aplicación de navegación, tiene razón en que "pagamos" gracias a nuestros datos, pero teniendo el teléfono, sería interesante ver cómo quieren volver a un negocio de los pagos por usar el navegador que tan popular fue años antes de la democratización del smartphone y las tarifas generosas en datos.

Esta entrevista se realizó durante la presentación del ES90 y de la remozada plataforma de infoentretenimiento que será gratuita para 2,5 millones de clientes en todo el mundo y que, de hecho, está impulsada por Google. Llegará a los clientes de modelos de 2020 en adelante en algún momento de 2025 y Bell cerró la entrevista comentando que su trabajo es "crear un producto fantástico para el cliente. Siempre se puede debatir sobre los modelos de negocio, pero no deberíamos soñar con vender software para obtener unos ingresos enormes".

La historia se repite: el DLC de los videojuegos

Veremos qué ocurre con ese futuro inmediato de las suscripciones en los coches, pero está claro que, en una sociedad cada vez más informada, es complicado que las suscripciones para desbloquear hardware presente en el vehículo pueda ser una práctica que triunfe. De hecho, hay algunos precedentes y, para hablar de ello, debemos ir a la industria del videojuego.

Los videojuegos llevaban años con conexiones a Internet, pero la popularización de las consolas con disco duro integrado permitió a los desarrolladores lanzar expansiones (que antaño se habían lanzado como juegos físicos independientes o dependientes del juego original) en formato digital. Las expansiones eran llamados DLC (DownLoadable Content, “contenido descargable”, literalmente), pero también eran DLC cualquier traje para un personaje, un arma nueva o cosas así.

En los primeros años de popularización de los DLC en PS3 y Xbox 360, hubo compañías que intentaron exprimirlo todo lo posible y nos encontramos con casos tan curiosos como los de contenido del juego que estaba presente en el propio DVD o Blu-Ray, pero que era inaccesible a no ser que pagaras. Capcom tuvo un lugar protagonista en esta historia, con personajes no anunciados que ya estaban en el disco a la espera de un DLC que desbloqueara su acceso, pero hubo otros casos tanto dentro de Capcom como de otras compañías.

Al final, es algo muy similar a lo ocurrido hace no tanto tiempo en el caso de las suscripciones en los vehículos e igual que en los videojuegos aprendieron la lección, parece que en la automoción… también.

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