Esta aplicación del grafeno tiene la capacidad de acabar definitivamente con la desconfianza hacia este material

  • Este hallazgo está respaldado por un grupo de investigadores del MIT que ha publicado en Nature

  • El apilado de cinco capas de grafeno da como resultado un material con un magnetismo desconocido

Grafeno Ap
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Muchos entusiastas de la tecnología tenemos la sensación de que el grafeno no ha estado a la altura de las expectativas. Nos lo habéis hecho saber en los comentarios que dejáis en algunos de nuestros artículos. Y sí, lo compartimos. Este material no ha sido para tanto como parecía. Sin embargo, objetivamente tampoco ha sido un fiasco. Calificarlo así es injusto. Y lo es porque está siendo utilizado en aplicaciones interesantes en las que ha logrado marcar la diferencia.

Ahí va una pequeña confesión: con una de ellas estoy familiarizado. He tenido la oportunidad de escuchar en varias ocasiones las cajas acústicas del fabricante estadounidense Magico, que utiliza grafeno en el diafragma de sus altavoces de medios y graves para aproximar su comportamiento al de un pistón ideal. Sin embargo, la aplicación de este material en la que os propongo que indaguemos en este artículo va por otros derroteros. Y, lo que es mucho más importante, es infinitamente más ambiciosa.

Una nueva electrónica se intuye en el horizonte. Y llega de la mano del grafeno

Antes de seguir adelante me parece fundamental reparar en que detrás de la aplicación en la que estamos a punto de indagar está el MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts). Esta universidad estadounidense es una de las más prestigiosas del planeta y no es proclive a dar visibilidad a proyectos sin sustancia y con pocas opciones de prosperar. Esta es la razón por la que nos parece que merece la pena que exploremos qué tienen entre manos sus investigadores y cuál es su potencial.

"El grafeno es un material fascinante. Cada vez que añades una capa obtienes un material completamente nuevo"

La imagen que publicamos en la portada de este artículo es una representación real del grafeno. De hecho, ha sido tomada utilizando un microscopio de sonda de barrido. El grafeno está constituido por una lámina de átomos de carbono con un espesor de un solo átomo organizados en una estructura con un patrón hexagonal. Sin embargo, este no es el punto de partida de los investigadores del MIT. Al menos no del todo. Y es que se han dado cuenta de que al distribuirlo en una pila de cinco capas con un patrón romboédrico adquiere unas propiedades fisicoquímicas muy peculiares.

Este declaración de Long Ju, el físico del MIT que lidera esta investigación, refleja con mucha claridad qué tienen entre manos: "El grafeno es un material fascinante. Cada vez que añades una capa obtienes un material completamente nuevo. Esta es la primera vez que observamos una forma de magnetismo desconocida hasta ahora y estrechamente vinculada a la distribución del grafeno en cinco capas. Curiosamente esta propiedad no emerge si lo distribuimos en una, dos, tres o cuatro capas", apunta Ju.

Long Ju ha ido directamente al meollo de su descubrimiento. Y es que es precisamente la forma inédita de magnetismo que han observado él y sus compañeros la que nos invita a contemplar el futuro de este material con optimismo. Según estos investigadores este sándwich de cinco capas de grafeno puede ser utilizado para poner a punto sistemas de almacenamiento magnético con el doble de capacidad que los actuales y un consumo energético mucho más reducido. Además, defienden que esta tecnología tiene la capacidad de marcar la diferencia tanto en el ámbito de los ordenadores clásicos como en el de las máquinas cuánticas.

Este sándwich de cinco capas de grafeno puede ser utilizado para poner a punto sistemas de almacenamiento magnético con el doble de capacidad que los actuales y un consumo energético mucho más reducido

En cualquier caso, hay algo importante que merece la pena que no pasemos por alto. La aplicación de la que habla Ju es la más evidente, pero al someter a este material a una temperatura ligerísimamente superior al cero absoluto (-273,15 ºC) emergen más propiedades que potencialmente tienen la capacidad de permitir su utilización en otros escenarios de uso. Además, estos investigadores han descubierto que son capaces de controlar las propiedades de este material utilizando un campo magnético. Es evidente que aún es necesario investigar más antes de llevar todo esto a la práctica, pero pinta bien. Inusualmente bien.

Imagen de portada: U.S. Army Materiel Command

Más información: Nature | MIT News

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